"Nadal no interpreta las situaciones amenazantes como un peligro, sino como un desafío"

En Punto de Break abordamos una charla sobre cómo Rafa Nadal interpreta las diferentes situaciones de partido desde el punto de vista psicológico. Una cabeza digna de

Nacho Mühlenberg | 10 Dec 2013 | 11.26
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Vicente Cuairán es el Director Ejecutivo-Deportivo de Tennis Mind Institute. Empresa que se dedica a entrenar la fuerza mental de los jugadores de tenis. En TMI han trabajado con jóvenes promesas y a partir de 2014 comienzan a asesorar a jugadores profesionales. Su misión es entrenar la fuerza mental de los tenistas para que desarrollen una mentalidad ganadora que les permita dar una respuesta de calidad en la pista.

En la cuenta de Twitter de Tennis Mind Institute siempre hablan del estrés competitivo. ¿Qué es exactamente esto?

El estrés es una reacción del ser humano que responde a las amenazas del entorno. En el caso del tenis, es el partido. A cualquier situación que él considere amenazante.

¿Cómo se reacciona a este tipo de amenazas?

Los jugadores son capaces de dar dos tipos de respuesta al estrés: el estrés bueno, llamado eutrés, es aquel que me permite ver la situación amenazante de partido como un desafío y el estrés malo denominado distrés. Este último, es aquel que me hace ver la situación amenazante del partido como un peligro. (Miedo a perder, miedo a fallar, miedo a no dar la talla...)

Dos visiones completamente opuestas.

Sí. La calidad de la respuesta en pista, va a depender del tipo de estrés que demos a la situación amenazante.

¿Puede ser éste un factor clave que diferencie a los realmente muy buenos jugadores del resto?

Claro. Los mejores son capaces de salir bien parados de las situaciones difíciles del partido, de las situaciones que el jugador considera amenazantes. Los otros no.

Se me viene a la cabeza el número uno del mundo, Rafael Nadal. Él no se arruga en momentos clave.

¿Nadal por qué es Nadal? Porque en las peores situaciones de partido, es capaz de interpretar esa situación amenazante no como un peligro, sino como un desafío.

Saca lo mejor de sí en esos trances del partido.

Sí. Como él esa situación la vive como un desafío, genera un estrés bueno que le permite dar una respuesta de calidad.

¿Exteriorizar los sentimientos y pensamientos gritando o protestando es una mala manera de afrontar este tipo de situaciones?

Claro. Es un síntoma. Todos los jugadores que terminan gritando y protestando están interpretando mal la situación. Hay algo que no se está entendiendo bien cuando suceden estas cosas. Si entiendes bien la situación, es difícil ver ese tipo de respuestas. Tirar la raqueta, gritar…

¡Qué complicado es que no pasen este tipo de cosas cuando te enfrentas a un jugador como Nadal que es un frontón!

¡Esta es la gran baza de Nadal! Que el resto de jugadores ya van con esa creencia. Ya piensan: ¡A este tipo es imposible ganarle! Le tengo que ganar siete veces el punto.

¿Cómo se le plantea entonces el partido?

La estrategia de partido es clara. Uno: tener muy claro que a Nadal se le gana en las peores condiciones y situaciones de partido.

La teoría puede parecer fácil, ahora la práctica se avecina más complicada.

Y sí, pero hay que ser capaz de entender que le voy a tener que ganar siete veces el punto, por lo que el valor de la paciencia es fundamental. O integras el valor paciencia en el juego para vencerlo o se va a ser imposible ganarle. No queda otra que generar esta disciplina.

Algunos pareciera que ya salen derrotados a la pista.

Ese es otro de los problemas que tienen los rivales a la hora de enfrentarse a Nadal. Los rivales suelen tener la percepción del partido de perdedor-ganador.

¿Qué es esto?

Que ya van pensando que tienen muchas posibilidades de perder. Es una posición que te limita bastante ya que das por hecho que vas a perder.

No puedo no pensar en gente como Wawrinka y Berdych. Siempre fallan en los partidos con el mallorquín.

Tienen la creencia al inicio del partido que pueden ganar. Pero cuando la amenaza se presenta, generan ese estrés malo. Cuando la situación se pone difícil están más pendientes del peligro que supone esa situación que no del desafío de poder vencer a Nadal.

¿Este aspecto se puede mejorar?

Claro. Trabajando las creencias. En la base de cualquier respuesta, están las creencias. Son como las normas de juego. Yo respondo a tal situación, en función de lo que creo. Si yo creo que Nadal me va a hacer trabajar mucho y no estoy a gusto con esa creencia, luego me va a costar mucho.

Se me viene a la cabeza la rivalidad entre Federer y Nadal. ¿Crees que Rafa le tiene ‘comida la cabeza’ a Roger?

Yo apostaría que sí. Su tío Toni ya lo dijo en el libro de Rafa. Su sobrino le comentaba en un partido en Montecarlo hace muchísimos años: “Federer tiene mejor derecha que yo, mejor revés, mejor saque, tiene todos los golpes mejores que yo. ¿Qué opciones tengo de ganar así?”

¿Qué decía el sabio de Toni?

Le decía a Rada que tenía que hacer que Federer entrara en su juego. Que lo hiciera luchar, ser disciplinado, que se entregara. Estas son respuestas automáticas que Federer no tiene. Y no las tiene porque tiene tanta clase que no las necesita.

De hecho Nadal no solo gana el aspecto mental a Federer, se cobra más víctimas de cabeza el mallorquín.

A nivel mental Rafa Nadal tiene comida la moral al 95% de los jugadores. Él entra a una pista sabiendo que a nivel mental sus rivales tienen muy pocas opciones.

Impacta tanta seguridad en su cabeza.

Eso hay que trabajarlo, porque la mentalidad de Nadal no es un don natural. La ha ido trabajando a lo largo de los años gracias a su tío que le ha inculcado una serie de creencias que le han hecho pensar que cuando llega la situación amenazante la tiene que vivir como un desafío y no como una amenaza.

No teme a la derrota y se crece en situaciones complicadas.

La clave de un jugador bueno, es que en vez de sentir miedo a perder, miedo a sentir que no lo va a hacer bien, que va a fallar, piensa en que tiene la oportunidad de pensar que puede hacer algo bueno.

Muchos jóvenes deberían aprender de esto.

Mira hay algo bien claro: hay que orientar el éxito al rendimiento y no al resultado.

¡Esto sí que es complicado de llevar a cabo!

Lamentablemente la sociedad y el tenis, están más pendientes de darte un éxito en función de un resultado que no del rendimiento.