
El tenista sueco Robin Soderling lleva sin jugar desde mediados de 2011 por culpa de una mononucleosis y, a día de hoy, ni él mismo sabe cuando volverá a jugar ni si podrá recuperar su mejor nivel. Soderling no pierde la esperanza, y de hecho algunos tenistas de élite han podido jugar tras superar esta enfermedad, pero el caso del sueco es el más extremo de todos los conocidos hasta la fecha.
Robin Soderling confesó recientemente, en una entrevista al diario sueco 'Expressen', que quiere volver a las pistas en 2013 y que “hago todo lo posible para volver”, pero al mismo tiempo admite que “siento que es difícil” y que incluso se ha planteado acudir al circuito de veteranos o retirarse si no puede jugar el próximo año. Mantiene la esperanza porque poco a poco va reponiéndose y recuperando sensaciones. En la misma entrevista señala que “ya tolero mejor los entrenamientos” y que cada vez es capaz de entrenar y coger la raqueta más días consecutivos.
El sueco lleva casi un año y medio sin disputar un partido. Curiosamente, fue una final, la del torneo de Bastad, en su país natal, Suecia. Fue el 11 de julio de 2007 y le ganó a David Ferrer por un doble 6-2.
Aparte de que no se despejan las dudas acerca de su retorno a la competición y al circuito ATP, está por ver si sería capaz de recuperar su mejor nivel. En este sentido tiene motivos para el optimismo y para el pesimismo. Ha habido tenistas profesionales que también han padecido mononucleosis y, posteriormente, han rendido a nivel óptimo en los torneos. Es el caso de Roger Federer y Andy Roddick. Pero también ha habido otro caso de un tenista al que la mononucleosis le cambió la vida para siempre. Hablamos de Mario Ancic.
Ancic se vio obligado a retirarse definitivamente en 2011 a causa de una mononucleosis que se le reveló por primera vez en 2007 y que desde entonces nunca le abandonó. Tras un primer período de baja en la primera mitad de ese 2007, volvió a las pistas, pero obteniendo resultados poco relevantes. Nunca fue capaz de acercarse al nivel de juego que le permitió alcanzar el número siete del mundo en 2006, y más tras sufrir recaídas en 2008 y 2009. Finalmente, a principios del año pasado, tras una nueva reaparición de la enfermedad que le dejó, según confesó el mismo, literalmente sin fuerzas, tomó la dura decisión de retirarse.
Más suerte tuvieron Roger Federer y Andy Roddick, ya que a ambos el virus les afectó de un modo mucho menos agresivo. Cronológicamente, el primer caso es el del suizo, que se sometió a unos examenes médicos tras la disputa del Open de Australia de 2008 (donde perdió con Djokovic en semifinales tras quejarse durante todo el torneo de no sentirse bien) y tras saber sufrido fiebres y una intoxicación durante las semanas anteriores al Grand Slam australiano. Estos análisis le diagnosticaron mononucleosis, pero al mismo tiempo que su cuerpo ya estaba creando anticuperos y reaccionando bien a la dolencia. Los resultados que ha logrado desde entonces evidencian que se restableció totalmente.
A Roddick le ocurrió algo similar que a Federer: le diagnosticaron la mononucleosis cuando ya estaba prácticamente curado. Fue en agosto de 2010, tras haberse retirado de la Rogers Cup y tras dos meses de resultados muy discretos sin aparente explicación.
¿Qué es la mononucleosis?
La mononucleosis es una enfermedad que se transmite por la saliva. El contagio sólo se produce por contactos íntimos, generalmente un beso, por eso se le llama también 'la enfermedad del beso'. El nombre de 'mononucleosis' viene porque, cuando penetra en el organismo, el virus se multiplica en los linfocitos (los glóbulos blancos de la sangre del grupo de los mononucleares, o sea de un sólo núcleo).
No es fácil detectarla porque sus principales síntomas (fiebre alta, dolor de cabeza, fatiga intensa y amigdalitis) son muy similares a los de la gripe común. La garganta se suele enrojecer e inflamar. En los casos más graves puede afectar al sistema nervioso. En la mayoría de los casos se cura espontáneamente la enfermedad, aunque afecta durante varias semanas. Los antibióticos son ineficaces por lo que los médicos recomiendan reposo prolongado para permitir que el sistema inmunitario elimine el virus. Con todo, cada paciente reacciona de forma distinta ante la mononucleosis, con lo que los tiempos de incubación y recuperación pueden oscilar bastante.
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