La final más corta de la historia de Roland Garros tuvo como protagonistas a la alemana Steffi Graf y a la soviética Natalya Zvereva en el año 1988. La alemana humilló a su rival endosándole un doble 6-0, marcardor nunca antes visto en la competición ya que la victoria más clara se remontaba a 1926 cuando Suzanne Lenglen derrotó a la norteamericana por Mary Browne por 6-1, 6-0. ¿Qué pasó aquel día?
Zvereva, con tan sólo 17 años, se plantaba en la final del French Open de 1988 derrotando en cuarta ronda a la grandísima Martina Navratilova y salvando dos bolas de partido en semifinales ante Nicole Bradtke. En frente, tendría a Steffi Graf, dos años mayor que ella pero ganadora ya de dos Grand Slams por aquel entonces (Roland Garros, 1987 y Open de Australia 1988). La soviética tenía la ilusión de poder hacer mejor papel en la final del abierto parisino que su compatriota Olga Morozova, que en 1974 perdió la final ante Chris Evert por 6-1, 6-2. Después de lo que pasó, seguro que Zvereva desearía haber ganado al menos los tres juegos que pudo ganar Olga.
Graf estaba de dulce. Venía de derrotar a todas sus rivales en sets corridos y sólo sufrió en el segundo set de semifinales ante Gabriela Sabatini, donde tuvo que tirar del tie break para derrotarla. En la final, no es que fuera superior a su rival sino lo siguiente a eso. Steffi logró 49 puntos para hacerse con la copa mientras que Natalya sólo pudo conseguir 13 puntos y nunca tuvo bola para lograr un juego. En sólo 32 minutos de encuentro, ya se encontraba dándole la mano a su rival mientras el luminoso reflejaba un 6-0, 6-0 que anteriormente sólo se había repetido en la final de un Grand Slam como Wimbledon en 1911 donde Dorothy Lambert Chambers derrotó a D. P. Boothby. Ni la propia Zvereva conseguía encontrar explicación a lo que había sucedido. Micrófono en mano y ante el público, la soviética, entre lágrimas, comentaba: "Este ha sido el peor partido de mi vida pero mi mejor torneo". Vaya contraste.
La alemana, por su parte, mientras sostenía la Copa de plata en sus manos agradeció al público su apoyo y pidió perdón a la vez. "Lo siento, ha sido todo muy rápido".
En rueda de prensa, Zvereva aparecía completamente abatida. Sin consuelo. Minutos antes, Steffi Graf se le había acercado en el vestuario y le intentó animar diciéndole que estaba segura de que después de aquello aprendería y mejoraría. En un momento, durante su rueda de prensa, mientras declaraba que había sido "un partido malísimo", se tapó los ojos, cubiertos en lágrimas y abandonó la sala sin poder decir nada más. Al año siguiente se quitaría la espina ganando Roland Garros, no en singles, pero si en dobles, donde acabaría con un grandísimo palmarés ganando hasta 18 títulos de Grand Slam.
Steffi Graf, por su parte, declaró que se sintió "muy sorprendida" de poder haber derrotado por un doble 6-0 a su rival en la final. Aquel año, la alemana conseguiría ganar los cuatro Grand Slams y el Oro Olímpico en Seul, completando un año para la historia.
Final Roland Garros 1988: Steffi Graf Vs Natalya Zvereva, 6-0, 6-0.