Stan Wawrinka (4º) venció a Kei Nishikori (5º) 6-3, 6-4, 7-6 (6) y se clasificó para las semifinales del Open de Australia. El suizo cuajó un partido brillante de principio a fin con un gran nivel de tenis a lo largo de todo el encuentro. Nishikori, en cambio, no mostró su mejor versión y estuvo a remolque y jugando a merced de su oponente. Wawrinka enfrentará en semifinales al ganador del duelo entre Novak Djokovic y Milos Raonic.
El tenis de Stan es la combinación perfecta entre valentía, agresividad, solidez y coraje. El suizo está a un nivel de campeón, similar al de aquel que 360 días atrás le llevó a levantar su primer trofeo de Grand Slam en las mismas pistas donde ahora vuelve a desenfundar sus armas y disparar. Wawrinka salta a pista convencido de su juego, de su estilo, con las ideas claras, con confianza en su mano y en la cabeza.
La agresividad es la clave de su juego. 'Stanimal' no deja respirar al rival desde la primera pelota. Ya sea al saque o al resto, él va a buscar la pelota delante, logra un impacto dulce, lleno de potencia y rabia que le ponga en situación de dominio del punto lo más rápido posible. Su estilo de juego lo lleva a arriesgar, a buscar velocidad de pelota y tiros cercanos a las líneas.
Por esta razón no es difícil observar que, al término del encuentro, sus estadísticas están con un buen puñado de tiros ganadores pero otro tanto de errores no forzados. Wawrinka logró dejar parado y sin respuesta a Nishikori en 46 ocasiones. Un gran repertorio de derechas pero sobre todo de reveses. Ese maravilloso golpe que le caracteriza con el cual sigue sorprendiendo a sus contrincantes. Cruzado, largo, paralelo, ángulo... le es igual. Mueve la mano y la muñeca a placer para poner el revés donde quiere. Un escándalo.
Nishikori quería pero no estaba en plenas condiciones. No mostraba esa frescura y esa soltura que exhibió dos días atrás ante David Ferrer. No se encontraba con la mira del todo afinaba y tampoco era capaz de tomar la iniciativa de los puntos. Ante el alicantino sí que podía mandar ya que este le deja más tiempo y no tiene la agresividad y potencia que sí posee el helvético. Esto hizo que hoy fuera a remolque durante todo el partido. A cuentagotas tenía la iniciativa y podía dominar con tranquilidad.
Wawrinka no solo estuvo bien de fondo de pista sino que casi impecable con el servicio. Conectó 20 saques directos, sirvió a más de 220 km/h en momentos de máxima tensión y ganó un escalofriante 86% de puntos jugados con el primer servicio. Números de auténtico especialista de saque que solo perdió 23 puntos de 91 con el servicio.
El vigente campeón sigue quemando rondas y a medida que avanza el torneo lo hace con mejores sensaciones. Está a tan solo dos partidos de una histórica reválida de título y ya es por méritos propios el máximo favorito al título junto a Novak Djokovic. Stanimal dice presente en Melbourne Park y sueña con levantar su segundo trofeo de Gran Slam.