Copa Davis 2013: República Checa toma el control en Belgrado

Los visitantes logran un importante punto de dobles para acudir al domingo en situación privilegiada

Álvaro Rama | 16 Nov 2013 | 18.58
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Es la inspiración en la red y la solidez personificada. Los brillos del artista y la serenidad del aplicado. Una combinación arrebatadora que toma Belgrado por las raíces. Cuando Tomas Berdych y Radek Stepanek juntan las manos bajo la bóveda serbia caminan abrochados al convencimiento. Se saben dueños de un historial sin mácula en la competición (13-1). Vigentes campeones, caminan con los galones necesarios en un partido decisivo. La ausencia de Djokovic en el bando rival marca el inicio. Juega Serbia con el tándem habitual, el que ha creado el camino en 2013, tumbando a los Bryan y llevando al límite a Canadá. No obstante, Nenad Zimonjic, veterano especialista, e Ilija Bozoljac, esforzado compañero, terminan desbordados. El triunfo checo (6-2 6-4 7-6) deja a los defensores del título a un paso de una nueva corona.

Las aguas parecen turbulentas de inicio, mostrando grietas en una variante vital para el cuadro serbio. Nenad Zimonjic, teórico sostén del tándem balcánico, camina sin firmeza en el pulso decisivo. Corroído por los nervios, es incapaz de aterrizar pronto en el partido. Es el pilar maestro tornado en elemento débil. El hombre más veterano de siempre en disputar una final de Copa Davis carece de temple. Donde se le presupone tablas, parece un adolescente ante el primer beso. No aparece la sombra de un hombre cuya vitrina alberga casi medio centenar de trofeos.

Stepanek y Berdych toman la red ante la pareja serbia en Belgrado

Es una herida de la que pronto brota sangre a borbotones. Berdych y Stepanek, dos radares sensibles en pareja, aprovechan la incertidumbre para cargarle de juego. Restos a Zimonjic. Voleas dirigidas al veterano. Intercambios orientados sobre su figura. Incapaz de contener la hemorragia, Nenad acumula errores que van condenando a los serbios.

Stepanek y Berdych presentan de entrada un tinte amenazador. Cargan el juego con acciones en mitad de pista. Construyendo con excelsa paciencia los puntos. Dando un paso adelante pero sin pisar a fondo el acelerador. Van haciendo retroceder a los balcánicos. Primero, el ritmo de bola de Tomas y las virguerías de Radek obligan al retroceso serbio. Después, la envergadura de Berdych y los reflejos de Stepanek convierten la subida a red en un muro infranqueable. Solución en los locales: repliegue o elevada asunción de riesgos.

El único doblista puro del encuentro sigue sin encontrar el norte. Se carga de responsabilidad y tarda en posar el encuentro. Zimonjic es perseguido sin pausa. A cuentagotas, fruto de automatismos grafiados en el brazo, suelta algún punto incontenible, pero es la excepción a la norma. En el encuentro, el discutido Bozoljac lleva el peso. Los aplausos que recibe de Nenad no son de ánimo, sino reconociendo méritos. Mal asunto si el teórico macho alfa rinde pleitesía al supuesto escudero.

Zimonjic, tembloroso durante dos mangas, tardó en encontrar el punto al partido

En tal escenario, los checos juegan un partido de perros viejos. Cortando por la raíz las dos primeras mangas, quebrando ambas en el juego de apertura bajo servicios de Zimonjic, atolondrado por estos arranques negros. Stepanek quedará como el hombre del encuentro, pero su actuación recae en un Berdych majestuosamente sólido. Incontenible al servicio, constante al resto. Es una plena garantía para hacer surgir al Radek pintoresco. Seguro de inventar con la salvaguarda de un compañero de granito, el gusano encuentra vía libre a probaturas.

Con sensación casi permanente de remolque, no encuentran soluciones los serbios. Apenas una opción de rotura en todo el encuentro ilustra la escasa mordiente en la reacción. No es hasta la tercera manga cuando, comenzando Bozoljac al saque, logran sacudirse cierto oxígeno derrotista. Mantener el marcador igualado durante unos cuantos juegos hace brotar, sin llegar a niveles decisivos, al mejor Zimonjic del partido. Más suelto de piernas, con más hambre en la cinta. Se intuye cierto liderazgo buscando pasantes y el camino recto. Pero es demasiado tarde. Desaprovechado un 0-30 con 3-2 en saque de Stepanek, el último tren del partido pasa ante sus ojos.

Necesitan restar con más agresividad, no quebrarán en todo el partido, pero nunca encuentran la llave. En un set sin roturas, palpan la tensión con la situación en fase terminal. Cuando vez la ventana a alzar la voz el encuentro les exige una proeza. Hasta un 3-1 en el tiebreak se diluye, siendo incapaces de gestionar la única ventaja clara del partido.

La victoria checa en el dobles, marcada como decisiva por ambos conjuntos, deja a los vigentes campeones a un paso de la corona. Sólo España logró tal reto en el presente siglo.

Para Serbia, sin embargo, la serie ha llegado a un punto de no retorno. Solamente se ha remontado una final de Davis en la última década. Lo consiguió Serbia, ante Francia. Lo hizo en el Belgrado Arena. Esta vez, no obstante, las segundas espadas son más romas que antaño. En un grupo diezmado por ausencias, confiadas las bazas al número 2 del mundo, el control se ha cedido. Ya no todo depende de Novak Djokovic. Necesitan ir a un quinto punto y confiar en el buen hacer de un Lajovic de historial tierno. Serbia en manos del 117 del mundo. Momento crítico en Belgrado.