
Los cabezas de serie tienen el privilegio de no enfrentarse entre sí en las dos primeras rondas. Pero ello, no es sinónimo de partidos fáciles en las primeras eliminatorias. Existen una serie de rivales a evitar debido a su enorme potencial. Analizamos algunos de ellos.
Los Grand Slam tienen como principal nota característica respecto al resto de torneos del circuito contar con un cuadro grande compuesto por 128 jugadores. De ellos, los 32 mejores designados cabezas de serie, lo que provoca que las primeras raquetas no se vean las caras en las primeras rondas. Sin embargo, unas veces por inoportunas lesiones y otras por malas formas puntuales, lo cierto es que muchas ocasiones aparecen rivales incómodos que nadie quiere tener delante y menos en las primeras rondas, cuando aún no está cogido el ritmo de competición por completo. En Punto de Break, repasamos las amenazas más latentes que pueden tener los primeros preclasificadas en las dos primeras eliminatorias:
- Bernard Tomic: el ídolo local. A sus 20 ya ha sido capaz de lo peor y de lo mejor. En suelo australiano parece crecerse como demuestran sus resultados. Ha sido semifinalista en Brisbane, ha jugado los octavos de final del Open de Australia 2012 y viene con la moral por las nubes después de su buen papel en la Copa Hopman con victorias incluidas sobre Novak Djokovic, Tommy Haas y Andreas Seppi. Talentoso como pocos, su ranking fuera de los 50 primeros no le permite ganarse la etiqueta de favorito. No obstante, seguro que ningún Top 10 quiere verse las caras con una de las grandes promesas del tenis.
- Lleyton Hewitt: si Tomic representa el futuro, su compatriota Hewitt nos muestra el pasado. Su mejor juego parece quedar ya en el olvido, pero aún así es capaz de dar un susto a cualquiera, como demostró la pasada temporada cuando se clasificó para la ronda de los 16 mejores tumbando en el camino a Milos Raonic y complicando la vida en exceso al a la postre vencedor Djokovic. Aguerrido, luchador, con el público siempre a favor, vérselas con él, siempre supone un desafío y un plato de no muy buen gusto.
- Julien Benneteau: el galo no será cabeza de serie por muy poquito. Entre los 40 primeros del mundo, su juego consistente desde el fondo de pista y su calidad en la red le convierten en una verdadera pesadilla cuando está inspirado. Nadal, Djokovic, Federer...los mejores sufren, y en ocasiones demasiado, cuando tienen al otro lado de la red a Julien. En Australia, nunca ha pasado de la tercera ronda, pero no por ello, querrán tenerlo enfrente a las primeras de cambio.
- Nicolay Davydenko: posiblemente el jugador más temido de cuantos circulan por detrás de los cabezas de serie. En Doha ha demostrado que puede volver a ser la máquina inapelable de enviar bolas y más bolas a las líneas con todos los ángulos posibles imaginables. David Ferrer, Mikhail Youzhny fueron algunas de las víctimas que fulminó en el torneo qatarí hasta llegar a la final, donde no pudo vencer a Richard Gasquet. Su derecha vuela cuando está en forma y su revés es capaz de desplazar a cualquier adversario. Su velocidad de juego es de las más altas del circuito, sin duda.
- Grigor Dimitrov: A tenor de lo visto en Brisbane parece que en 2013 va en serio el búlgaro, lo cual son excelentes noticias, pues su clase y talento nunca está de más. Irregular y con enormes deficiencias el curso pasado, sus golpes pueden llegar a ser definitivos a poco que gane confianza. En el primer torneo del año, de momento ya ha pisado la primera final de su carrera. Sólo Andy Murray pudo detenerle, y con mucho sufrimiento.
- Ivo Karlovic: No está en su mejor momento. Su juego tampoco es atractivo. Pero con un saque demoledor, le basta una efectividad alta en su primer servicio para complicar el día al más pintado. La superficie de Plexicushion no es la más rápida, lo que le disminuye sus opciones de sorpresa. No obstante, algunos pensaran que mejor que lo elimine otro.
- David Goffin: Este belga rubio de 22 años sorprendió al mundo llegando en 2012 a los octavos de final de Roland Garros y la tercera ronda de Wimbledon. Parece que los Grand Slams son lo suyo, y Australia podría ser una buena piedra de toque. Consistente desde el fondo de pista, su margen de progresión es enorme. La cuestión, será ¿ hasta donde llegará?
- Paul-Henri Mathieu: las lesiones le marcaron en anteriores temporadas. Sin embargo en 2012 volvió por sus fueron metiéndose de nuevo entre los 60 primeros. Con 30 años (cumplirá 31 el día 12), aún parece tener algo que decir con la raqueta en la mano. Firme tanto de derecha como de revés, su máxima carencia parece ser la de no tener un golpe ganador definitivo. Una losa importante cuando ha de medirse a los mejores.
- Feliciano López: el toledano alcanzó los octavos de final el año pasado. Dueño de un saque de zurdo poderoso y además colocado, López puede derrotar a cualquiera cuando tiene uno de esos partidos en los que todo le sale, especialmente con el servicio. El revés cortado le ayuda, además, a tapar su gran lunar y acceder a la red en condiciones favorables para sentenciar el punto. En Melbourne, y al igual que ocurre con los anteriores rivales, mientras más lejos esté en el cuadro mejor, eso dirán muchos.
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