¿Cómo influyen las raquetas en los jugadores?

¿Cómo influyen los encordados y el tamaño de las raquetas en los jugadores de hoy y ayer? Muchas posibilidades que definen la tipología de juego

Alejandro Arroyo | 11 Dec 2014 | 16.50
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Desde que el tenis fue abandonando la madera hacia las fibras, grafito, materiales compuestos y ligeros, resinas o el grafeno (fibra de carbono) la velocidad del juego se ha implementado a un ritmo imparable. Los avances producidos en los últimos 20-25 años han creado una brecha amplísima para explicar, junto a la mejora física, el porqué de esta evolución de la velocidad. De dicha versatilidad en materiales y tamaños, los jugadores conforman sus raquetas acorde a su tipología de juego.

¿Podría sospecharse de la foto que encabeza este artículo las características del juego de Federer? Sin necesidad de ser un experto, observando que su patrón de cuerdas es un 19x16 (19 cuerdas horizontales y 16 verticales) ya tendríamos una buena pista. Atendiendo al tamaño del marco/aro/cabeza de la raqueta y de la tensión y patrón de encordado se puede intuir cómo juega un jugador. Estableciendo conceptos básicos sobre este tema repasaremos qué raquetas llevan los jugadores del hoy y del ayer para comparar tipos de juego. Hay casos realmente impactantes.

Básicamente, la diferencia de un aro más grande sobre uno más pequeño es que cuantas más pulgadas tenga el marco más potencia se genera, mientras que se gana control/precisión si la raqueta es más pequeña, pues todo queda más cerca de la mano para maniobrar. Como a este concepto se le añaden muchas variables, siempre se busca un equilibrio para el momento que atraviesa el jugador o la búsqueda de diferencias concretas en el rendimiento de sus golpes.

A su vez si la tensión (en libras/kilogramos) del cordaje es mayor, se busca más control del golpe, cuya potencia ha de generar el tenista. Si el cordaje tiende hacia tensiones de pocos kilos, el jugador hace menos esfuerzo, pierde control y despide mucho más. A su vez jugar con patrones de cuerdas diferentes (16x19, 16x18, 18x20, 15x16) variara la durabilidad, la capacidad de realizar efectos, control y potencia. Patrones densos (más cuerdas) favorecen la durabilidad del cordaje y un mayor control para jugadores física y técnicamente potentes. Por el contrario, un patrón abierto (menos cuerdas, 15x16 por ejemplo) favorece despedir más fácilmente para jugadores de menor envergadura.

Un ejemplo de lo que puede influir la longitud total de una raqueta (largo desde el tapón del grip hasta la curva superior del marco) se observó en las estadísticas que recogió la revista Tennis Magazine de Mark Philipoussis en 1997. Realizando 15 saques con tres raquetas distintas (73 cm de largo una, 68 otra y la última, una de madera estándar de finales de los 70), se vio que la velocidad era pareja (204kmh, 204kmh y 199khm) pero la efectividad crecía exponencialmente (52% con madera, 70% con la de 68cm y hasta un 80% con la de 73cm) -información de Guillermo Noffal, Universidad de California-.

El cambio de raqueta de Federer fue especialmente comentado, pues su antigua Wilson de 90 pulgadas exigía una técnica y físico cirujano. El suizo amagó con cambiar de herramienta entre 2009 y 2010 pero fue finalmente en esta temporada donde ha pasado a una de 97, con una tensión similar a la del pasado (23 kilos). Ha ganado consistencia y menor esfuerzo en sus movimientos. Una raqueta tan pequeña demandaba una secuencia cinética perfecta, de un punto físico álgido que el suizo abandonó hace 2-3 temporadas. Su compatriota Wawrinka también utiliza un aro de 97 pulgadas. Dimitrov, otro de los que golpea a una mano, se mantiene en las 95 pulgadas, usando una de 93 hasta 2011.

Nadal y Djokovic optan por cabezas de 100 pulgadas y tensiones de 25 y 26 kilos respectivamente. La velocidad media de sus golpes dentro de los partidos es la más alta y consistente del circuito, obteniendo un equilibrio perfecto para sus características. El punto de impacto de estos marcos crece, generando potencia y aumentando la fiabilidad para la defensa y el contragolpe. Entrando en cordajes y raquetas de jugadores del pasado o de ejemplos extremos, hay ejemplos asombrosos.

En tema de cordajes, Filippo Volandri llegaba a encordar en ocasiones a 13kg, que en palabras de Xavi Segura, encordador profesional, es como jugar con una raqueta de squash. Del contrario, Roberto Carretero elegía 43kg y Thomas Muster se iba hasta los 40kh. Una auténtica pala de madera que proporcionaba máximo control pero a la que el jugador desde su tren inferior y su potencia de brazo debía generar toda la potencia.

Observando tenistas de la década de los 90 -época en la que se producen cambios importantes como para que los jugadores se diferencien notablemente de otros- hay mucha mayor diferencia en cuanto al tamaño de la raqueta en mujeres que en hombres. En chicos, André Agassi llegó a usar una de 107 pulgadas y 27 kilos de tensión mientras Sampras usó durante toda su carrera un marco pequeñísimo, la mítica Pro Staff de 85 pulgadas, con una tensión de 34 kilos. Greg Rusedski, sacador imponente, usaba aro de 95 y un cordaje de 21 kilos.

En chicas el contraste de la época era notable. Mientras Davenport, Conchita Martínez, Jana Novotna o Arantxa Sánchez Vicario usaban raquetas de 95 pulgadas y cordajes de tensión similar, eran Venus Williams y Monica Seles quienes mayor diferencias establecían con el tamaño y tensión medias. La mayor de las Williams optaba por un aro de 110 pulgadas mientras Monica seles llegó a usar una Yonex de 130 pulgadas y 40kg de tensión. Máximo control para despedir, con su propia fuerza, tiros que de otro modo serían bateos de beisbol. Impresionante lo de Monica. Actualmente se utilizan incluso distintos cordajes y compuestos para las cuerdas horizontales y verticales, en un mundo tan interesante como complejo.