Roger Federer y el lejano relevo generacional

Ganó a Tomic y avanza a la segunda semana de competición sin ceder un set

Julio Muñoz | 19 Jan 2013 | 10.21
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Roger Federer ganó el duelo generacional contra Bernard Tomic en tres sets. El suizo está de nuevo en octavos de final de un Grand Slam donde se medirá a otro joven como Milos Raonic. Federer no pierde antes de cuartos de final desde que lo hiciera en Roland Garros 2004.

Roger Federer es eterno. No importe que su rival sea uno de los jugadores de moda. Que juegue en casa, con la ilusión del que se sabe preparado para asestar el gran golpe de su carrera y que acuda a un encuentro con el precedente de llevar invicto 10 partidos seguidos. Federer es mucho más que eso. Pertenece a un nivel superior, el que lo convierte en uno de los mejores jugadores de la historia, sino el mejor.

Federer ganó a Tomic y se clasificó para octavos de final.

Es cierto que Bernard Tomic promete mucho a sus 20 años, y que atrás parece haber dejado los problemas de 2012. Tiene bueña muñeca el australiano, y sobre todo carácter, como demostró en muchas ocasiones, especialmente las más comprometidas, salvando no pocas bolas de break. Sin embargo, todavía parece estar lejos de alcanzar al suizo.

Federer sabe controlar los partidos, acelerar los ritmos y ahí Tomic no parece llegar aún. Con el helvético todo pasa demasiado rápido, lo cual es uno de los principales incovenientes a los que se enfrentan casi todos sus rivales. Tiene la facilidad de ganar sus juegos con relativa facilidad (como demuestra el hecho de no haber perdido su servicio en los tres duelos jugados en Melbourne ante rivales de cierta enjundia) y de saber cuando atacar los del contricante. Además, ha perfeccionado su juego defensivo, lo cual le convierte en más temible aún si cabe.

Así se puede decir que Tomic lo intentó, que le plantó cara, de forma más sugerente en la segunda manga, si bien es cierto que porque Federer no aprovechó ninguno de sus continuos puntos de quiebre, pero en ningún momento tuvo opciones reales de victoria. Derrotar a al suizo son todavía palabras mayores.

Acumula, el de Basilea, 250 victorias en Grand Slam, 66 en el Open de Australia (las mismas que en Wimbledon, sólo en seis de sus 55 participaciones en "majors" no ha logrado alcanzar por lo menos la tercera ronda. Si hablamos de relevo generacional, mejor mirar a otro lado. Federer no pierde con un joven menor de 23 años desde que lo hiciera en la segunda ronda de Roma 2010 ante el letón Ernests Gulbis. Números de genio que ahora deberá ampliar en la segunda semana de competición. En octavos de final le espera Milos Raonic. Otro joven de 22 años, que ya ha declarado saber poder ganar a Federer. Es cierto, de sus tres partidos disputados entre ambos, en los tres le arrebató el primer set, y en Halle y Madrid incluso le llevó a disputar un tiebreak final en la tercera manga.

Sin embargo, no cuenta el canadiense con que Federer se transforma en Grand Slam. Con que en Melbourne serán cinco y no tres sets los que tendrán que hacer frente, y con que las pistas de Australia son algo lentas (aunque más rápidas que las del curso pasado según el propio suizo), un handicap para su colosal saque.

El camino de Federer es terrible, prácticamente desde que disputó su encuentro con Davydenko cada partido supone una prueba, a cada cual más dura, pero la fiabilidad mostrada y su poco desgaste hasta la fecha invitan a pensar que puede alcanzar unas hipotéticas semifinales contra Andy Murray con total garantias.

Será a partir de esa ronda, cuando veamos el verdadero nivel de 2013 de Federer y si está capacitado para volver a ganar un Grand Slam, el que sería el 18º de su carrera. Las sensaciones, sin embargo, invitan a pensar con cierto optimismo a que así sea.

El futuro de Tomic

Por su parte, para Bernard Tomic se le plantea ahora un dilema. El año pasado ya cuajó buenas actuaciones en la gira de su país, pero luego se desplomó no logrando alcanzar los resultados previstos y llegando a bajar incluso del puesto 50. Su talento es incuestionable, y lo hecho en Australia debe de ser un golpe de moral.

Tomic ha caído en tercera ronda de Australia con Federer.

Ha demostrado que puede ganar a los mejores, que sabe ganar títulos como quedo patente en Sidney. Si quiere ser Top 10 (su objetivo) debe de seguir en la misma línea, evitando esos bajones mentales que sufrió el curso pasado. Si lo hace, los mejores tendrán un nuevo adversario de nivel.


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