La final del Open de Australia entre Novak Djokovic y Andy Murray sigue coleando y es que al británico no le gustaron nada los gestos del número 1 del mundo cuando parecía estar lesionado para luego volver a estar en plena forma y remontarle en el marcador. Desde entonces, se han producido una serie de cruce de reproches entre ambos, sobre todo por parte de Andy que ha llegado a llamar miserable al serbio, algo que pone en peligro lo que parecía una relación sana entre los dos.
Eleconomista recupera alguna de las veces pasadas que Djokovic usó una táctica parecida de pedir el fisio cuando su rival mejor estaba jugando para remontarle luego, como en la final de Shanghai en 2013 ante Del Potro, final del US Open 2013 ante Rafael Nadal o sin ir tan lejos, en la pasada final de Wimbledon ante Roger Federer. A Murray no le gustó nada ver que Nole pedía el fisio después de caerse en la pista tras fallar un golpe, cortándole el ritmo cuando el británico iba por delante en el marcador en la tercera manga con empate a un set.
Andy no dudó en criticar duramente a Djokovic por esto, y le dedicó estas palabras: "Prefiero perder en la final y ser feliz que ganar la final y volver a casa y ser un miserable". Murray también gritó en alto varias veces a lo largo del tercer set, en alusiones al comportamiento del serbio. "¡Lo hace todo el tiempo, es ridículo! ¿Cómo puedes hacértelo a ti mismo otra vez?". Y también llegó a comentárselo al árbitro, ya que Nole no paraba de moverse antes de que el británico sacara. "¡No para de moverse!". El apretón de manos que ambos se dedicaron al acabar el encuentro, bastante frío, muestra lo tenso que fue el encuentro y habla poco de la supuesta gran amistad que ambos tenían.
Djokovic por su parte ha intentado defenderse de las acusaciones que afirman que exagera las lesiones o que las usa en momentos determinados para perjudicar a sus rivales, palabras que recogen en TennisWorldItalia. "No soy un tipo que finge o que hace algo a las espaldas de nadie. Yo no hablo mal de nadie, sobre todo de alguien que conozco de hace tanto tiempo como él. Tengo respeto por él", comenta el número 1 del mundo.
"No quiero apuntar el dedo sobre él por lo que ha dicho, también para no desencadenar más tensión entre nosotros. Espero que las cosas mejoren con el paso del tiempo. Nuestra amistad ha cambiado en los últimos tiempos, pero no en modo negativo. Yo tengo mi equipo y él tiene el suyo y no pasamos tiempo juntos como quisiéramos. Cuando se case y tenga hijos tendremos una excusa para juntarnos pero tanto a él como a Rafa o Roger los considero mis amigos porque les veo tanto o más que a mis propios padres y a veces incluso más que a mi mujer", declara el de Belgrado.
Aún así, debe de ser difícil poder tener una relación de amistad a esos niveles, algo que Nole comenta también. "Somos rivales y es imposible tener una relación muy estrecha", explica el serbio en lo que podía ser el fin de una relación de amistad entre él y Murray. Algo que se extrapola a relaciones entre jugadores top como Roger-Rafa, cuya relación ha tenido sus altibajos en los últimos años, o la del propio Roger con Wawrinka y el conocido incidente en las semifinales de la Copa de Maestros en Londres o las declaraciones en el pasado del padre de Djokovic hacia Nadal, afirmando que eran amigos hasta que Novak comenzó a ganarle. Y es que en el deporte de alto nivel, las amistades verdaderas son casi tan difíciles de conseguir como un trofeo de Grand Slam.