Hace un par de días comentábamos que Nadal era relegado en su debut en Roland Garros a la Suzanne Lenglen. Después de haber ganado el año pasado, el número 1 del mundo hacía su debut en un Grand Slam en una pista que no era la central. En aquella ocasión, debatíamos si eso era un gesto bonito o no por parte de la organización, pero hoy vuelve a estar candente debido al hecho de que un partido entre Nadal y Ferrer como el de hoy se ha puesto en la Lenglen.
Llama mucho la atención que la organización haya hecho esto. Vale que el único francés que queda vivo en el cuadro, Monfils, juega hoy también y tiene todo el sentido del mundo que lo pongan en la pista central, pero, ¿no habría otra manera de hacer las cosas?
Por ejemplo, no poniendo los partidos a la misma hora. Hasta las dos de la tarde no hay partidos en París de estos cuartos de final. En ningún otro torneo (que yo recuerde) se pone un partido de cuartos de final masculino, con más peso aún si cabe por el hecho de jugar el número 1 del mundo contra el finalista de tu torneo el año anterior, en tu segunda pista. Por supuesto que la organización hace y deshace a su gusto, que para eso es su torneo, pero se olvidan de quién son los verdadeors protagonistas aquí. Y esos no son otros que los tenistas.
No estoy diciendo que se releguen los partidos femeninos a la Lenglen, ni mucho menos, pero por dar ideas... se podría poner los cuatro partidos de hoy en la central, con diferentes horarios todos, poniendo dos de mañana y otros dos de tarde, a diferentes precios entre uno y otro. Haciendo que haya tenis desde las 11 de la tarde hasta el fin de la jornada, non-stop. Iría más gente a las gradas y habría más audiencia y no se apagaría el tenis a las seis de la tarde, como ayer.
En televisión, se juntan dos partidos de interés, haciendo que tengas que elegir uno u otro. Y lo mismo para un espectador. ¿Qué pasa si un francés quiere ver a Monfils y a Nadal en el mismo día? ¿Tiene que elegir entre uno y otro por que han decidido ponerlos en estadios distintos? Sea como fuere, queda feo de cara al mundo que un torneo de Grand Slam ponga en la segunda pista al ex-campeón y número 1 del mundo y al ex-finalista y número 5 del mundo.
"Eso no ocurriría en un torneo como Wimbledon", comentaba Barry Flatman, de la BBC hace un par de días. Pues quizás tenga razón.