Alarma Del Potro

El máximo favorito al título se despidió de Rotterdam con evidentes molestias en su muñeca izquierda.

Juan Martín Del Potro cayó derrotado en cuartos de final del ATP 500 de Rotterdam ante Ernest Gulbis por 3-6 y 4-6. El argentino no pudo contra el letón que mostró un tenis agresivo, solvente y directo. Del Potro evidenció problemas en su muñeca izquierda. Tuvo que ser atendido y abusó del revés cortado para evitar mayores dolores. Se enciende la alarma en el tandilense.

"Sé que la muñeca está yendo mejor, no estoy preocupado por eso. Tengo que jugar y no pensar mucho en eso. A veces es frustrante, pero el problema de la muñeca no es peligroso, así que puedo lidiar con él".

Esto dijo Juan Martín Del Potro al vencer a Paul Henri Mathieu 24 horas atrás. Calmaba las aguas y restaba importancia a los dolores de su muñeca izquierda.

Sin embargo, hoy, el argentino, no fue capaz de olvidarse por un segundo de ese sufrimiento. Las molestias en la muñeca están bien presentes y le condicionan los partidos.

Cortados, cortados y más reveses cortados venían por el lado del argentino. Son el presagio del daño. Cuando un jugador utiliza recursos que no son sus armas fuertes es sinónimo que algo no está en orden en su cuerpo, mente o juego.

"Los médicos están tranquilos por cómo se va desarrollando, puedo jugar con un poco de dolor, es algo esperable tras no haber tocado una raqueta por tanto tiempo" dijo Del Potro tras reencontrarse con la competición después de más de tres semanas de inactividad oficial.

¿Puede jugar? Sí. Pero de derecha. Por el lado del revés no fuerza. Juega a dos manos pero solo empuja la pelota. No genera fuerza en el impacto que es el momento del máximo dolor.

Pero Del Potro no perdió el partido únicamente por sus dolores. Enfrente tuvo a un jugador que lo superó en todos los aspectos. Gulbis conectó 37 tiros ganadores contra solo 12 del argentino, 13 aces por 5 de Juan Martín, ganó 8 de las 9 veces que subió a la red y un 83% de los puntos jugados con el primer saque. Números tremendos para tan solo dos sets de partido.

Gulbis está ofreciendo una versión mejorada de su propio jugador. No se despistó en todo el encuentro. Tuvo claro su papel en el partido y volvió a demostrar que está para pelearle a cualquiera de tú a tú. El letón no es de los que se achican. Ruge en la cancha y enseña una competitividad propia de un campeón.

Si se habla de campeones se puede decir que Del Potro no revalidará su corona. El campeón vigente se despidió con incertidumbre y frustración en el cuerpo. Estuvo con dudas. No solo de juego sino mentales. Sabe que tiene problemas físicos y estos nunca son buenos aliados en un deportista de élite.

En el 1-3 del segundo set sacó la rabia interior. Pegó un grito de impotencia. De dolor. Retumbó en todo estadio cubierto de Rotterdam. Su mente probablemente iba más allá. En el futuro que le deparará la muñeca izquierda.

En su memoria queda ese año entero fuera de competición por problemas y la operación en la otra muñeca, la derecha.

Es pronto para sacar conclusiones. Según el argentino, los mismos médicos le aseguraron que sufriría dolor al volver a la competición. Si esas molestias se extienden se tendrá que actuar.

Al máximo nivel mundial no es posible competir con un golpe menos. Hoy Del Potro lo volvió a sufrir y lo pagó.

Con la derrota de hoy, Juan Martín Del Potro cede posiciones en el ranking de la ATP y dejará de ser la cuarta mejor raqueta del planeta.

David Ferrer, independientemente de lo que haga en Buenos Aires, lo pasará a partir del lunes y Andy Murray también puede superarle si llega a la final de Rotterdam.

El futuro más próximo del mejor jugador argentino es incierto. Tendrá que poner en la balanza si conviene jugar a media máquina o realmente parar, operarse, recuperarse y volver con plenas garantías como ya lo hizo allá por el 2010.

El revés cortado es el síntoma del dolor.

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