Roger-Vasselin y la tardía escuela francesa

El jugador galo disfruta a sus casi treinta años del mejor momento de su carrera profesional

Edouard Roger Vasselin vive el mejor momento de su carrera. La victoria lograda en el día de hoy ante Daniel Brands en los cuartos de final del ATP 500 de Basilea van a colocar al tenista galo dentro del top50 por primera vez en su trayectoria deportiva. El rendimiento del tenista de Gennevilliers, que está a las puertas de la treintena, es otro signo inequívoco del poderío de la escuela francesa, que es capaz de aunar una gama muy completa de jugadores con diferentes estilos de juego.

Roger-Vasselin conecta su noveno servicio directo y levanta los brazos. A sus 29 años sonríe porque está ante el mejor momento de su vida deportiva. En el otro lado lado de la red, Daniel Brands rompe su raqueta en dos pedazos antes de felicitar al galo por la victoria. El acceso a semifinales de Basilea le da al tenista francés la oportunidad de ingresar entre los cincuenta mejores jugadores del mundo a partir del próximo lunes. Para Doud -mote por el que le conocen en el circuito- es un premio a la constancia tras estar muchos años en la sombra y en la retaguardia del potente tenis de su nación.

A Edouard Roger-Vasselin le corre el tenis por las venas. Nacido en noviembre de 1983, es hijo de un jugador de tenis. Christophe, que nació en Londres, se convirtió en padre el mismo año en el que el último francés ganó Roland Garros. Y además fue uno de los protagonistas directos de la fiesta gala, al disputar ante Yannick Noah una semifinal totalmente francesa. Hasta entonces prácticamente desconocido, batió a Jimmy Connors en cuartos de final antes de caer ante el díscolo tenista de Sedan. En toda su carrera no volvió a exhibir un nivel similar y su mejor ranking -número 30- lo alcanzaría tras su gran torneo en París.

El nombre de Christophe cayó un poco en el olvido, como el de otros tenistas como Voltchkov o Popp que protagonizaron grandes actuaciones en Grand Slams siendo prácticamente unos desconocidos, pero empezó a sonar de nuevo tras la aparición de su hijo Edouard en el circuito. A pesar de no ser nunca una gran promesa ni tener resultados destacados en su etapa junior, se destapó en 2007, con 23 años alcanzado la tercera ronda tanto en Roland Garros como en Wimbledon. Victorias ante tenistas de la talla de Stepanek o Chela le catapultaron a finalizar en el top100 a final de ese mismo curso.

A partir de ahí, Edouard no pudo mantener el nivel exhibido en esos meses y sus resultados comenzaron a ser demasiado irregulares. En los años siguientes se convirtió en un habitual de los torneos Challenger donde ha acumulado a lo largo de su carrera cerca de doscientas victorias. El problema del de Gennevilliers, como el de muchos otros de sus compatriotas, era la actitud y la manera de afrontar los partidos. A los tenistas franceses se les acusa principalmente de no saber sufrir. Son buenos técnicamente, suelen tener mucha clase pero en cuanto las cosas se tuercen acaban por desmoronarse.

Dentro de la clase obrera del circuito ATP, fueron emergiendo durante muchos años tenistas franceses que se colaron entre los cincuenta o sesenta primeros a edad bastante tardía. Julien Boutter, Cyril Saulnier o Gregory Carraz primero. A ellos se les unieron Nicolas Mahut o Julien Benneteau después. El último de ellos es Edouard Roger Vasselin. Un jugador agresivo desde el fondo de pista, con clase. Capacidad también para subir a la media pista y acabar el punto en la red. Sus buenos resultados en el doble junto a Rohan Bopanna así lo atestiguan.

En esta temporada, Edouard está rompiendo las barreras que le impedían conseguir resultados destacados de forma regular. Primera final ATP en Delray Beach. Suma victorias en tres de los cuatro majors disputados. Más de veinte triunfos en lo que llevamos de temporada sin contar eventos menores, récord personal. Capaz de rendir en todas las superficies a un buen nivel. Tres títulos en la modalidad de dobles y con el top20 muy cercano. Un tipo respetado, que ha jugado al lado de tenistas de la talla de Bopanna y Paes. En Basilea jugará su primera semifinal de individuales en un evento 500. Hace unos días batió a todo un top-ten como Wawrinka. Parece que ha dejado de estar en la sombra. Se acabó eso de ser 'el hijo de Christophe'.

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