Hace más de una década que Argentina se ha afianzado en lo más encumbrado del grupo mundial de la Copa Davis. Desde entonces ha disputado tres finales y ha logrado avanzar por lo menos hasta semifinales en las cuatro ediciones anteriores (2010-2013). Pese a esos antecedentes que la colocan en el 4° lugar del ranking, jamás ha podido obtener la preciada ensaladera, lo que genera acalorados y apasionados debates, y ha devenido en una de las polémicas más grandes del deporte en ese país. La Argentina y la Copa Davis, una crónica de internas, desaciertos y desencuentros.
Por Mariano Nagy
¿El vaso medio lleno?
Cuando en 2001 Argentina derrotó de local a la Bielorrusia comandada por Max Mirnyi y retornó al grupo mundial de la Copa Davis, ni el más entusiasta imaginó que los sudamericanos lograrían permanecer en la elite por más de una década sin siquiera tener que disputar una sola vez el repechaje. Se trata de una nación con tradición tenística pero muy alejada de la inversión y la infraestructura de las grandes potencias. Allí, el deporte es popular sólo en canchas de tierra batida, el resto de las superficies existen apenas en un puñado de clubes exclusivos e incluso el tenis bajo techo no se practica, de modo que los sudamericanos se han destacado en una disciplina en la que casi no cuenta con las canchas en las que se desarrolla el 70 por ciento del circuito profesional (cemento, carpeta y césped). Además, no es menor que logró el ascenso al grupo mundial en la víspera de una de las crisis políticas y económicas más importantes de su historia (2001). Por tanto, a primera vista el balance de la última década y media es más que positivo.
Sin embargo la Copa Davis es un trauma para los argentinos seguidores del deporte, un certamen que despierta fanatismos y que al mencionarse en algún medio o red social, aparecen múltiples opiniones a favor o en contra de algún jugador, se formulan críticas a los dirigentes y/o capitanes y se llega a (mal) utilizar conceptos como patria, sacrificio, bandera como si se tratara de un asunto de vida o muerte ¿Cómo se explica este fenómeno?
En principio porque pese a un notable y regular desempeño año a año, con tres finales (2006, 2008 y 2011) y seis semifinales (2002, 2003, 2005, 2010, 2012 y 2013), los sudamericanos no han conseguido alzarse con la mítica ensaladera. Los distintos equipos que han competido han establecido una base de rendimiento que les garantizó superar la primera ronda y evitar el repechaje durante doce series seguidas, pero al mismo tiempo nunca pudo consagrarse campeón. Por supuesto que eso ha convertido a la Argentina en un poderoso rival, en el más encumbrado de los países no campeones.
Sin embargo, dicho logro deja una sensación amarga entre los seguidores, quienes temporada a temporada asisten a una nueva ilusión que queda trunca. Los motivos son diversos y no desligados de crisis cíclicas que tuvieron lugar cada cuatro años (2004, 2008 y 2012), antes, durante y después de la última serie de cada año.
2004: El golpe de estado de la legión
El primero de los episodios tuvo como protagonistas a 14 de los mejores jugadores, encabezados por una camada que ya venía cumpliendo con las expectativas que se tenía sobre ella: Guillermo Coria y David Nalbandian. Tras la eliminación en cuartos de final frente a Bielorrusia, en una serie envuelta en la polémica por haberse jugado en una superficie ultra rápida no disponible en el circuito, una carta dirigida a la Asociación Argentina de Tenis (AAT) postulaba a Alberto Mancini o a Martín Jaite y por supuesto, pedía el fin de la era del Capitán Gustavo Luza. Idas y vueltas mediante, la “exigencia” de los jugadores consiguió la renuncia de Luza y Mancini se hizo cargo del equipo a partir de 2005 y hasta la segunda crisis: La final de Mar del Plata de 2008.
