Puntazo de Del Potro en Cincinnati

El argentino traza un globo de gran willy que deja helado a Davydenko

Álvaro Rama | 15 Aug 2013 | 11.20
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Juan Martín del Potro dejó el punto de la jornada en el Masters 1000 de Cincinnati. En el duelo de primera ronda que le medía al ruso Nikolay Davydenko, decidido en dos parciales en favor del argentino (7-5 7-5), el tenista de Tandil volvió a mostrar sus destrezas en el desplazamiento para desarbolar a su oponente.

Apenas en el segundo juego del partido, cuando las piernas aún están frescas para el despliegue físico, Davydenko es capaz de imponer su elevado ritmo de juego. Debido a los 32 aaños que recorren su cuerpo, un fenómeno cada vez más fugaz aunque igualmente dañino cuando es puesto en práctica.

Bajo el servicio de Del Potro, Nikolay coloca un resto profundísimo que aterriza a un palmo de la línea de fondo. Juan Martín pierde toda iniciativa respondiendo con una pelota corta. Davydenko no duda. Pone otra esfera profunda, esta vez junto al vértice, buscando el revés de Del Potro. El argentino, empujado contra el muro, busca oxígeno con un impacto cortado.

La pelota queda aún más corta que la anterior. Ni siquiera supera la línea de servicio al tomar tierra. Davydenko entra en pista y realiza una dejada, forzando a un Juan Martín que se encuentra tras la línea de fondo. El espigado argentino demuestra que sus casi dos metros de altura no son impedimento para un buen desplazamiento. Llega con cierto margen a controlar la pelota y busca para a Nikolay en la red con un revés cortado.

El ruso, rápido de reflejos, anticipa la acción y responde con un globo ante un Del Potro al que la inercia le tiene pegado a la cinta. La parábola descrita por la pelota es buenísima. Suficientemente alta para sobrevolar el cuerpo de un gigante. Lo suficientemente profunda como para llevarlo de nuevo al fondo.

Allí, de espaldas a la red y a la carrera, Del Potro inventa el golpe. Abriendo de par en par su tren inferior, dos troncos que forman un puente de enormes dimensiones, el argentino evoca a su compatriota Vilas para ejecutar un tweener. No sólo eso. La virguería del tandilense lleva añadidas hechuras de globo. La pelota supera por alto a Davydenko y besa el suelo a centímetros de la línea lateral.

El delirio en Ohio.