Andy Murray habría decidido pasar por quirófano para someterse a una pequeña operación de espalda. Ya disputado el último Grand Slam del curso, el escocés aprovecharía el tramo más descargado de la temporada para trarar de recuperar el talón de Aquiles de su anatomía. Según adelantó The Times (a través de Neil Harman) y Daily Mail (información de Mike Dickson), el británico no competirá en la gira asiática, y su participación en la Copa de Maestros se encuentra entre interrogantes. El objetivo: estar preparado para abordar la temporada 2014 con plenas garantías físicas.
Se trata de una zona del cuerpo que viene generando problemas recurentes en el esquema del escocés. Durante los últimos 18 meses los episodios de trauma han sido recurrentes. "Es un problema que tengo desde finales de 2011, pero que se agravó durante la gira de tierra de la pasada temporada" confesaba Andy este mismo año al anunciar su decisión de no competir en Roland Garros.
En ese mismo escenario, durante 2012, el talento de Dunblane debió atravesar un tormento de espamos ante el finlandés Jarkko Nieminen. Tumbado sobre una toalla en uno de los escenarios de mayor resonancia del circuito, el británico mostraba a ojos de todos la grieta principal de una esculpida anatomía. Unos espasmos que pudo superar. "No me creo que haya ganado" comentó entonces.
Andy, que en 2012 debió recibir hasta ocho inyecciones para paliar el dolor discal que poblaba su espalda durante la gira de tierra batida, ha decidido tomar el control de la situación. Con la medida drástica de plantar el torso en la mesa del quirófano.
El pasado año, las molestias pudieron ser controladas en la transición hacia la hierba, donde alcanzó su primer final de Wimbledon y el oro olímpico entre los muros del All England. Pero eso no significaba su eliminación.mLejos de desaparecer, el problema persistieron en un segundo plano. Durante 2013 en la vuelta al polvo de ladrillo, la peor superficie del escocés, los inconvenientes físicos volvieron a aflorar.
Después de recibir un severo correctivo en Montecarlo a manos de Wawrinka, Andy terminó de capitular en el torneo de Roma. Tras ceder el primer set ante Granollers y pedir asistencia para tratar su espalda mediado el segundo parcial, fue capaz de levantar una manga con rotura de desventaja. No obstante, en lugar de continuar el partido y disputar el set definitivo, decidió abandonar. "No es sencillo jugar en arcilla. Es la superficie que le plantea más torsiones y flexiones" analizaba Judy Murray antes de confirmar la baja de su hijo en París.
Roland Garros debía disputarse en un horizonte de 10 días, pero el escocés decidió dar prioridad a Wimbledon y no asumir riesgos mayores, debiendo renunciar a su primer Grand Slam en siete temporadas "Tengo un problema en la espalda. Es un tema que llevo conmigo desde hace un tiempo. Estaría muy sorprendido si jugase en París". Efectivamente no lo hizo, prolongando su preparación sobre hierba antes de asaltar la corona de Wimbledon.
"En ocasiones tienes molestias cuando cambia de superficie. Cada suelo tiene sus propios inconvenientes y desafíos. Este problema de espalda ha estado presente durante una semana aproximadamente" contaba en primavera su madre Judy, testigo de los gestos de dolor que volvían a rodear el caminar de su retoño entre las polvaredas europeas.
"Hasta el torneo de Madrid estaba en forma aceptable, pero no ha estado perfecto durante un largo período de tiempo. Siempre entras en los partidos con pequeñas molestias pero es frustrante cuando estás dañado durante mucho tiempo" comentaba Judy a BBC Sport durante el mes de abril.
El anuncio llega después de que el escocés, que contribuyó con dos victorias a devolver a Gran Bretaña al Grupo Mundial de Copa Davis seis años más tarde, volviera a someter su cuerpo a las exigencias de la arcilla durante el playoff disputado ante Croacia en Umag.
"Ha sido un problema duradero y quiero estar segura de que se marcha. No es divertido jugar con dolor". Ahora, en la relativa calma que ofrece el otoño, el número 3 del mundo decide ponerse entre algodones para terminar de fortalecer una estructura mejorada y evitar nuevas recaídas. Renunciar a Roland Garros tuvo sus frutos en Wimbledon. ¿Apartar la mirada del último tramo de 2013 tendrá réditos en la campaña 2014?