2008: La final de Mar del Plata, cuando se hizo todo para perder
El ciclo de Alberto “Luli” Mancini escribió varias de las páginas más gloriosas de la Copa Davis para la Argentina. En 2005, por los cuartos de final, logró derrotar a la poderosa Australia de Hewitt de visitante y sobre césped. Un año más tarde los sudamericanos alcanzarían arribar a la segunda final de su historia (la primera en 1981, fue derrota contra Estados Unidos de visitante), en este caso frente a la Rusia de Safín y Davydenko. Decorosa caída sellada en el último punto a favor de los europeos. 2007 trajo el debut de Del Potro y una previsible caída ante la Suecia de Soderling en condición de visitante por los cuartos de final.
2008 fue “la” temporada de un David Nalbandian que ya poseía un impresionante record de series y partidos ganados por Copa Davis. Argentina debió superar duros escollos para arribar a la final y contaría con una gran ventaja, la localía en todas las series, algo que nunca le había ocurrido. El punto de quiebre fue la semifinal frente a Rusia, fin de semana en el cual un ascendente Del Potro fue el artífice de la victoria al ganar sus dos singles, luego de una cómoda ventaja de 2-0 el viernes, pero emparejada por sendas derrotas en el dobles y en el singles del domingo, ambos cotejos con presencia de Nalbandian. Parecía que había un cambio de liderazgo, pero Juan Martín rápidamente aclaró que “nuestro rey es David”.
Sin embargo, a partir de conocerse que Argentina jugaría su tercera final, la primera de local, ante la España de Nadal, se hizo todo para perder. Disputas y bajezas por la sede con la connivencia de dirigentes y la interferencia de sectores políticos y económicos que quisieron aprovechar la final como plataforma y negocio; peleas por el dinero que cada jugador obtendría como premio; y dudas e improvisaciones en cuanto a la superficie fueron algunos de los aspectos que contribuyeron al resultado final. En todos ellos, Nalbandian estuvo involucrado y a la postre generaría roces o discusiones con distintos tenistas, entre ellos Del Potro, Agustín Calleri y Guillermo Cañas, éste último sorpresivamente no convocado para la serie, según afirmaron los especialistas, por la injerencia que David ejercía sobre Mancini. Cierto o no, luego de la final, Cañas sin citarlo, formuló duras críticas contra Nalbandian: “Algunos piensan que, por el hecho de estar, o de ser, necesitan tener más ganancias que otros. Creo que eso ya no es un grupo. Copa Davis es un equipo” (R. Andersen y E. Puppo 2012. Historia del tenis en Argentina, tomo III, EP Press, página 267)
A la hora de jugar, sin embargo las miradas estuvieron puestas sobre Del Potro, quien por primera vez se había clasificado al torneo de maestros y decidió disputarlo pese a algunas críticas porque se jugaba en la semana previa al comienzo de la final y en China.
España, diezmada por la baja de Nadal, en cambio hizo todo para ganar y se llevó la ensaladera merecidamente. Del Potro al arribar fue maltratado por Nalbandian frente a los periodistas, perdió y se lesionó con Feliciano López, y fue señalado como responsable por su viaje a Shanghai. Sin embargo, menos difundido fue el trabajo de motivación del capitán ibérico Emilio Sánchez Vicario, al notar que la superficie era muy competitiva para sus jugadores, dado que estaba a gusto del cordobés pero también del equipo europeo. Pero aún mayor fue la sorpresa al enterarse al arribar a Mar del Plata, que el grupo argentino no estaba allí, sino a 400 kilómetros en el casamiento de su colega Juan Ignacio Chela…
La concatenación de desprolijidades y mezquindades fueron en desmedro del local, a priori gran favorito, y no en menor sentido –aseguran- incidió la no presencia de Rafa, dado que por las preclasificaciones, el primer día, el David argentino superó con amplitud a un alicaído Ferrer, luego reemplazado por un enorme Verdasco, mientras que Del Potro se las vio difíciles contra un López en gran nivel. No fueron pocos los que especularon que Nadal mediante, la víctima de Nalbandian hubiera sido el propio Rafa, dada la motivación y el nivel del cordobés y menor el escollo para el tandilense contra la versión 2008 del valenciano. Sin contar que en Mar del Plata se preparó una superficie para enfrentar al mallorquín y hasta ese momento, David lo había superado con holgura en los únicos dos enfrentamientos previos disputados en 2007, también sobre carpeta (6-1 y 6-2 en los cuartos de final de Madrid y 6-4 y 6-0 en la final de París).
