Daniela Hantuchova es de esos nombres que los analistas y aficionados del tenis femenino llevamos ya mucho tiempo oyendo, comentando y valorando; Daniela, nacida en 1983, ya no es ninguna niña, y su caída estrepitosa en el ranking, desde que estuviera dos meses alejada de las pistas el año pasado por una fractura de estrés en el pie izquierdo, parece no tener fin.
De aquella tenista que en 2003 llegó a ser #5 del mundo, que incluso cerró dos temporadas en el top10 (2002 y 2007) y nueve en el top30 (2002, 2003, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2011), cada vez queda menos. El año pasado empezó muy bien, con final en Brisbane, cuartos de final en Sydney, 3ª ronda en el Open de Australia, dos victorias en 1ª ronda de Copa Federación y título en Pattaya City. Estaba en el top20, apuntaba buenas maneras el 2012 para ella. Hoy, justamente un año después, esas sensaciones suenan a chiste porque son casi inimaginables. Pese a que decía haber realizado una fantástica pretemporada y pese a ser ambiciosa buscando como objetivo el top10, Daniela está hoy como #58 de la WTA, más cerca en puntos de salir del top100 que de volver al top30. Un ranking que no le hace justicia a su tenis, pero sí a su mal momento. El presente no tiene en cuenta el pasado mientras no se mantenga vivo. Y eso es lo que ocurre con Dani.
Muchas dudas en su tenis esta última semana, algo especialmente significativo. Allí, en el WTA International de Pattaya City, Daniela había encontrado su mejor tenis los dos últimos años ganando en ambas ocasiones el título (2011 y 2012). Por esto, perder en segunda ronda ha sido un duro golpe para ella, en el ranking, pero sobre todo anímicamente.
Con sus 29 primaveras afronta un momento clave para ella: ¿va a poder remontar esto? Lleva 10 años en la élite, ahí arriba, a gran nivel, pero no bajaba tanto en el ranking WTA desde el verano del año 2001, hace ya más de 11 años. ¡Su peor ranking en 11 años! Sin duda, la situación de Daniela urge. Y en cuanto pierda dentro de una semana los puntos del título de Pattaya del año pasado, aún no descontados, caerá hasta el borde del top100. Necesita reestructurar su juego.
Realizó la pretemporada en la Academia Sánchez-Casal. Y a eso se agarrará cuando llegue la tierra, donde se supone que hablamos de una de las academias más especializadas del mundo. Ahora le queda ya poco más para caer. Tendrá que jugar previas de torneos WTA, pero tiene completamente libre toda la gira de tierra batida para ganar puntos; ésa que el año pasado no disputó precisamente por sus problemas físicos. Tiene derecho, y todos así lo deseamos, a terminar su carrera con mejores posiciones y, más aún, con mejor tenis. Competirá en Doha y Dubai, gira estupenda para reencontrarse sin la presión de grandes torneos pero siendo las victorias muy bien recompensadas en lo que a puntos se refiere. Defiende 3ª ronda en Dubai, 120 puntos; nada en Doha. Después también libre sin defender tampoco en Indian Wells, torneo que ganó en dos ocasiones por lo que sería otra gran plataforma en la que relanzarse, pero sí defiende 80 puntos en Miami. Ése es el panorama cercano; pero con esta misma tónica se muestra el resto del curso para Dani. Nada que defender en ninguno de los tres restantes Grand Slams, y apenas nada en torneos WTA hasta la llegada a final de año del WTA de Luxemburgo, donde sí alcanzó semifinales.
De esta forma, aunque las sensaciones actuales dan para ser negativo, el panorama para crecer es amplísimo, como no podía ser de otra manera. Eso sí, necesita encontrarse de nuevo a sí misma. Ahora mismo no parece capaz de remontar el vuelo, pero lo tiene en su mano. Llevamos ya más de 12 meses sin ver a la Hantuchova de juego equilibrado, con toques de calidad y muy buena movilidad. Y se echa en falta. Sigue siendo una modelo de éxito, pero necesita elaborar una balanza justa que le permita rendir en ambos aspectos.
Dani ha perdido especialmente confianza y ritmo de victorias, algo que motivado porque no se acaba de sobreponer de aquélla lesión, tampoco tan grave, de abril del año pasado. Le está llevando su tiempo recuperar el nivel de forma y recuperar su saque, el cual ha bajado varios peldaños su listón. Al final, todo es una rueda; lo negativo se contagia, y lo positivo también. Necesita volver a encontrar la senda positiva, y el torneo de Pattaya City era una gran oportunidad que se le ha escapado. Volverán más oportunidades, pero cada día serán menos y su situación cada semana que pasa se complica más. Reencontrarse y hacerlo rápido que el reloj no deja de correr. Ése es el objetivo.
¿Volveremos a ver a la gran Daniela?