Gran punto en la final ATP de Acapulco
Balear y alicantino se enzarzaron en un intenso intercambio en suelo azteca


El partido de ATP 500 más esperado de los últimos años, la final del torneo de Acapulco entre David Ferrer y Rafael Nadal, ofreció una pelea más desnivelada de lo inicialmente previsible. El manacorí tumbó al alicantino cediendo únicamente dos juegos cuando el reloj apenas rebasaba la primera hora. Fue la decimotercera victoria consecutiva que logra Rafa en arcilla sobre David, ante quien ha cerrado los últimos veinte sets en la superficie.
Con la dinámica del partido viciada desde el primer momento, el tenista balear tomó con firmeza los mandos de la nave. Presto desde la devolución, arrebató los primeros cuatro juegos al servicio de su oponente. Intocable al servicio desde primera ronda, mantuvo la tendencia hasta asegurarse los primeros ocho juegos del encuentro.
Un Nadal dominador, desbordando a su oponente por puro caudal de juego. Sería en el cuarto game del segundo acto cuando llegaría uno de los pasajes más llamativos del encuentro. Ferrer al servicio, se había asegurado la aparición en el luminoso en su anterior juego al saque. De nuevo gozaba de ventaja (30-15) para sumar con su servicio e intentar estrechar distancias en el marcador a la espera de poder morder al resto.
El intercambio contuvo la alternativa puntual que no reflejó el partido pero también la mayor iniciativa impuesta de Nadal que prevaleció en el pulso. El servicio del alicantino tomó tierra con trayectoria muy centrada. Rafa, muy punzante, se hace con el centro de pista gracias a un profundísimo revés paralelo que forzó un apresurado desplazamiento lateral de Ferrer, quién apenas pudo responder con una derecha cortada.
La bola de David, muy bombeada y sin recorrido alguno, cayó por delante de la línea de servicio. Nadal inmediatamente ve la opción de ganar terreno. No sólo entra en pista sino que se coloca con su derecha para dibujar un tiro invertido paralelo. Rafa gana más pista y queda a apenas a un metro de la red. Esto fuerza nuevamente un desplazamiento lateral de Ferrer, que busca superar a Nadal con un globo de revés. La trayectoria es profunda, forzando al manacorí a rematar de espaldas a la red, perdiendo terreno y recuperando David el centro de pista.
Ferrer comienza a cargar juego sobre el revés de Nadal, quien se defiende por dos veces cortando golpes paralelos. Insistiendo sobre el ala de menor proyección definitoria del manacorí, David encuentra pelotas cada vez menos profundas y decide subir a la red. No obstante, el golpe de aproximación ejecutado por Ferrer toma tierra con trayectoria bastante centrada, no muy ajustado a la línea. Esto permite a Nadal encontrar la bola en posición menos forzada que en tiros anteriores. Optando por un globo de revés, deja clavado a Ferrer a mitad de pista.
Con tal acción Nadal igualaría (30-30) el juego. Momentos más tarde quebraría por segunda vez el servicio de David en el segundo set para terminar de sentenciar la final de Acapulco. El público reconoció la valía del intercambio vitoreando los esfuerzos de ambos tenistas.