
Ernests Gulbis levantó el trofeo del ATP 250 de San Petersburgo tras imponerse al español Guillermo García López en tres sets (3-6 6-4 6-0). Y es que, por una vez, el letón va a ser noticia esta semana por sus méritos deportivos y no sólo por su afilada lengua.
Ha sido el de San Petersburgo un torneo plagado de sorpresas y que ha suscitado ciertas suspicacias entre algunos malpensados. Hemos visto a Hanescu perder en dos sets con el jovencísimo e inexperto Khachanov; a un “terrícola” puro como Sousa pasar por encima de un especialista en pistas rápidas como Tursunov o a Fognini, finalista aquí el año pasado, retirarse cuando apenas quedaban un par de puntos para caer derrotado ante Przysiezny.
Pero lo que más ha dado que hablar, sin duda, han sido las declaraciones del, finalmente, campeón. Si el lunes nos dejaba claro que a él la gente como Djokovic no le gusta porque "los éxitos y el dinero han cambiado su actitud", el jueves, tras deshacerse en dos mangas del español Roberto Bautista, decía de éste que "es una princesita mimada".
Sin embargo, esta vez la verborrea descarada del de Riga no llega a nuestros oídos tras uno de sus últimos fracasos deportivos. Definitivamente, algo está cambiando.
Ernests Gulbis es tan conocido en el circuito por su extraordinario talento como por no haber sabido aprovecharlo. Nadie duda de su capacidad para estar entre los mejores del mundo, pero su carácter y sus malos hábitos, de momento, lo habían impedido.
Pero este año, cuando disputaba el torneo de Rotterdam, allá por Febrero, nos prometió que todo eso quedaba atrás y que iba a luchar por estar en el top 20. Bien, a pesar de algún descalabro, como la derrota ante Haider Maurer en la primera ronda del US Open, su entorchado en San Petersburgo le coloca ya en el top 30.
Tenía un cuadro asequible y solo el estonio Jurgen Zopp le había opuesto algo de resistencia. Apoyándose en su gran servicio y en ese magnífico revés a dos manos que tanto ha perfeccionado, Gulbis se plantó en la final ante Guillermo García López habiendo cedido sólo un set.
El español , que ha firmado un gran torneo, a punto ha estado de ponerle la guinda al pastel en forma de título. Salió enchufado, superando al letón en todas las facetas del juego y consiguió apuntarse el primer set por 6-3. El segundo no podía comenzar mejor para Guillermo, que se colocaba con un 4-1 favorable que hacía pensar en una cómoda victoria.
A partir de ahí, todo se torció. Gulbis consiguió romper el servicio del español y, encadenando nada menos que once juegos seguidos, se alzó con el triunfo. El tanteador final, 3-6 6-4 6-0.
Cuarto título ATP para un tenista que parece que, efectivamente, quiere cumplir su promesa.
Si Gulbis confirma su recuperación, será una gran noticia para un mundo del tenis necesitado de jugadores diferentes, que aporten diversión y, por qué no, algo de picante.
Por Fernando Arribas.