
La revista Lecturas anuncia en un reportaje que la ex tenista española Arantxa Sánchez-Vicario estaría en graves problemas económicos y perseguida por la justicia. A sus problemas con Hacienda, la revista afirma que la menor de los Vicario tendría las cuentas e ingresos embargados hasta que salde su deuda con el Banco de Luxemburgo, estimada en torno a los 10 millones de euros entre la Agencia Tributaria y la entidad luxemburguesa.
La catalana, afincada ya en Miami, ha sido contactada por la Audiencia de Cataluña para declarar en el caso aún abierto por la querella interpuesta contra su familia. Del mismo modo, según la revista, Arantxa habría sido reclamada por la justicia por sus notables dedudas con Hacienda y el Banco de Luxemburgo. Cifras que Lecturas valora como posible ruina económica.
El inicio de toda esta caída fue su relación familiar con padres y hermanos, la cual, desde 2008 y a raíz de una carta donde la familia Sánchez Vicario afirmaba que el marido de Arantxa querría aprovecharse de la fortuna de la propia Arantxa, quedó completamente rota. Tras hacerse cargo de su propia fortuna -en manos hasta ese momento de su padre, Emilio Sánchez- y de desvelar en una autobiografía que sus padres habían arruinado su vida personal y económica, debido a una mala gestión de su patrimonio, la familia se rompió irremediablemente.
A su vez, Arantxa arrastraba deudas por valor de 5.2 millones de euros entre 2001 y 2009 por no pagar los correspondientes impuestos de 1989 a 1993. Para hacer frente a esta deuda, Arantxa solicitó un aval al Banco de Sabadell, a su vez contravalada por una cuenta que ella tenía en el Banco de Luxemburgo. Una vez se intentó ejecutar el aval de la cuenta, ésta estaba completamente vacía, de ahí que la justicia esté tras la tenista. La revista relata que el padre habría vaciado la cuenta y se habría llevado el dinero a Suiza para colocarlo en fondos de inversión que han desembocado en la ruina. Así, el Banco de Luxemburgo demandó a Arantxa en 2011.
Para ello, Arantxa vendió sus casas de lujo en Barcelona y Formentera, con las que esperaba recaudar entre 8 y 10 millones de euros. Una vez vendidas, Arantxa no habría satisfecho la deuda, sino lo habría utilizado de manera personal, de ahí que sus cuentas se encuentren embargadas por la justicia. El siguiente paso ha sido comunicarse con las empresas que han tenido vinculo profesional con la extenista, con el fin de que cada actividad comercial que tenga con ella, sea embargada y no llegue a las cuentas de la catalana.