
Roger Federer y Gael Monfils se enfrentan este jueves en los cuartos de final del US Open. El extravagante jugador francés, que no ha cedido un set en el torneo, supone la primera amenaza seria para el suizo en Nueva York. El vencedor disputará su semifinal contra Tomas Berdych o Marin Cilic.
Cuando hace dos semanas se sorteó el cuadro masculino del US Open, surgió la opinión generalizada de que Roger Federer afrontaba un camino asequible hacia la final. Gael Monfils llega dispuesto a destruir esta creencia a partir de las 20:00 horas en Nueva York (02:00 del viernes en España).
El extravagante Gael no sólo ha sido un 'jugador de youtube' en este US Open. Sin los problemas físicos que frecuentemente le han acompañado, Monfils ha mostrado su cara más consistente y agresiva en estas dos semanas. Se planta en los cuartos de final con la autoridad propia de un candidato al título, sin ceder un set.
Sin embargo, el tenista parisino se aproxima a sus límites históricos. A lo largo de su carrera, Monfils, que ha disputado cinco cuartos de final de Grand Slam, sólo ha superado esta barrera una vez (semifinales de Roland Garros 2008). Es decir, nunca ha alcanzado la semifinal de un grande ajeno a la tierra batida. Tampoco ha sido capaz de derrotar a Federer en un Grand Slam, a pesar de los tres enfrentamientos en su superficie predilecta y ante su público de Roland Garros.
Los dos encuentros más recientes entre ambos -Shanghai 2013, donde ganó Monfils, y el último Masters 1000 de Cincinnati, donde Federer se impuso en tres sets- indicaron igualdad. Pero a priori, el formato de cinco sets favorece al suizo, más regular y ordenado en su patrón de juego. Al margen de consideraciones técnicas, el francés deberá contener su anarquía ante Roger, un tenista que acelera cuando aprecia un vacío en su rival. Entre halagos a su adversario de esta noche, Roger afirma que Gael “no quiere jugar a veces por razones que sólo él puede explicar”.
Las opciones de Monfils pasan por no fiar su suerte a su extraordinaria capacidad atlética, a no aceptar sistemáticamente una posición defensiva y a correr sólo cuando sea necesario. Ningún tenista penaliza una actitud pasiva como Federer. La agresividad y profundidad en los golpes del francés serán imprescindibles para que Roger no tome la iniciativa con su derecha y se acerque a la red con garantías.
Para Federer, el único secreto será mantener su habitual patrón de juego y ejecutarlo con acierto. Probablemente, con mayor prudencia en las subidas a la red ante un jugador extraordinario cubriendo espacios.
“Ahora mismo, es el jugador de tenis más grande que hemos tenido, y para mí siempre es un reto jugar contra él. Siempre es algo grande, porque pase lo que pase, diré a mis hijos que jugué contra él. Cuando tienes esta oportunidad, es por lo que creo que juego a tenis, por lo que entreno, por lo que me levanto cada día”, comenta el francés sobre el suizo. Roger responde a Gael con más halagos: “Creo que puedo hablar en nombre de muchos jugadores. Nos encanta verle jugar”.
Las buenas palabras quedarán enterradas este jueves cuando el mundo les mire. Una batalla en el escenario más grande del mundo entre dos tenistas espectaculares pero antagónicos. Para Federer, la oportunidad de volver a una semifinal del US Open tres años después y acercarse a la mayoría de edad en títulos de Grand Slam. Para Monfils, la ocasión de contar a sus futuros hijos que además de jugar contra Federer, le ganó.