Los más jóvenes quizás no sepan quién es Patrick Rafter, muchos de los que nos visitan en la página seguro que sí (no por viejos, sino por sabios). Él es Patrick Rafter y se cumplen justo 15 años desde que se convirtiera por primera vez en número 1. Puesto que perdió a la siguiente semana y que nunca más volvió a recuperar, convirtiéndose así en el hombre que menos tiempo fue número 1 de la historia.
Rafter era un tenista peculiar. Con un look llamativo, su juego no lo era menos. Llevaba por el bandera el casi desaparecido saque-volea, juego que le hizo ganar dos veces el US Open de manera consecutiva en el año 1997 y 1998, pero no fue hasta 1999 hasta cuando se hizo con el puesto más alto de la clasificación ATP. Curiosamente, peleaba por aquel entonces por el trono mundial con dos tenistas de la talla de Andre Agassi (al que le quitó el número 1) y Pete Sampras (el que le quitó el cetro una semana después).
Su relación con Sampras nunca fue del todo buena. Allá por 1998, luego de ganar el US Open el año anterior y el torneo de Cincinnati ante el norteamericano, Pete fue preguntado sobre cuáles eran las diferencias entre Rafter y él, Sampras respondió que 10 Grand Slams (el estadounidense tenía 11 por aquel entonces). Un año antes, Patrick declaró que su relación con Sampras no era buena: "No somos los mejores amigos, digámoslo así. No iríamos juntos a tomar algo". De esta manera, llegamos a las semifinales del US Open en el 1998.
Era un encuentro con mucha tensión y el australiano se iba a tomar su particular venganza derrotando al estadounidense en cinco sets. Sampras, enfadado, no saludó en la red a Patrick, que explotó en rueda de prensa. "Él no muestra nada de respeto por el ganador y eso es lo que de verdad me cabrea y es por esto que voy a intentar cabrearle todo lo que pueda y más".
Rafter se llevaría también aquel torneo, mandándole otra pullita a John McEnroe, que un año antes tildó de "flor de un día" a la victoria del australiano en Estados Unidos. "¿Qué dirá ahora McEnroe?", comentó de manera irónica Patrick por aquel entonces.
Pero ese sería el último grande que se llevaría Rafter, aunque volvió a jugar dos finales más en Wimbledon en los años 2000 y 2001, una la perdió precisamente ante Sampras y la otra ante Ivanisevic. Patrick se acabaría retirando de manera oficial en 2002 y su último partido oficial lo jugó en Copa Davis en 2001. Alegó no sentirse motivado para seguir compitiendo y colgó la raqueta a los 28 años de edad aunque tuvo un breve regreso a las pistas este mismo año, donde jugó el dobles del Open de Australia junto a Lleyton Hewitt, siendo derrotados en primera ronda.