Kuznetsova se asoma por Australia

Tras su semiprovocado parón de 2012, ha vuelto mucho más fuerte y ahora opta a todo

Pedro Gutiérrez | 21 Jan 2013 | 04.55
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Svetlana Kuznetsova, ex número 2 del mundo y campeona de dos títulos de Grand Slam (US Open 2004 y Roland Garros 2009), ha vuelto al circuito renovada con muchas ganas y con su victoria de hoy ante Caroline Wozniacki se ha colado en cuartos de final del Open de Australia cuando hace apenas dos meses estaba retomando ritmo de competición.

Lleva la página web del Open de Australia desde que comenzó el torneo dándole giros y publicidad al ‘círculo de los campeones’, esa sección de la página donde aparecen las más ilustres figuras celebrando las grandes victorias. Pocos están en ese grupo. Hoy Svetlana ha hecho su aparición. Ese grupo de fotos, donde sólo aparecen Djokovic’s, Federer’s, Azarenka’s, Robson’s o Sharapova’s, ha dejado entrar de vuelta a Kuznetsova. Ese círculo, mucho más que un grupo de fotos, es el grupo de la élite deportiva al más alto nivel. Esos escalones jerárquicos que también existen en el tenis, y en cuyo estrato superior Sveta merecía un lugar con sus dos títulos de Grand Slam, aunque sus últimos meses no han sido precisamente fructíferos.

Su físico confunde, pero Kuznetsova sólo tiene 27 años, y con ellos sigue empeñada en jugar partidos duros e igualados, que exigen mucho muscularmente. A ella le gusta esa competición dura, y le gusta porque es una rusa diferente. ‘Españolizada’ tenísticamente hablando, es de las que nunca se escapa de una batalla intensa. Aún se recuerda la que libró también en Melbourne Park ante Francesca Schiavone, otra guerrera. Son corazones que juegan al tenis. Y no corazones en un sentido romántico o pasional, que también, sino auténticamente un sentido visceral. Se dejan el corazón en pista, juegan con alma, con ese algo más que muchas veces cuesta ver en las nuevas tenistas.

Svetlana Kuznetsova tiene carácter, basta echar una ojeada a su lenguaje corporal en pista y fuera de él, a sus autocorrecciones, a sus ánimos, a sus gritos... es única, y a jugadoras como ella se echa mucho de menos. El año pasado tras Wimbledon no compitió más. Una lesión en su rodilla izquierda le apartó del resto de competiciones, desde los Juegos Olímpicos hasta final de año, incluyendo el mismísimo US Open. Una mancha en su historial tras la racha de 40 cuadros de Grand Slams competidos de forma consecutiva, pero ¿realmente ha sido una mancha? o más bien ¿una bendición? Esto último es lo que ha venido comentando estos días Kuznetsova.

Definitivamente creo que el parón me ha venido muy bien”, respondía sincera en sala de prensa. “Me siento bien. Mi rodilla no me molesta y me siento en forma”, añadía. Eso ha quedado bastante claro con el paso que está marcando por su parte del cuadro. Aquélla lesión en su rodilla que venía acumulando desde hacía tiempo, le ofreció a Sveta la oportunidad perfecta para parar y reflexionar. Un alto en el camino que permite mirar hacia atrás, ver todo lo subido por la montaña y al descubrir las vistas desear escalar mucho más. Una historia que se repite entre los deportistas profesionales, especialmente en deportes tan exigentes como el tenis. Algunas paran para ser madres, otras deciden retirarse, hay quienes paran un año al casarse... Svetlana ha parado para disfrutar de la vida.

Su maltrecha rodilla, con una mera lesión muscular, fue la excusa perfecta. Mientras se recuperaba volvió a vivir un tiempo en su casa de Moscú, cerca de los suyos. No olvidemos que proviene de una familia de grandes deportistas, su padre seis veces olímpico, su madre seis veces campeona del mundo y su hermano Nikolai medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Si se fijan, casualidades de la vida, todos coinciden en el número 6. Número que conforme a la tradición judeocristiana hace referencia a lo incompleto, a lo inacabado. Svetlana aún no había terminado su camino por el tenis profesional, atrás quedan históricas compañeras como Dinara Safina o Elena Dementieva. Apenas hay noticias de la lesionada Vera Zvonareva. Sharapova, más rusaunidense que rusa como tal, es la única heredera de esa época no tan lejana en que la WTA era un imperio de zares.

Kuznetsova, particular y diferente, ha vuelto medio año más tarde al circuito y con muchas más ganas de las que ni siquiera ella misma imaginaba. Ha aprendido a valorar la vida que llevaba, lo que le gustaba, y ha vuelto para disfrutarlo. Y vaya si lo está haciendo. Tras haber formado parte del top20 desde mayo del 2004 hasta julio del 2011 sin laguna alguna, y haber terminado el 2012 fuera del top50 (cosa que no le ocurría desde el año 2001), ha llegado a Melbourne poco rodada y como #75 de la WTA. Nadie se equivoca, Sveta es mucho más que eso, y como campeona de títulos ‘major’, está preparada siempre para dar el máximo en esta competición.

Su enorme victoria hoy ante Caroline Wozniacki, heroína pasada, en la central Rod Laver Arena, encumbra de nuevo a Svetlana. Una veterana recién llegada, que ha sabido compaginar las virtudes de cada uno de estos roles. Ahora, llegados los cuartos de final, es si cabe más peligrosa aún. Realmente no tiene nada que perder, pero mantiene un tenis en su raqueta de un nivel escandaloso. Su próxima rival, en lógica, sería la número 1 del mundo Victoria Azarenka. Vika con gran presión encima defendiendo puntos y título, todo lo contrario que Svetlana. Así pues, cuidado con esta rusa relajada y sin nada que perder que se asoma por Melbourne. Ha entrado en el ‘winner’s circle’ en su primer Grand Slam tras el parón, ¿está para más la de San Petesburgo? De momento, y como poco, va enseñando la patita.