
El francés Jo-Wilfried Tsonga presenta un inquietante balance de 1-13 esta temporada respecto a los diez mejores jugadores del mundo. Un dato que le complica mucho hacer un buen papel en la ATP World Tour Finals de Londres.
Jo-Wilfried Tsonga ha iniciado con mal pie su tercera participación en el torneo de los maestros. Una derrota en la jornada inicial contra Novak Djokovic le ha dejado sin margen de error para los siguientes partidos. Hasta ahí todo parece normal dada la diferencia en el ranking que separa al francés, actual número 8 del mundo, del mejor jugador del mundo.
Sin embargo, lo que ya no entra dentro de esa normalidad es que si analizamos las últimas actuaciones frente a tenistas del Top 10, vemos como el jugador de Le Mans tiene un verdadero problema. Y es que de los 14 enfrentamientos que ha disputado este año contra alguno de los 10 mejores del mundo este año, sólo en uno ha salido vencedor, el que le enfrentó a Juan Martín del Potro en los octavos de final de Roma.
Descartando su triunfo por incomparecencia de Roger Federer en las semifinales de Doha, cada vez que Tsonga se ha medido a un Top 10 ha sido un dilema. Con Novak Djokovic ha fracasado en los cinco duelos que se han visto las caras en 2012. Hierba, pista rápida indoor o al aire libre ha dado igual. Incluso, donde más cerca ha estado de derrotarle ha sido en los cuartos de final de Roland Garros, sobre tierra batida, donde llegó a disponer de cuatro bolas de partido.
Curioso, porque precisamente hasta esta temporada, Tsonga era uno de los pocos jugadores que tenía un balance favorable en los cara a cara con el actual número 1 del mundo habiéndole ganado seis de los diez enfrentamientos que habían mantenido hasta la fecha.
Con Tomas Berdych, su próximo rival en Londres la cosa también anda mal. El checo parece siempre tener un puntito más de paciencia en los intercambios que ambos ofrecen desde el fondo de pista, y eso le hace ser un poco superior al francés. Suelen ser partidos igualados debido al poderoso saque de ambos, pero al final, Berdych acaba llevándose el gato al agua, como ha hecho en los dos partidos jugados esta campaña.
Con Andy Murray, el otro miembro de su grupo la situación es peor. Desde 2008 cuando le sorprendiera en la primera ronda del Open de Australia y se diera a conocer para gran parte del público, el francés no le gana. Esta temporada en Wimbledon se vieron las caras en semifinales, pero al final el escocés terminó encontrando la manera de superarlo.
Con el resto de participantes del Masters la situación es peor. Con David Ferrer perdió recientemente en los cuartos de final de París-Bercy, y con Juan Martín del Potro también lo hizo en un par de ocasiones al inicio del año, si bien en Roma se vengó derrotando al argentino en los octavos de final con la que hasta ahora es la única victoria de Tsonga sobre un jugador ubicado dentro de los diez mejores del mundo.
De los que no están en Londres, y son o han sido Top 10, la situación es similar. Contra Rafa Nadal cedió en los cuartos de final del Masters 1000 de Miami a pesar de los problemas del balear con la rodilla que le hicieron no saltar a la pista al siguiente partido. Y contra John Isner, número 10 en las semifinales de Winston Salem, tampoco la cosa fue mucho mejor, pues cayó en un ajustado tiebreak del tercer set.
La actuación de Jo-Wilfried Tsonga es bastante sorprendente pues nunca Tsonga había sido un jugador había tenido especial problema en derrotar a los mejores. Sin ir más lejos, el pasado año cosechó un aceptable 10-12 en sus duelos contra Top 10, y además, fue capaz de vencer en dos ocasiones tanto a Rafa Nadal como a Roger Federer. Incluso, las estadísticas también le apuntan una victoria sobre Novak Djokovic en París-Bercy, si bien el serbio no disputó el encuentro por lesión.
Las causas
Con semejante panorama, lo primero que viene a la cabeza es preguntarse el motivo por el cual Tsonga tiene estos problemas cada vez que se mide a los mejores. Y la solución que posiblemente más enteros gana es porque el galo no está físicamente al 100%. La espalda, que ya le ha dado varios disgustos esta temporada, y una caída en Queen´s que le dañó seriamente el dedo meñique de la mano derecha le están mermando, y Tsonga es un tenista que por su explosividad necesita estar en plenitud.
Ello evidentemente es una excusa, pero no hay que olvidarse de que antes de que sufriera estos contratiempos ya venía teniendo estas derrotas. Y es que a Tsonga también le influye su estilo de juego. El francés es un gran sacador, de los mejores del circuito, pero su movilidad desde la línea de fondo no es comparable a la del resto de jugadores del Top 10. En ese sentido, cada vez se resta mejor, y eso castiga enormemente las aspiraciones de Tsonga que se ve forzado a jugar más de lo que quisiera desde el fondo de pista.
En definitiva, un grave problema para un tenista que el año pasado fue finalista en el torneo de maestros, dejando por el camino a varios de los mejores jugadores, esos a los que ahora no consigue vencerles.
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