Rafael Nadal apareció con cara de pocos amigos por la sala de prensa de Roland Garros. Acababa de caer derrotado por segunda vez en once años en la Philippe Chatrier pero parecía poco sorprendido por semejante dato. El español comentó que su caída no es una gran sorpresa, alabó a Novak Djokovic y no dudó en comentar que tiene una gran oportunidad de pasar a la historia completando el Grand Slam.
“No es una gran sorpresa, ¿no? No gané mucho antes de llegar aquí. Es algo que puede pasar cuando ves el cuadro”, analizaba Rafael quien a la vez quitaba tensión al asunto. “Creo que tuve mis momentos pero, en general, Novak tuvo el control la mayor parte del tiempo. Es muy sencillo. Él ha sido mejor que yo”, resumía el nueve veces campeón de Roland Garros.
“Estuve dubitativo de mí mismo los 11 años que estuve jugando aquí. Gané nueve Roland Garros y perdí dos veces. Las dudas son buenas en la vida”, analizaba Nadal que, al igual que en el 2009, hoy tampoco se da por vencido. “Perdí en el 2009 y no fue el final. Perdí en este 2015 y no lo será tampoco. Espero volver el año que viene a intentarlo otra vez. No es el fin del mundo. Perdí contra el mejor".
Nadal no tuvo más que palabras de elogio hacia su oponente. Admitió que estuvo un escalón por encima. “Todo le salió bien a él, jugó muy bien los puntos importantes. Probablemente está en el mejor momento de su carrera. Tiene una buena oportunidad de ganar aquí”, añadió. El balear tendrá que mejorar si quiere volver a reinar en París. “Lo que se es que tendré que trabajar mucho para llegar con chances aquí el año próximo”. De momento, Nadal ya se pone a pensar en la temporada de hierba que arranca el próximo lunes. "Ahora jugaré Stuttgart, Queen's y Wimbledon”, explicó.
Viendo los resultados y una posible salida del top ten a partir del próximo lunes, Nadal rebajó sus objetivos para el 2015. “Mi objetivo es clasificar para la Copa de Maestros de Londres. Tras Wimbledon, decidiré mi calendario de verano”, quien incluso no descartó volver a pisar la tierra batida en función de cómo vaya la temporada de césped. Nadal pasó el cumpleaños más amargo de la última década.