
Si antes de comenzar las distintas eliminatorias todos pensábamos en varias selecciones favoritas, tras la jornada de hoy cambiaríamos de opinión. Así es la Davis, tan inesperada como emocionante. Una Francia que esperaba pasearse ante Alemania se ve ahora al borde del abismo. En Suiza no pensaron que Kazajistán fuera a dar tanta guerra mientras que República Checa impuso su ley en Japón. El Italia-Gran Bretaña debió suspenderse por falta de luz.
Francia-Alemania (0-2). Una de las mayores sorpresas de los últimos años en la Davis.
En la presentación de la eliminatoria nadie daba un duro por el equipo germano. Mermado por las bajas, Alemania aparecía con básicamente tres jugadores mientras Francia traía toda su artillería pesada. Lo que parecía ser una marcha tranquila y triunfal por los franceses se convirtió en toda una pesadilla. Y es lo que tiene la Davis, que aunque juegues en casa y ante una rival de nivel inferior al tuyo puedes salir escaldado de la misma forma que salió la selección gala tras la primera jornada.
Julien Benneteau se las prometía felices con 4-0 arriba en el primer set ante un Tobias Kamke nombrado primera raqueta de su selección tras las bajas de Kohlschreiber, Mayer o Haas. Lo que sucedió las siguientes dos horas fue una auténtica tortura para el francés, que sólo pudo ganar 8 juegos más en el resto del partido para ceder por 7-6, 6-3, 6-2. Tras esta inesperada derrota, todos los ojos estaban puestos en Jo-Wilfried Tsonga, que debía luchar ante un desconocido llamado Peter Gojowcyk, situado en el puesto 119 del mundo y que venía de perder en cinco partidos consecutivos, todo primeras rondas o primer partido de clasificación. El nivel mostrado por el teutón sorprendió a propios y a extraños. Tanto fue así que llevó al quinto set a todo un ex-top 5 como Jo. A pesar de que el francés tuvo dos bolas de partido, el alemán supo darle la vuelta al marcador y apuntar el segundo tanto en el marcador para su país al vencer por 5-7, 7-6, 3-6, 7-6 y 8-6. Tendrá que tirar de épica Francia que aparecía como fija en las quinielas a la final y tendrá que remar mucho para pasar a semifinales.
Japón-República Checa (0-2). La experiencia, todo un grado.
Una grada vestida con los colores de la bandera nipona y entregadísima con sus jugadores observó como una selección firme y rocosa como la checa se llevaba los dos primeros puntos de la eliminatoria. No echaron mucho de menos los checos a Berdych, que gracias a la experiencia de Stepanek y al buen hacer de Rosol ponen pie y medio en semifinales.
Aún así, no fue fácil ya que los japoneses plantaron cara y vendieron cara la piel de su derrota pese a la ausencia de su número 1, Kei Nishikori. Stepanek tuvo que ponerse el mono de trabajo para vencer a Tatsuma Ito por 6-7, 7-6, 6-1 y 7-5 tras cuatro horas de partido. Radek supo imponer su juego, basado en un gran revés y un saque férreo para remontar un primer set adverso. El nipón, aquejado de molestias en el estómago pareció desinflarse un poco al final del partido y aunque mostró signos de recuperación, el de Karviná supo cerrar el partido antes de llegar al tie break. Su compañero Rosol, por su parte, demostró que también puede hacerlo muy bien y ofreció un grandísimo partido junto a su rival Taro Daniel. Uno de esos encuentros que dan auténtico valor a esta competición. Daniel, debutante con su país en Davis, quiso dar lo mejor de sí ante un público apoyándole a rabiar. El japonés consiguió igualar a dos sets tras ir 0-2 abajo y ahí Rosol supo imponer su mayor experiencia para ganar el partido por 6-4, 6-4, 3-6, 4-6 y 6-2. Aún no hay nada dicho en esta eliminatoria pero Japón tiene muy difícil cambiar esto.
Italia-Reino Unido (1-0). Suspensión e incertidumbre.
Nápoles amanecía nublada y el primer encuentro tuvo que verse retrasado por más de dos horas por la lluvia que cayó. Ya casi cuando el sol se ocultaba, Murray logró salvar cuatro bolas de set para dejar con un mínimo de esperanzas a su selección para el día de mañana.
Y es que Fognini consiguió el primer punto para su equipo tras ganar 6-4, 2-6, 6-4, 6-1 a un James Ward que a pesar de ser bisoño sobre tierra batida consiguió darle guerra a todo un ducho sobre esta superficie como el italiano que cual gladiador romano y con medio cuerpo vendado pudo levantar el puño en señal de victoria para goce y disfrute de la hinchada transalpina que no pudo ver finalizar la jornada ya que la noche postergó el encuentro entre Seppi y Murray a la jornada sabatina. Andy consiguió llevarse el primer set por 6-4 y dejó el marcador de la segunda manga en 5-5.
Suiza-Kazajistán (1-1). La presión, ese mal enemigo.
Los suizos confiaban plenamente en la dupla formada por los números 3 y 4 del mundo, Wawrinka y Federer, ante una selección como la kazaja, que sobre el papel, no ofrecía muchas garantías. Nada más allá de la realidad.
Y es que Stan, lejos de ser ese hombre que sorprendió a todo el mundo con su tenis en Australia pareció frustrado y bloqueado por momentos, perdido en discusiones con el juez árbitro y rompiendo raquetas. El suizo, podido por la presión y dominado por su rival, vio como Golubev ofreció un gran tenis, quizás animado ante la presencia del que declara es su ídolo, Roger Federer y se llevó el primer punto para Kazajistán por un marcador de 7-6, 6-2, 3-6, 7-6. Por suerte para Suiza, Federer sí supo imponer su juego ante un Kukushkin que sólo pudo ofrecer resistencia al inicio del partido para luego ceder ante el inefable suizo por 6-4, 6-4 y 6-2. El dobles de mañana será extremadamente importante para ambas selecciones.