Ventajas y desventajas de jugar Indian Wells y Miami para Rafa Nadal

Nadal no tiene decidido si jugará los dos primeros Masters 1000 del año. ¿Debería jugarlos o es mejor pasarlos por alto?

Julio Muñoz | 21 Feb 2013 | 07.31
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Rafa Nadal no tiene aún decidido si jugará los Masters 1000 de Indian Wells y Miami. El balear, de momento, sólo se plantea participar en su siguiente torneo: el ATP 500 de Acapulco, y a partir de ahí, decidir en función de su estado físico aquello más conveniente. En Punto de Break analizamos los pros y contras que tendría participar en los dos primeros Masters 1000 del año para el número 5 del mundo.

Rafa Nadal ha retornado con éxito a las pistas. El título de Sao Paulo y la final de Viña del Mar parecen haberle devuelto parte de la confianza de antaño. En Acapulco, la semana que viene, el balear volverá a saltar a una cancha que ya le vio ganar en 2005. Pero, y después del torneo mexicano, ¿cuál es la hoja de ruta? ¿ Participar en Indian Wells y Miami, o retornar a Mallorca a preparar la temporada europea de tierra?

Parece que todo dependerá del estado de su rodilla como él mismo ha desvelado y de una serie de factores que habrá que evaluar con detenimiento para tomar la mejor decisión tras finalizar Acapulco. Por ello, analizamos las ventajas y desventajas que supondría para Nadal competir en los dos primeros Masters 1000 del curso:

Nadal, ¿debería jugar Indian Wells y Miami?

A favor de jugar:

- Participar sería un indicativo de que la rodilla progresa adecuadamente. Jugar ambos torneos significaría que el físico ha respondido y que, de momento, se puede forzar la máquina y competir con normalidad en los principales torneos del circuito. Una buena señal para completar la temporada y una subida importante de moral.

- Posibilidad de ir cogiendo rodaje de partidos. El balear ha demostrado en estos primeros eventos en los que ha tomado parte, que todavía no está a pleno rendimiento. Sólo su gran calidad le ha permitido salir airoso de ambos certámenes. Jugar Indian Wells y Miami sería seguir acumulando encuentros en las piernas con el objeto de llegar al 100% a la gira europea de tierra batida, el auténtico objetivo de Nadal, según el propio protagonista.

- Indian Wells y Miami son los torneos más lentos de pista rápida del circuito. En el desierto californiano ha alzado el título dos veces y otra más ha llegado a la final. No baja de semifinales desde el año 2005, cuando precisamente no participó tras venir de una exitosa gira de tierra batida latinoamericana. En las pistas de Crandon Park todavía no ha vencido nunca, pero ha jugado tres finales, la primera de ellas con gran recuerdo, pues con apenas 18 años, estuvo a punto de vencer en la final a Roger Federer en lo que fue su explosión definitiva en el circuito.

Es decir, son citas que en las que suele sacar muchos puntos, y que se acoplan perfectamente a su estilo de juego. Quizás, como ha declarado el propio Nadal ganar actualmente al Top 3 es improbable, pero quién dice que con un cuadro favorable no pueda llegar lejos. Y además, hay que recordar que en Miami Federer no compite, lo que le otorga la condición de cuarto cabeza de serie, y le evita medirse a Djokovic, Murray y Ferrer hasta las semifinales.

- No jugar significaría decir prácticamente adiós a la posibilidad de acabar entre los tres primeros la temporada. Sin puntuar en el Open de Australia ni los dos primeros Masters 1000, los primeros hombres del ranking se distanciarían mucho, casi al punto de ser inalcanzables en este curso 2013. Acudir al reto, en cambio, permitiría defender los 720 puntos que consiguió la pasada campaña como doble semifinalista de ambos eventos y mantener algo de tierra de por medio con Tomas Berdych y Juan Martín del Potro, ambos a menos de 1500 tantos de Nadal, y al acecho de un posible tropiezo de éste.

Nadal ha ganado Indian Wells dos veces en su carrera.

En contra de jugar:

- Pese a los argumentos esgrimidos a favor, existen otros no tan favorables de una posible presencia en Indian Wells y Miami. El primero, el de la carga de partidos en poco tiempo. De repente, un hombre que ha estado parado siete meses, se encontraría participando en cinco torneos en apenas dos meses de competición, y dos de ellos de mucha exigencia. Saber hasta que punto resultaría bueno para su rodilla es toda una incógnita, y hasta, quizás, un riesgo.

Es cierto que si no juega, se tiraría casi mes y medio desde Acapulco hasta Monte Carlo fuera de competición, lo cual parece demasiado tiempo, más cuando se viene de un parón largo. En ese sentido, una buena solución podría pasar por disputar sólo una de las dos citas norteamericanas. Elegir entre Indian Wells o Miami sería la posible opción, si bien parece más lógico presentarse al primero por una simple cuestión de calendario.

- Por si fuera poco los dos primeros Masters 1000 del año se juegan sobre pista rápida. Nadal va a disputar sus tres primeros torneos tras su retorno en tierra batida. Y luego, tiene previsto iniciar la gira europea de arcilla como todos los años. Entre medias, disputar dos eventos sobre otro tipo de superficie es un problema: primero para sus delicadas articulaciones, y luego para su juego, pues necesitaría de un período de tiempo de adaptación a un tipo de cancha que no pisa desde Miami 2012, es decir, un año prácticamente.

- Un último punto negativo sería la calidad de los rivales. Las dos citas estadounidenses no son Sao Paulo o Viña del Mar. Estarán presentes los mejores, y a partir de octavos de final, será difícil no tener que verse la cara con los mejores. Y qué decir de los cuartos de Indian Wells, donde casi seguro tendría que enfrentarse con algún Top 4. Un buen test para saber donde está realmente el balear, pero demasiado duro para alguien que desea regresar al máximo nivel competitivo de forma gradual.

Como vemos, en cualquier caso, tome la decisión que tome habrá voces críticas y opiniones a favor amparadas en argumentos sólidos. Lo que está claro, es que si finalmente Nadal no acude a Estados Unidos, supondrá el fin de sus aspiraciones a ser número 1 en 2013.

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