Garbiñe Muguruza y su año mágico

Garbiñe Muguruza está dispuesta a seguir haciendo ruido en el circuito femenino de la WTA. El presente curso la está catapultando a unos puestos de privilegio en el ránking tanto de individual como de dobles. Muguruza hoy disputará su octavo cuarto de final del año y se presenta como una de las candidatas a estar en instancias finales del US Open.

Esta tarde una joven de 20 años con sonrisa risueña fuera de la pista pero mirada asesina dentro de ella buscará una nueva semifinal de un torneo WTA. Para llegar a tal instancia tiene la difícil tarea de superar a otra de las sensaciones del año, la explosiva italiana Camila Giorgi. Ambas jugadoras se enfrentaron una vez (Madrid 2013) y el triunfo fue para la italiana en tres sets.

Pero poco tiene que ver la situación del pasado año a la de ahora. Garbiñe es una jugadora diferente. Quemó etapas a pasos acelerados, fue concienciándose de la importancia de cada entrenamiento, del día a día y maduró en cuestión de meses para poder estar realizando la mejor temporada de su carrera.

Muguruza no solo superó con éxito una operación para curar la osteocondritis disecante de astrágalo que le afectaba al tobillo derecho sino que también supo llevar con madurez una recuperación que fue lenta y le supuso estar en el dique seco durante cuatro meses.

La vuelta parecía que sería también progresiva y que los resultados, si trabajaba bien y a conciencia, llegarían a mediano o largo plazo. Pero no fue así. Nada más aterrizar en Oceanía se coló hasta los cuartos de final en Auckalnd y se consagró campeona en Hobart consiguiendo su primer título profesional.

Esto fue un indicador que Garbiñe estaba recuperada y lista para dar el gran salto, romper la barrera de las 50 mejores del mundo y empezar su carrera como profesional de más alto nivel. Aún con casi tres meses de temporada por disputarse, Garbiñe ya se ha metido en 8 cuartos de final en 2014 (Stanford, s’-Hertogenbosch, Roland Garros, Marrakech, Florianopolis, Hobart y Auckland).

Estos resultados son síntoma de la regularidad que está encontrando en su cabeza y en su tenis. No solo fue capaz de ganar títulos sino que también cuajó grandes actuaciones en los torneos más grandes del mundo: octavos de final en el Australian Open y cuartos de final en Roland Garros. La cruz la encontró en Wimbledon donde no pudo superar la primera ronda.

Fruto de estos éxitos llegaron los cambios lógicos en el ranking. Muguruza comenzó el año en el puesto 64º de la clasificación mundial y mes a mes logró ir escalando posiciones para meterse hasta el puesto 26º que es el que ocupa a día de hoy. Lo más ilusionante para ella es que tiene todos los números de seguir subiendo ya que no defiende ningún punto en lo que resta de temporada. Dos meses y medio limpios de defensa. Una buena oportunidad para seguir rascando puntos. Incluso poder soñar con llegar a Singapur ya que ocupa el puesto número 20º de la clasificación. Una hazaña que se presenta complicada pero su actuación en el US Open determinará si es posible o no. Garbiñe, desde luego en ello no piensa. Es correr en exceso y querer saltarse pasos que ahora mismo no están en su cabeza.

Además, el año de Garbiñe no solo está siendo excepcional a nivel individual sino que también está logrando resultados impensables en dobles junto a Carla Suárez. Las dos mejores raquetas del país unieron fuerzas para hacer una de las parejas más solidas de la temporada. En su primer año juntas ya han ganado un título (Stanford), jugado final en Madrid y semifinales en Roland Garros. Garbiñe y Carla son la pareja número 20 del ranking y la 8º en el camino a Singapur.

Muguruza sigue sonriendo y el tenis le sonríe a ella. Hoy ante Camila Giorgi quiere seguir sumando triunfos y éxitos en los torneos. El hambre de gloria de una chica con una ambición sin techo.