Nadal: "Me dolía la espalda desde el calentamiento"
El balear se vio mermado por problemas en la zona lumbar


Rafael Nadal cayó derrotado en la final del Australian Open a manos de Stanislas Wawrinka (6-3 6-2 3-6 6-3) en un encuentro marcado por las molestias físicas arrastradas por el balear. Atendido en la zona lumbar, circunstancia que requirió asistencia en el vestuario, el español vio condicionado sus prestaciones de servicio y sobre todo, de movilidad.
En la rueda de prensa posterior al encuentro el mallorquín destacó que los dolores en la zona mencionada estuvieron presentes desde el calentamiento. Queriendo en todo momento subrayar, eso sí, el nivel mostrado por el rival para terminar coronado en Melbourne.
"La espalda la he sentido desde el calentamiento. La situación empeoró un poco en el primer set. Al final de la primera manga me comencé a sentir peor" indicó un Nadal, que solicitó atención del fisioterapeuta en los primeros compases del segundo parcial.
"Al principio del segundo set fue el momento clave. Sentí durante un servicio, al realizar un mal movimiento, que la zona estaba realmente rígida, muy mal" subrayó Rafael, cuyos servicios llegaron a descender por momentos hasta los 140km/h, quedando bastante clavado de pies ante cualquier apertura de pista ejecutada por Wawrinka.
En todo momento quiso el balear indicar el gran nivel de juego desplegado por Wawrinka, algo atenazado ante las circunstancias pero firme para terminar decidiendo en su favor el encuenro. "En cualquier caso, no es el momento de hablar de eso. Es el momento de felicitar a Stan. Está jugando un tenis increíble. Realmente merece ganar este título. Estoy muy contento por él" afirmó sobre Stanislas, nuevo número 3 del mundo tras batir coronar su primer grande y batir a los dos primeros tenistas de la clasificación.
¿Qué tratamiento recibió en el vestuario? "Podéis preguntarle al fisioterapeuta, porque en ese momento yo estaba demasiado preocupado para pensar en los sucedido. Trató de relajarme un poco la espalda. Cuando eso sucede durante durante un partido es casi imposible de lograr. Pero lo intenté".
"Lo último que quería hacer era retirarme. Odio hacer eso, especialmente en una final" indica Rafael, cuyo último abandono data de hace exactamente cuatro años. "Al mismo tiempo, es duro verte a ti mismo durante todo el año trabajar por un momento como este, llegar a este instante y sentir que no eres capaz de rendir a tu mejor nivel".
"No ha sido una situación fácil de llevar para mí en pista, pero lo intenté hasta el final, tratando de cerrar el partido tan bien como pudiera por la afición, por el rival, por mí mismo. Eso es lo que hice: todo cuanto pude hasta el final, pero era imposible ganar de esta manera. El rival era demasiado bueno".