En suma, en 2008 la Argentina dejó escapar por impericia y aciertos del rival, lo que fue hasta entonces la mayor oportunidad de ganar la Copa Davis.
2012. Del Potro, de héroe a demonio
La traumática final de Mar del Plata 2008 propició un recambio y Modesto “Tito” Vázquez asumió como capitán cuando algunos jugadores preferían a Jaite. La relación entre capitán y el líder Nalbandian nunca fue buena –el sub capitán Ricardo Rivera hacía de nexo entre ambos- y hasta se vio a David maltratando a Vázquez en un cambio de lado en un partido contra Francia. Sus dos primeros años los transitó sin la presencia simultanea de los cabecillas, primero por lesión de David y en 2010 por la ausencia de todo el año de Del Potro. En 2011 se logró una convivencia pacífica que tuvo su punto más alto con la victoria de Juan Martín en la semifinal sobre Djokovic, flamante campeón del abierto de Estados Unidos y la posibilidad de disputar una nueva final, otra vez contra España, pero en esta ocasión de visitante y con Nadal entre sus filas.
David, recién recuperado de una operación de cadera rindió y ganó en el dobles pero Del Potro -quien dejó de lado la posibilidad de ingresar nuevamente al torneo de maestros-, preparó la serie en tierra batida a conciencia, aunque cayó derrotado frente a los dos tenistas europeos. No hubo recriminaciones en este caso porque Argentina perdió contra un rival claramente superior y el tandilense tuvo buenos desempeños pese a perder. Sin embargo, comenzó a circular la idea de que Del Potro no juega bien haciéndolo en representación de su país…
La tercera crisis de la década comenzó a gestarse en la era Jaite, en la semifinal de 2012, de local contra República Checa de Berdych y Stepanek. Del Potro estuvo en duda hasta último momento por una lesión en su muñeca izquierda. El médico especialista que lo operó de la mano derecha (Dr. Berger) recomendó parar y no competir. Juan Martín no se entrenó con el equipo, no participó de la previa y sus formalidades con los anunciantes y cuando parecía que declinaría de participar de acuerdo a las declaraciones de su entrenador, Franco Davin, decidió jugar el viernes contra Stepanek, a la postre el único punto ganado por los sudamericanos. El sábado se confirmó que se bajaba del resto de la serie aquejado por la dolencia, y además de resentirse la relación con el capitán Jaite y el resto del equipo, cuando la inexorable derrota se concretó el domingo algunos simpatizantes silbaron a Del Potro, pocos meses antes idolatrado al obtener la medalla de bronce en los juegos olímpicos de Londres.
El cisma se agigantó. A fines de diciembre Del Potro declaró que no jugaría la Davis en todo 2013 por cuestiones de calendario. Desde entonces dirigentes, jugadores y capitanes se han manifestado con torpeza respecto al tandilense hasta el punto más crítico, cuando en febrero de ese año, los festejos en el vestuario tras la victoria frente a Alemania en la primera ronda, los jugadores corearon consignas contra Juan Martín, publicadas por los medios de comunicación que cubrían el torneo.
Finalmente, mientras Nalbandian intentaba desesperadamente llegar en condiciones a la semifinal disputada el fin de semana pasado en República Checa, tras doble operación (cadera y hombro) el cuerpo técnico entendió que no estaba en óptimo estado, y no lo convocó. Así el futuro del cordobés es incierto como también la decisión de Del Potro a futuro.
