Azarenka camina firme en Australia
La bielorrusa, campeona de las últimas dos ediciones, se planta en cuartos de final con el frente abierto


En Melbourne, una balsa de aceite. Cuando Victoria Azarenka salta a la Rod Laver Arena para tumbar a Sloane Stephens (6-3 6-2), lo hace anudada a una certeza: mientras ella aún debe desbrozar un reto tan prematuro como la ronda de las 16 mejores, dos de sus principales rivales, las últimas supervivientes con galones de campeonas en Australia, con experiencia en alzar un Grand Slam sobre cemento, dijeron adiós ante sus ojos. Horas atrás Serena Williams, pentacampeona, se inclinó ante la serbia Ana Ivanovic. Minutos antes María Sharapova, campeona de 2008, se entrega ante Dominika Cibulkova.
En un partido de tensión por recuerdo, reedición de la controvertida semifinal disputada en 2013, la bielorrusa ofrece un encuentro de gran candidata. Doce meses atrás, al colisionar con la estadounidense, una solicitud de atención médica que se extendió durante 10 minutos cuando Sloane servía para mantenerse en el partido, y que terminó con el quiebre decisivo, generó una enorme polémica. Azarenka debió competir con esa presión añadida en Melbourne y no pudo contener las lágrimas al cerrar la quincena como campeona.
Azarenka mostró un sentido de responsabilidad tremendo. Viendo cómo el frente se desmorona de favoritas, disputó el partido más serio del torneo. Plenamente enfocada. Sin titubeos. Haciendo de la construcción del punto con profundidad una constante con apenas grietas. Rompiendo el plan de Stephens por la raíz, quebrándole en el inicio de ambas mangas y drenando cualquier sensación en la norteamericana.
Promediando una subida a la red por juego, con 17 incursiones en otros tantos juegos, Victoria sigue puliendo el arsenal de recursos. Salvo el área de servicio y una derecha que palidece ante un colosal revés, queda establecida como una jugadora realmente completa.
En ningún momento pudo Sloane encontrar la autoridad con la derecha, flanco evitado por Victoria, vital para girar a una oponente de los recursos defensivos de la bielorrusa. Siendo incapaz de zarandear a Azarenka en el fondo de pista, quedó a merced de la regularidad de ésta. La número 2 del mundo, una pared sin resquicio. Mucho más afilada al resto (14 opciones de rotura procuradas frente a las 2 de Stephens) compitió con el control casi siempre de su lado.
Fue un mensaje a navegantes. Una demostración de autoridad antes del asalto a las rondas decisivas. La mejor Azarenka del torneo surgió al tiempo de las caídas de las grandes torres.
En estos momentos tanto ella como la china Li, que disputaron la final de 2013, encabezan quinielas para agarrar el trono. ¿Considerarse candidatas? "Por ranking, quizá. Por juego, considero favorita a nadie. Cualquiera, en un día dado, puede sacar su mejor versión. Lo hemos visto en los últimos dos días. Debes estar alerta". En Melbourne, donde se asalta a las favoritas, la reina yergue la espalda.