
La tierra azul de Madrid y las retiradas de algunos nombres importantes del circuito ha sido, sin duda, lo peor del año. Luego hubieron otras cosas que se pudieron mejorar, como el sobrecargado calendario del tramo final de temporada.
La temporada 2012 ha dejado en líneas generales un buen sabor de boca a todos los seguidores del tenis. Por primera vez desde hace diez años, ha habido cuatro ganadores distintos de Grand Slam, lo que ha provocado muchas alternativas en el circuito. Sin embargo, también nos ha dejado varios aspectos negativos que conviene resaltar. En Punto de Break analizamos aquello que no nos ha parecido tan bueno:
La tierra azul de Madrid
El experimento de la tierra azul no funcionó todo lo bien que se quiso. La idea de favorecer la visión de los encuentros a los espectadores cambiando el tradicional color ocre de la superficie más lenta del circuito por un azul intenso fue un desastre. Los jugadores se quejaron por lo resbaladiza y rápida que se encontraba la pista, a tal punto que algunos como Roger Federer la interpretaron como si de hierba se tratara y jugaron de forma agresiva. Incluso, hubo varios tenistas, entre ellos Rafa Nadal, que anunciaron que no volverían a jugar más si se seguía manteniendo.
Tantos fueron los problemas, que la ATP, consciente de todo ello, decidió no seguir adelante con la idea. En 2013, Madrid volverá a jugarse sobre la clásica tierra batida roja.
La sobrecarga en el calendario
Se acortó la temporada en un par de semanas respecto a 2011, algo positivo para el descanso de los tenistas. Ahora bien, se hizo a cambio de condensar varios torneos importantes como París-Bercy, las Finales ATP de Londres y la Copa Davis en apenas tres semanas. Los resultados fueron algunas bajas en el torneo francés y sorpresivas eliminaciones de los favoritos en las primeras rondas.
Por si fuera poco, al ser año olímpico se complicó todo aún más. El Masters 1000 de Canadá comenzó a disputarse un día después de jugarse la final olímpica, lo que provoco ausencias muy significativas en el torneo canadiense. Si se quiere cuidar a los tenistas, desde luego, este no parece ser el mejor sistema para ello.
Bajo rendimiento de algunos ilustres
Unos por lesiones y otros por bajo rendimiento, el caso es que fueron varios de los nombres ilustres del circuito que decepcionaron. David Nalbandian fue noticia más por sus escándalos dentro de la pista que por sus logros. En la final de Queen´s golpeó fortuitamente a un juez de línea, lo que le acarreó la expulsión de un encuentro que tenía bien encarrilado. En el Open de Australia, tuvo sus más y su menos con un árbitro tras no concederle la petición del ojo de halcón. Por si fuera poco, una lesión en el tramo final de la temporada le apartó del sueño de disputar las semifinales de la Copa Davis, competición que anhela ganar desde hace mucho tiempo.
Por su parte, Nicolay Davyenko mostró su peor cara. La de un tenista falto de ambición que tiene su cabeza más fuera que dentro de las pistas. El ruso, que fue padre en abril, acabó la temporada en el puesto 44 y por primera vez desde 2002 sin ni siquiera alcanzar una final de algún torneo. Para colmo de males, tampoco fue capaz de vencer a ningún Top 10.
Tampoco Lleyton Hewitt rindió como se esperaba. Dio la cara en el Open de Australia donde llegó a los octavos de final ganando entre otros a Milos Raonic, pero a partir de ahí una lesión le apartó hasta Roland Garros. Llegó a salir del selecto grupo de los 100 mejores, aunque en su honor cabe decir que en algunos partidos del tramo final de temporada demostró su inmenso talento, como cuando ganó a Juan Mónaco en Valencia o tuvo a Novak Djokovic contra las cuerdas en los Juegos Olímpicos.
Retiradas
Una de las notas más destacadas de 2012 han sido las retiradas de hombres importantes en el circuito. Entre ellos dos ex números 1 como Andy Roddick y Juan Carlos Ferrero. El primero lo dejó en el US Open, el único Grand Slam que ganó en el lejano 2003. El norteamericano ha abandonado el circuito con tan sólo 30 años y lo hizo demostrando que aún era posible ganar torneos (se llevó dos) y dar algún susto a los mejores (derrotó a Roger Federer en Miami). El segundo se fue en Valencia, el torneo del cual es propietario, y disputando su último partido contra un amigo, Nico Almagro, al cual aconsejará la temporada que viene.
No sólo ellos se retiraron. También colgó la raqueta el “Bombardero de la Reina”, o lo que es lo mismo, Fernando González. El chileno dijo adiós en Miami. Su espectacular derecha capaz de alcanzar los 180 km/h seguro que se echará en falta. Al igual que el potente saque de Ivan Ljubicic. El croata se sumó a la lista de jugadores que terminaron su carrera en 2012. Con 33 años y tras perder con Ivan Dogig en Monte Carlo dijo basta.
Jóvenes que no acaban de despuntar
Milos Raonic se consolidó como jugador Top 15 y con visos de ser próximamente uno de los diez mejores jugadores del mundo. Jerzy Janowicz también aportó lo suyo con la aparición estelar en la final de París-Bercy. Pero otros defraudaron enormemente. Así fue el caso de Bernard Tomic, cuartofinalista en Wimbledon 2011. El australiano acarreó portadas en la prensa pero no por su buena actuación en el circuito. Persecuciones policiales, multas por exceso de velocidad, falta de esfuerzo o broncas con su padre algunos de los sucesos más notorios que Bernard Tomic protagonizó a lo largo del año.
Grigor Dimitrov no acaparó tantos titulares, pero el heredero de “Roger Federer” no acaba de despuntar. Su talento e innegable clase parece que aún no acaban de encontrar hueco en la élite. Se esperaba mucho de él, pero lo cierto es que el búlgaro sólo fue capaz de acabar en el puesto 48, muy por debajo de su potencial de juego.
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