Nadal: "Tengo que adaptarme a la tierra batida"

El número 3 del mundo pasó por los micrófonos de la televisión de Baleares donde habló de cómo se prepara de cara a los dos próximos torneos de tierra que disputará.

La semana que viene Rafael Nadal volverá a las pistas después de su derrota en el Open de Australia ante Tomas Berdych. El mallorquín lo hará sobre la arcilla de Río de Janeiro, volviendo así a su terreno más prolífico, el que mejor se le da y donde ha conseguido los mejores resultados. A pesar de lo que muchos puedan pensar de que Rafa no necesita adaptarse a la tierra, lo cierto es que no es nada sencillo pasar de una superficie a otra. Os mostramos cómo se prepara Nadal de cara a esta mini gira sobre tierra batida.

El español se ha encargado de publicar en las redes sociales durante toda la semana pasada cómo se preparaba sobre el polvo de ladrillo. Nadal se encuentra en casa y practica sobre las pistas de su nueva escuela en Manacor pero ha tenido ciertas dificultades para hacerlo de manera óptima debido al mal tiempo que ha hecho. Así lo comentaba él mismo en Twitter:


Para los micrófonos de la televisión local de Manacor, Rafa comentaba que "el cambio de pista dura a tierra batida siempre es complicado. Tengo que adaptarme a las rutinas habituales y es difícil entrenarme con este tiempo que esta haciendo de tanto frío y tanto viento. Necesito volver a recuperar la seguridad y sobre todo el nivel medio necesario para competir a estos niveles". Nadal acudirá la semana que viene a Río de Janeiro, donde defiende el título conseguido el año pasado y a continuación, viajará hasta Buenos Aires para disputar el torneo ATP 250 de la ciudad. Luego, tendrá que disputar los Masters 1000 de Indian Wells y Miami, donde de nuevo cambiará de superficie.


No parece una mala idea la de Rafa y su equipo el hacer este pequeño paréntesis en la gira de dura y cambiar de superficie ya que lo que Rafa necesita principalmente es volver a coger seguridad en su juego y sobre todo, confianza, que es lo que le daría una victoria. Volver a levantar un título, le liberaría de presión y cogería mucha moral y motivación para afrontar los dos próximos Masters 1000.

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