La rodilla de Nadal progresa en Acapulco

El mallorquín se confiesa muy feliz por disfrutar de notable libertad de movimientos

Álvaro Rama | 1 Mar 2013 | 10.02
facebook twitter whatsapp Comentarios
En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.

Rafael Nadal se encuentra en las semifinales del torneo ATP 500 de Acapulco tras batir en dos parciales al argentino Leonardo Mayer en la antepenúltima ronda del evento mexicano. El mallorquín acumula siete triunfos al hilo sobre arcilla y no ha cedido un solo set en el gran evento latinoamericano de la gira. Se muestra muy reconfortado por la evolución de su articulación.

Con mejores sensaciones cada día y tras sellar su pase al penúltimo escalón del torneo azteca, el manacorí atendió a los medios reflexionando sobre el reto de enfrentar a Nicolás Almagro y la evolución positiva de su rodilla izquierda como temas destacados de la conversación.

Las sensaciones experimentadas en terreno mexicano están nutriendo para bien el alma del español, con cierto aroma de liberación interior por verse relativamente libre para mover a antojo el tren inferior, evolución marcada respecto a anteriores torneos. "Han sido los tres partidos de la gira en que he jugado con mejores condiciones, esa es la única noticia para mí. Lo más importante. Estoy feliz por ello y disfrutando de jugar a tenis otra vez, porque me siento libre para correr de nuevo. No al 100% pero sí a un tanto por cien elevado, sin tener que pensar o que acordarme de la rodilla en cada gesto. Cosa que ha pasado en Chile y en Brasil".

La posibilidad de una reacaída puntual entra en el escenario de opciones barajado por el mallorquín, pero su predisposición es positiva. "En estos procesos de recuperación siempre hay días malos, pero como siempre he dicho ojalá vaya habiendo más días buenos que malos. A ver si vamos cambiando esa tendencia. De momento esta semana está pasado. Sitengo un día malo mi cabeza lo aceptará con mucho mejores ojos por la simple cuestión de que he podido entrenar y jugar durante toda la semana prácticamente con una sensación dentro de lo que cabe muy positiva".

El desafío que representa Almagro supera con creces cualquier oposición encarada en su regreso hasta la fecha. Aunque el balear pone en perspectiva el cruce dentro de la gira. "Mañana va a ser un buen test (...) uno de los más difíciles a los que me pueda enfrentar sobre tierra batida, ante un jugador que viene jugando bien. Será un partido más, cada victoria para mí tiene mucho significado. He conseguido estar en semifinales de tres torneos tras meses sin competir, eso para mí son noticias fantásticas. En la gira la rodilla ha ido a mejor. Es decir, con la competición ha ido a mejor, no a peor. Mañana lucharé por hacer mi tenis, intentar ganar y hacerlo lo mejor posible".

El enfrentamiento con el tenista murciano debiera servir de termómetro para calibrar el nivel actual del balear. Un oponente referencia en la superficie, atravesando momento dulce, que pudiera arrojar un veredicto fiable sobre la altura de juego que presenta el mallorquín. Así lo ve Nadal. “No creo que sea favorito mañana después de estar siete meses sin competir (...) No tengo nada que perder. Este torneo de Acapulco ha sido positivo pase lo que pase mañana. O me voy a la final feliz o me voy al siguiente torneo feliz por lo que he hecho también porque la rodilla me está respondiendo”.

Nadal cuenta por victorias sus ocho enfrentamientos ante Almagro, pero puntualiza las circunstancias que rodean al choque de Acapulco. "Es una situación diferente, una circunstancia nueva para mí. Voy a salir a hacerlo lo mejor posible, como siempre. No me he podido probar aún ante un rival de tal nivel. Espero ser competitivo, poder causarle problemas, igualar el partido y si eso ocurre a ver si puedo estar acertado en los momentos importantes. Voy a pelear para Intentar ganar aun sabiendo que quizá no soy favorito, voy a disfrutar el partido. Estoy en una situación de no presión. Es una circunstancia diferente de cuando vengo jugando y ganando torneos de forma seguida, con esta necesidad de triunfo. (...) Tengo todo a ganar y poco a perder mañana. Voy a pelear y tratar de aprovechar estar situación que para mí no es habitual" analizó el mallorquín.

Sobre los márgenes de descanso que ofrece la disciplina, Nadal volvió a insistir en un propuesta lanzaba tiempo atrás. "El periodo de descanso de final de año es corto. Ahora, con el cambio es algó más largo y podría ser suciente si el rakning fuera de dos años. Si así fuera no pasaría que tras siete meses sin competir me fuera muy atrás en unas semanas, no pasaría que cuando uno se lesiona está jugando bajo máxima presión en todo momento, uno se podría tomar todo con más tranquilidad y sin cambios importantes para los torneos. Es una solución que se planteó hace unos dos años, año y medio atrás. Muchos jugadores estaban de acuerdo, pero por alguna razón de fuerza mayor, no salió adelante".

El evento mexicano cambiará de superficie a partir de 2014. El polvo de ladrillo dejará paso al cemento, en una maniobra estratégica por atraer a grandes jugadores antes de Indian Wells y Miami. Un movimiento que presenta sus dudas en el balear. "Me está encantando Acapulco. Pero no voy a mentir. Evidentemente, la tierra favorece y más a la altura que estoy de mi carrera para que pueda acudir a los torneos. La pista rápida es la superficie más agresiva para mi cuerpo, sin duda. Estoy abierto a volver y lo estoy pasando fenomenal,... Veremos qué pasa".

Reconfortado por encontrarse de nuevo en dinámica competitiva, el mallorquín cerró la charla disertando sobre lo que más ha añorado al verse apartado del circuito durante un ostracismo superior a los 250 días. "Me encanta la competición. El tenis es lo que toda la vida se me ha dado mejor. Extrañaba salir a jugar a un estadio, con el ambiente genial y la sensación esa de tensión antes de los partidos, la necesidad de superación, concentración. Estoy convencido de que voy a ser muy feliz cuando termine mi carrera tenística, pero estas cosas son muy difíciles de encontrar en la vida cotidiana. Estas sensaciones que te da el deporte son únicas. Obviamente esto no es para siempre, pero espero que aún sea por mucho tiempo y quiero disfrutarlas como lo estoy haciendo".