Nico Almagro y David Ferrer se jugarán en cuartos de final el pase a las semifinales entre ellos lo que garantiza un español en semifinales. El murciano, que accede por primera vez a cuartos de un Grand Slam sobre pista dura confirma la buena salud del tenis español sobre pistas rápida.
Hubo un tiempo donde los tenistas españoles estaban catalogados como jugados de tierra casi única y exclusivamente. Tenistas especialistas en arcilla que tenían serias dificultades en abrirse paso cada que había una pista de cemento entre medias. Sin embargo, esos tiempos quedar en el olvido. En 1997, la presencia de tres españoles como Carlos Moyà, Felix Mantilla y Albert Costa en los cuartos de final de Australia marcaron el inicio de lo que iba a empezar a ser una extensión de los buenos resultados en canchas rápidas. Ninguno de ellos ganó el torneo, pero el hecho de que Moyà se plantará en la final hizo abrir a muchos los ojos de que también era posible que "terrícolas" invadieran otras superficies.
Desde entonces, ver a jugadores españoles avanzar en el cuadro final ha sido muy habitual. Hasta en diez ediciones del Open de Australia desde ese citado 1997, han llegado a cuartos de final tenistas de nacionalidad española. Han sido muchos y muy diversos, pues hasta nueve diferentes han tenido la oportunidad de colarse en la ronda de los ocho mejores, y cinco de ellos incluso avanzaron a semifinales (Moyà, Ferrero, Nadal, Verdasco y Ferrer), el techo para la mayoría de ellos, pues sólo Rafa Nadal y Carlos Moyà lograron disputar la final, siendo el único Nadal en conquistar el grande australiano.
Algo similar también ocurre con el US Open, el otro referente sobre pista dura. En 1996, Alex Corretja y Javier Sánchez Vicario sorprendieron al mundo al colarse en cuartos de final del torneo neoyorquino. A partir de ahí, cinco compatriotas ( Nadal, Moyà, Ferrero, Verdasco y Ferrer) más siguieron su estela, y cuatro de ellos, se metieron en semifinales. Como en Australia, el acceso a la final quedó restringido a Nadal y en este caso, Ferrero. El título, de nuevo, sólo pudo corresponder al ganador de once Grand Slams.
En 2013, de nuevo un español volverá a pisar las semifinales de un major en pista dura. El hecho de que David Ferrer se haya deshecho del japonés Kei Nishikori y Nico Almagro del serbio Janko Tipsarevic (que ha abandonado por problemas en el talón) configura un cuarto de final netamente español, lo que garantiza un semifinalista nuevamente español.
Se tratará de la tercera vez que dos españoles midan fuerzas en esa ronda en Australia, después de que Carlos Moyà-Felix Mantilla y Rafa Nadal-David Ferrer ya lo hicieran en 1997 y 2011, respectivamente. Para Nico, además, será la primera vez que dispute unos cuartos de final en pistas rápidas, pues sólo en Roland Garros, aunque por partida triple, había llegado a esos niveles.
Para Ferrer, en cambió, será la sexta vez que pise esa ronda en superficies duras, tercera consecutiva en Australia. Semifinalista en una ocasión en Australia y dos en Nueva York, de nuevo tiene una oportunidad de intentar acceder a la que sería su primera final de un grande.
Una rivalidad Almagro-Ferrer desigual
El partido que disputen Nico Almagro y David Ferrer el próximo martes supone una prueba de fuego para los dos, ya que constituye una oportunidad de oro para ambos. Sin embargo, hay un hecho que marca el encuentro: los precedentes. Y es que en los cara a cara entre los dos, David Ferrer ha vencido los 12 enfrentamientos entre ambos, dos de ellos sobre pista dura al aire libre.
El alicantino le venció en los cuatro duelos de 2012, siendo el de Valencia el último disputado. Es cierto que el murciano ha estado muchas veces cerca de derrotarle, pero en ninguna pudo concretar esa opción, lo que supone una losa importante para estos cuartos de final.
Almagro con tiros más potentes y decisivos, Ferrer con mayor consistencia, son grandes especialistas en tierra batida, pero que han demostrado saber adaptarse al no excesivamente rápido Plexicushion de Melbourne. Tanto uno como otro, saben que tienen a Novak Djokovic en el horizonte de una posible semifinal, hueso duro de roer donde los hubiera, pero mientras, quieren seguir haciendo historia. El martes, saldremos de dudas, acerca de quien la hace.
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