WTA Premier Family Circle Cup: Previa
Analizamos los puntos clave del WTA Charleston que comienza mañana Lunes 31 de marzo con las Williams como estrellas


Torneo puente entre la gira americana de cemento y la europea de tierra batida. A medio camino entre los dos tipos de pistas, la arcilla verde de Charleston tiende la mano a la tradición entre dos partes importantes de la temporada. Peculiar torneo cargado de aroma añejo y significado para la WTA. Punto de arranque para las jugadoras americanas antes de volar al viejo continente.
El Family Circle Cup exhibe orgulloso una rica historia sobre la arcilla verde que se remonta a 1973, año en que todo el tenis femenino profesional se unió para convertirse en la WTA. Es el torneo con un mayor cuadro final entre los torneos exclusivos de mujeres y la revista Family Circle es el sponsor oficial de mayor duración en el tenis profesional.
En su localización inaugural en Hilton Head (Carolina del Sur), el Family Circle Cup fue el primer evento femenino en ofrecer 100.000 dólares en premios y el primero en ser retransmitido en televisión. Se trasladó a Amelia Island (Florida) en 1975, de nuevo a Hilton Head en 1977, para acabar instalándose en su actual sede de Charleston en 2001.
La lista de antiguas campeonas del Family Circle Cup reúne a las grandes de todos los tiempos, con nombres como Tracy Austin, Jennifer Capriati, Steffi Graf, Justine Henin, Martina Hingis, Conchita Martínez, Martina Navratilova, Gabriela Sabatini, Arantxa Sánchez-Vicario, Serena y Venus Williams. Chris Evert es la jugadora con el record de campeonatos, con ocho títulos en su haber.
Las Original 9, las nueve jugadoras que firmaron contratos con Gladys Heldman, editor de World Tennis, para competir en lo que sería el Slims Series Virginia en 1970, se reunieron en abril de 2012 en el 40º aniversario de la Family Circle Cup.
Charleston da el pistoletazo de salida a la gira más larga y continuada de torneos sobre arcilla de la temporada, con unas pistas más rápidas que las europeas y la particularidad de las tonalidades verdosas que son su tarjeta de presentación.
Narrativas a observar:
Venus y Serena Williams. Las hermanísimas también tienen su particular idilio con este torneo. No tan intenso como con Miami, pero entre las dos han vencido en 4 ocasiones en Charleston. Serena (a la espera de lo que suceda en la gran final de Miami contra Na Li) ha retomado sensaciones y llega en plena forma. El año pasado la tierra batida la encumbró y en 2014 buscará continuar con sus éxitos tras descubrir sus secretos. Venus defiende las semifinales de 2013, donde cayó precisamente ante Serena. Su nivel actual es mínimo de Top20 y es donde esperamos verla antes de Wimbledon.
Sara Errani. La transalpina lleva un inicio de temporada irregular que la ha visto retroceder hasta la última posición del Top10. Con 9 triunfos por 7 derrotas, Sara se encuentra en tierra de nadie. Ha perdido esa chispa de las dos temporadas anteriores, traduciéndose también en la imbatibilidad que mantenía con Vinci en el dobles. Clásica jugadora de tierra batida, este curso no solo debe tomar oxígeno sino también dar un paso adelante y comenzar a cobrarse vícimas ilustres sobre su superficie fetiche.
Samantha Stosur. Irregular como pocas, Samantha es un misterio. En 2010 arrasó en la semifinal a Zvonareva, por lo que sabe adaptar su poderoso brazo a las pistas de arcilla. No olvidemos que hablamos de una finalista de Roland Garros. La aussie acostumbra a experimentar combustiones puntuales en semanas determinadas, esta puede ser una de ellas.
Otros nombres a tener en cuenta:
Maria Kirilenko. Retorno esperadísimo y más prolongado de lo que se preveía al inicio. La rusa vuelve por fin con el objetivo de recortar distancias y recuperar posiciones. La iron woman de la WTA necesitará probablemente de varias semanas para ajustar su físico y su juego. Puede competir con la tranquilidad que no se le exige nada y que un buen resultado será un estímulo para continuar trabajando en su puesta a punto.
Caroline García. La joven francesa está despertando y lo ha demostrado en Indian Wells y Miami. Se la ha visto más madura y confiada. La jugadora a la que una vez Andy Murray pronosticó que se convertiría en Nº 1 (lo de Andy no tiene nombre) parece estar saliendo del pozo de malos resultados en el que se encontraba inmersa. Tras deslumbrar hace unos años, como suele ser habitual con otras debutantes que después bajan de nivel (Bertens, McHale, Arruabarrena, Cornet), parece por fin haber alineado todas las piezas y la frescura de su juego volvió a asombrar a propios y extraños en las pistas americanas. La WTA precisa de este perfil de jugadoras, potentes pero también con cabeza, para iniciar su particular New balls, please.
Yaroslava Shvedova. He de confesar que la indomable kazaja es una de mis debilidades. Su insolencia, su potencia, la agresividad de su juego … todo eso debió superar Serena Williams en la segunda ronda de Miami. Si el sorteo le depara unas primeras rondas asequibles, que tiemblen las favoritas.
Paula Ormaechea. Similar papel al que acometerá Monica Puig en Monterrey. Dos jóvenes latinas, dos jugadoras de toma y daca que tratan de hacerse un lugar en el circuito WTA. Ambas tuvieron finales de temporada 2013 potentes y ambas han empezado algo estancadas este año. La argentina tiene garra y aptitudes para hacer una buena gira de tierra batida, que la ayudaría a escalar hasta el Top40-50, objetivo asequible para este año.
¿Y vosotros? ¿Quiénes son vuestras favoritas para el triunfo final en este cuadro tan extenso y variado?