Presente y futuro
Realizado el sorteo de la edición 2014, Argentina recibirá de local a Italia. Un misterio conocer quienes, donde y sobre que superficie se jugará. En los antecedentes, Del Potro ha disputado sólo una vez la primera vuelta de una Copa Davis, en 2007 en lo que significó su debut. Lesiones en 2008 y 2010 y recién regresado al circuito en 2011, sumado a la declinación de sumarse en 2009, 2012 y 2013, tornan una quimera la presencia de la “Torre de Tandil” en el equipo. Sin contar las asperezas y las mencionadas declaraciones de dirigentes como el vice de la AAT, Héctor Romani, quien manifestó ver entrenar todos los días a Juan Martín pero desconocer porque no juega. Para empeorar la cuestión aseguró que “la ausencia de Del Potro es como si Bolt no corriera la posta”, lo cual a simple vista es una comparación falaz y poco feliz. ¿Es necesario aclarar que la posta es una competencia en equipo pero que se disputa en simultáneo, en la misma sede y en igual superficie que las pruebas individuales? En todo caso, la analogía es válida si el argentino se negara a jugar dobles en un Grand Slam, pero en nada se parece a la Davis. Este tipo de declaraciones por parte de los directivos, resultan un síntoma del mal manejo de quienes deberían gestionar para alcanzar una mínima armonía y conformar un equipo capaz de ser campeón.
Es claro que con Nalbandian en declive, la presencia de Del Potro es fundamental. Sus números en la Copa, pese a algunos comentarios que lo tildan de no obtener buenos resultados “cuando juega para su país” no se corresponden con la realidad. De 21 series que Argentina disputó desde que Juan Martín debutó en 2007, el tandilense estuvo presente en diez fines de semana, con doce victorias (diez de ellas sin perder sets) y sólo cuatro derrotas (una sola con un jugador de menor ranking: Feliciano López). Es decir, Del Potro compitió en casi la mitad de las series y no estuvo en once de ellas. Sin embargo, de éstas, en cuatro fue por lesión y tampoco jugó en el circuito, tres fueron por decisión personal en 2013; y de las cuatro restantes en una no fue convocado (2008, ranking 81°) y en las otras tres fueron primeras rondas que en general no disputa por calendario. Cabe aclarar que en dos de esas series que no jugó en primera vuelta (2009 y 2012) si estuvo disponible en las siguientes rondas. Por tanto, la acusación de que Del Potro ha jugado poco, posee matices, dado que la comparación con otros jugadores del más alto nivel nos muestran que algunos de ellos han competido más pero debutaron bastante antes: Djokovic (Debut 2004, 20 series), Murray (debut: 2005, 12 series), Nadal (debut 2004, 15 series), Federer (debut 1999, 22 series).
El panorama de Argentina es incierto, en función del hermetismo del tandilense, algunos aseguran que no jugará más hasta el fin de la era Jaite (técnico de Nalbandian en Mar del Plata 2008) y/o el retiro de Nalbandian del profesionalismo. Especulan que Juan Martín espera la llegada de un cuerpo técnico más cercano y menor hostilidad en el vestuario. Algunos argentinos lo fustigan con dureza por no presentarse, otros comprenden la decisión y no pocos sostienen que no quieren ver a Del Potro jugando la Davis, molestos por las actitudes del resto de los tenistas argentinos, aunque éstos lo nieguen en sus declaraciones.
En este contexto de notable regularidad de los últimos años se esconde un anhelo postergado y evidencia el proceder de dirigentes, cuerpos técnicos y jugadores que en definitiva han ido en desmedro de la posibilidad de obtener la ansiada Copa Davis.
El panorama es sombrío, pero tratándose de un evento cargado de sorpresas, todo puede suceder.
Continuará en 2014…