Ningún tenista argentino ha sido capaz de ganar Indian Wells ni ningún Masters 1000 celebrado en suelo estadounidense. Sí lo han hecho en Grand Slams y torneos menores, pero no en eventos de esta categoría.
Hablar de Argentina en el tenis es hablar de toda una potencia mundial que ha sido capaz de abordar tres finales de Copa Davis en los últimos siete años, de levantar seis títulos de Grand Slam desde el comienzo de la Era Open o de introducir a más de más de diez jugadores en el Top 10 desde la instauración del ranking ATP en 1973.
Es hablar también de una serie de talentosos jugadores especialistas en tierra batida, pero conocedores de los entresijos de la pista rápida e incluso, la hierba. De tenistas conquistadores de torneos en cualquier parte del mundo, y en cualquier superficie existente.
Sin embargo, no parece que así sea, cuando aparecen de por medio las pistas de Indian Wells o de cualquier otro Masters 1000 disputado en suelo estadounidense. Y es que si atendemos a la historia de estos torneos, como parece existir toda una “maldición” sobre el rendimiento de éstos en tales eventos. Basta para ello apuntar el simple dato de que ninguna raqueta argentina masculina (sí Gabriela Sabatini en féminas) ha sido capaz de ganar alguno de los tres Masters 1000 disputados en Estados Unidos.
Así por ejemplo, Indian Wells la primera cita de este calibre en el calendario es el más claro reflejo de ello. En el desierto californiano, sólo Guillermo Vilas parece haber rendido a su nivel en algún momento. Fue en 1977, y cuando el torneo se disputaba en Palm Springs. Entonces, perdió en el partido definitivo contra el estadounidense Brian Gottfried pese a haber ganado el primer set.
Vilas ha sido el único tenista en alcanzar la final de este evento que reúne a las mejores raquetas del mundo durante las dos primeras semanas del mes de marzo. El resto nunca ha podido llegar a tal instancia. Lo máximo, una semifinal de Juan Martín del Potro en 2011 cayendo contra Rafa Nadal y otra de Guillermo Cañas en 2005, quedando eliminado ante Roger Federer. Curiosamente, Cañas fue protagonista en este evento en 2007 cuando rompió la racha de imbatibilidad del suizo de 41 encuentros.
Mejor actuación de Tops 10 argentinos en Indian Wells:
David Nalbandian: dos veces CF
Juan Martín del Potro: dos veces CF y una vez semifinalista
Guillermo Coria: una vez CF
Juan Mónaco: una vez CF
Gastón Gaudio: una vez CF
Guillermo Cañas: una vez SF
Mariano Puerta: 1ª ronda
José Luis Clerc: No participó
Guillermo Vilas: Final
Martín Jaite: sólo ganó un partido de seis jugados
Alberto Mancini: una vez CF
Algo similar ocurre en Miami, donde las cosas mejoran, pero no al punto de ganar el torneo. En Florida, Alberto Mancini, Guillermo Coria y Guillermo Cañas han jugado alguna vez la final, pero siempre sin suerte.
Tampoco Cincinnati escapa a este tipo de suerte adversa. Al igual que ocurría en Indian Wells, en el séptimo Masters 1000 del año, sólo Guillermo Vilas ha alcanzado alguna vez la final. Fue en 1972, y apenas sin presentar oposición a Jimmy Connors.
Posible explicación a este hecho
El hecho de que ningún argentino se haya coronado campeón en Masters 1000 celebrados en Estados Unidos es raro, pero si lo analizamos a fondo, es posible encontrar una respuesta que nos explique esta causa. Evidentemente, la más clara es la superficie. Los tenistas argentinos son especialistas en tierra batida, y bajan sus prestaciones de forma considerable en pista dura, especialmente en épocas pretéritas.
En los últimos años, no obstante, la mejoría ha sido destacada en canchas rápidas, de la mano de especialistas como Cañas, Del Potro o Nalbandian principalmente. El problema es que la competencia en este tipo de canchas es más feroz que en arcilla, donde son menos los tenistas que les pueden plantar cara, lo que complica mucho la cosa.
Otra posible causa que viene relacionada con la ya citada es la preferencia en el calendario por la temporada de tierra batida. Indian Wells y Miami se encuentran en el medio entre la gira latinoamericana de arcilla y la europea. Es decir, la mayor parte de tenistas necesitan un período de acoplamiento a una superficie, que en cambio es habitual para una parte importante del circuito. Igual que los estadounidenses nunca han podido triunfar en Monte Carlo en parte por falta de adaptación a la tierra, a los argentinos les cuesta un mundo rendir en pista rápida sin un período previo de acoplamiento (con la excepción posiblemente de Del Potro y quizás en menor medida, David Nalbandian).
Por último, está el factor de la mala suerte. Si se ha podido vencer en el Masters 1000 de Canadá (Cañas y Vilas) y en el US Open y otros torneos menores en Estados Unidos, hay motivo para pensar que el hecho de que nunca se haya producido una victoria en ninguno de los tres Masters 1000 estadounidenses es más bien cuestión de mala fortuna, pues posibilidades las ha habido y claras.
¿ Quién será el primer argentino en ganar?
Ante este enigma, la gran pregunta sea, ¿ cuál será el primer argentino en lograr tal hazaña? Con David Nalbandian en la cuesta abajo de su carrera -aún con actuaciones brillantes de forma esporádica- las opciones pasan casi única y exclusivamente por Juan Martín del Potro. Él, ya sabe lo que es vencer un Grand Slam en este tipo de superficies y además en el mismo país. Además, su juego es ideal para conseguirlo. Un potente saque y golpes planos poderosos que se unen a un consistente juego de fondo de pista. Una mezcla perfecta para romper una maldición que se alarga ya muchos años.