Lourdes Domínguez (48 > 69) | Temporada de resistencia. Una de las raquetas más veteranas del circuito mantiene un puesto de honor entre las cien primeras del mundo. Después de terminar el pasado curso con el mejor cierre de su carrera deportiva, ceder posiciones entraba dentro de lo valorable para la esforzada gallega. Pasan los años pero no decae su protagonismo en eventos de tierra batida.
Dos temporadas después volvió a disputar una final WTA (Marrakech) y dejó huella en un sinfín de eventos sobre polvo de ladrillo (a las puertas de semifinales en Acapulco, Núremberg, Palermo y Bastad). Pieza clave en el ascenso del equipo español de Copa Federación a Grupo Mundial, abrió la veda en la espinosa serie alicantina ante Ucrania, sellando un encuentro dramático.
Entra Lourdes en un período de voluntades, donde las derrotas superan en número a las victorias. Cortada por un patrón físico muy castigado en el deporte moderno, el plus de exigencia casa con el carácter bregador mostrado durante toda su trayectoria. Una auténtica pila de partidos a tres mangas descansan sobre las piernas de la pontevedresa. Llega un 2014 para disfrutar de una carrera con sabor añejo.