US Open 2013: Debut plácido de Nadal

Hacía presencia el número 1 del año sobre la mítica Arthur Ashe para enfrentar a Ryan Harrison en la primera ronda del último Grand Slam de la temporada. Su condición de favorito, sus 15 victorias seguidas sobre cemento, la inercia ganadora o su actual momento de forma invitaban a pensar que una de las promesas, aún muy tibias, del tenis norteamericano no tendría mucho que decir sobre la pista. Y así fue. Un debut plácido que daba continuismo a la versión en forma y fondo del Nadal post-Wimbledon.

Con el primer, único y más o menos reciente precedente en el duelo entre ambos jugadores hace pocos meses sobre la pista del Masters 1000 de Indian Wells, Nadal es un jugador que potencialmente se le ha de dar francamente mal a Ryan Harrison. Desde cualquier aspecto del juego. Jugando a ritmo de devoluciones, a intercambios cortos, medios o largos, Rafa es tan superior como espinoso para el rubio de Louisiana. Las condiciones físicas (poca envergadura para cubrir ancho de pista) y técnicas del americano cocaron de nuevo en la potencia y la super agresiva actitud y disposición del actual Nadal. Solamente mantener el servicio durante todo el set podría dar opciones al joven tenista estadounidense para mantener opciones de competir.

El partido comenzó con uno de los puntos del torneo. Es aventurarse en tal aseveración pero seguramente sea el punto del día y estará recogido en los grandes momentos del US Open. Un punto dominado por Harrison, rafa sobre el muro defendiéndose con una bola más y Ryan remacha al aldo que intuye Rafa, sobre el drive del español. Sin ser definitivo, Nadal conecta la pelota muy por encima de su cabeza, envuelve un smash defensivo que coge una comba imposible y termina pasando a Harrison. Una obra de arte, increíblemente calcado al famoso golpe que Federer ejecutó sobre Roddick en el torneo de Basilea en 2002. Nivel de parecido al máximo. Ante rival americano, defendiendo en el lado del drive un smash no del todo total.

Nadal, con la esperada supervisión –ausente en Canadá y Cincinnati, a los que acudió Francis Roig- de Toni Nadal, salió con la firme convicción de apoyar la victoria en un gran nivel al servicio, consiguiendo un 72% de primeros saques y una enorme seguridad sobre las T. Donde sí que Rafa varió considerablemente con respecto a sus actuaciones recientes fue al resto. Rafa venía ejerciendo una posición intimidante y muy cercana a la línea de fondo en la gira norteamericana previa a este US Open. Seguramente por la capacidad de variedad de Harrison en su saque, el buscar colar pelota en pista para jugar con la inconsistencia del rival y la inactividad desde la final ante Isner en Ohio, Rafa restó más atrás, algo que no le impidió para mostrarse de nuevo muy preciso y colocar un break temprano en cada parcial de los tres en los que construyó su victoria.

En situaciones de juego, no hubo apenas color. A Ryan le quedaba el recurso de acelerar sin grandes convicciones y sin ventajas posicionales en pista, y Nadal desde la primera bola cambiaba el sentido del punto. Interiorizado el modelo de juego al que le llevó Djokovic en el pasado, Nadal ha dejado de ser previsible y aquí se articula una pregunta de amplio debate. Con un nivel de confianza tal, ¿es Nadal el jugador más potente actualmente armando el brazo? Desde luego que ahora mismo parece haber nacido en el país que actualmente pisa. Desde el primer golpe desarboló a Harrison a base de drives paralelos sin ningún atisbo de duda. Ya lleva tiempo el tenista mallorquín desechando repetir direcciones y ordenar la posición del rival con el peso de sus golpes para dominarlo. Rafa volvió a abrir la pista con una enorme convicción en lo que hace y haciendo volar cada pelota como si fuera un especialista de los grandes.

A mediados del segundo set se interrumpió el partido por una tímida lluvia que no corrigió los designios de la contienda. Rafa ya había logrado el break a favor y sostuvo hasta el 4-2 y terminar el set al saque. El público quiso agarrarse a algunos meritorios del joven talento americano. En medio de un año complicado, Ryan ha salido y entrado del top-100, posiciones que en momentos pasados se creían insuficientes para un talento a tener en cuenta. Con una progresión un tanto frenada, no era el día más adecuado para encontrar mejores sensaciones. En su partido ante David Ferrer en Cincinnati, dio muestras de mejor disposición competitiva ante lo que es un temperamento irregular. Esta vez Rafa no dejó apenas resquicios a base de un gran juego de uno de los grandes favoritos al triunfo.

También te puede interesar:

Nadal: "El US Open dejará las cosas claras en el ranking"