
Simona Halep es una jugadora reconocida por sus éxitos especialmente sobre tierra batida y pista dura. Pero la hierba tampoco es que le siente mal ya que la rumana ganó uno de sus primeros títulos profesionales en s’Hertogebosch en el 2013 y en la pasada edición de Wimbledon alcanzó las semifinales en la capital inglesa. Sin embargo, sorprendió cuando se le preguntó qué esperaba para durante la fiera de césped y contestó que “nada”.
Pero Simona Halep sabe por qué lo dice y tiene motivos para encarar los próximos torneos con esa sensación de no tener que demostrar nada a nadie. “En la gira de tierra batida tuve muchísima presión y no pude lidiar con ella”, confiesa la actual número tres del mundo en alusión a la derrota que sufrió en segunda ronda de Roland Garros a manos de Mirjana Lucic-Baroni. “Estaba bloqueada, no pude jugar en el Open de Francia. Es realmente complicado jugar contra Lucic, ella me ganó en el US Open también, pero no pude ni hacer mi juego. Estaba realmente decepcionada por haber pedido en segunda ronda”, comentó en la web oficial de la WTA.
“Después de esto, me tomé unos días libres y relajé mi mente. Quería volver más fuerte y más relajada. Ahora quiero salir a la pista y jugar como sé. No quiero pensar que tengo algo que hacer en césped. No tengo expectativas, solo disfrutar sin presión”, se sincera Halep. La rumana cree que tiene un estilo de juego que se adapta bien a la hierba. “Mi estilo es jugar rápido, quedarme abajo porque no soy demasiado alta y esto me ayuda a impactar más bajo y darle velocidad a la pelota”, añade.
Halep hizo un gran activo de aprendizaje con lo ocurrido en París. Analizó lo que le pasó, aceptó la situación y rápidamente buscó herramientas y alternativas para no volver a tropezar con la misma piedra en la gira de hierba.