Jugar contra una de las diez mejores raquetas del mundo siempre representa un desafío duro y complicado para cualquier tenista. Tanto que en la actualidad sólo hay cuatro jugadores con un bagaje favorable en cómputo general frente a hombres Top 10.
Publicaba la ATP esta semana en su página web una estadística realmente curiosa que habla de la enorme dificultad que entraña jugar contra alguna de las diez mejores raquetas del planeta. Decía en su informe que tan sólo cuatro jugadores en activo poseen una estadística favorable en sus enfrentamientos contra los Top 10. Como era fácil de imaginar esos cuatro hombres eran Rafa Nadal (104 victorias-52 derrotas, 66, 7% de eficacia), Roger Federer (162-85, 65,6%), Novak Djokovic (91-65, 56, 5%) y Andy Murray (64-50, 56,1%). Ni siquiera hombres como David Ferrer o Juan Martín del Potro podían tener un balance favorable a pesar de sus amplias cosechas de títulos y victorias importantes. El español firmaba una bagaje de 44-76 (36,7%) y el argentino un 30-53 (36,1%).
Y es que ganar a un Top 10 en ocasiones es mucho más difícil que levantar un título ATP, especialmente en una época como ésta, donde han coincidido varias de las mejores raquetas de la historia. En ese sentido, tenistas como Roger Federer y Rafa Nadal son una auténtica tumba deportiva para muchos de los principales jugadores del circuito. El suizo por ejemplo jamás ha perdido con Feliciano López (10-0), Tommy Robredo (10 -0), Jarkko Nieminen (13-0) o David Ferrer y Mikhail Youznhy a los que domina 14-0 en sus enfrentamientos. Algo similar le ocurre a Rafa Nadal con Richard Gasquet o Nico Almagro, a los que ha derrotado en las 14 veces que se han visto las caras.
De hecho, desde la creación del ranking ATP en 1973, sólo 15 tenistas tienen el privilegio de tener un balance favorable en sus enfrentamientos con los que en ese momentos eran alguna de las diez mejores raquetas del mundo. Todos ellos, han sido números 1 menos Arthur Ashe y el citado Andy Murray: Björn Borg (67-28, 70,5%, el mejor porcentaje de toda la historia), Boris Becker (121-65, 65,1%), Ivan Lendl (119-66, 64,3%), Pete Sampras (124-71, 63,6%), John McEnroe (85-64, 57%), Andre Agassi (109-90, 54,8%), Arthur Ashe (27-24, 52,9%), Gustavo Kuerten (38-36, 51,4%), Jimmy Connors (85-84, 50,3%), John Newcombe (15-14) y Mats Wilander (54-54, 50%), además de los anteriormente mencionados Rafa Nadal, Roger Federer, Novak Djokovic y Andy Murray.
Ni siquiera grandes estrellas como Stefan Edberg, Carlos Moyà, Juan Carlos Ferrero o Guillermo Vilas acabaron sus carreras con estadísticas favorables frente a los mejores, lo que habla bien a las claras de la dificultad del reto.
En la actualidad, incluso hay una serie de tenistas que incluso jamás han tenido una victoria sobre alguna de las diez mejores raquetas del planeta pese a los muchos intentos. Es el caso de los prometedores Benoit Paire (0-10), Ryan Harrison (0-17) o los más veteranos Carlos Berlocq (0-13) o Lukas Lacko (0-15). Y algunos que sí las han obtenido, pero a cuentagotas pese a los múltiples enfrentamientos que han tenido: Kevin Anderson (3-21), Andreas Seppi (6-54), Viktor Troicki (3-46), Jurgen Melzer (12-54 aunque incluye victorias sobre Nadal, Federer y Djokovic) o el murciano Nico Almagro que tiene un 12-52 frente a Tops 10 y un espantoso 1-34 frente al actual Top 5 (una única victoria frente a Andy Murray en Roland Garros 2008).
Entre los balances más favorables frente a los Top 10 sobresalen dos hombres en horas bajas pero que siempre resultan peligrosos cuando recuperan la forma. Se trata de Lleyton Hewitt y David Nalbandian. El australiano es el quinto mejor hombre de los que aún siguen en activo cuando se enfrenta a los diez mejores (61-68, 47,3 %) y el argentino es el séptimo con un 35-60.
Como se puede ver, ganar a un Top 10 nunca es fácil. Más bien, para la gran mayoría una misión muy difícil que se torna en “imposible” para algunos.