
'Todo es poco para el torneo de Linz', dicen los hermanos Reichel, propietarios del torneo así como de los WTA de Bad Gastein y Barcelona, sin duda nos encontramos ante uno de los torneos clasicos del circuito femenino que más interes despierta por sí mismo al margen de los puntos que reparta y del cartel de jugadoras que presente.
Celebrado en el estadio Tips Arena de Linz desde 1991, ha visto pasar por sus pistas (que han pasado de ser verdes, a rojas, a grises, a moradas y ahora azules) a grandes de la historia del tenis femenino y de hecho entre sus campeonas sobresalen poderosos e ilustres nombres como: Mary Pierce, Lindsay Davenport, Justine Henin, Ai Sugiyama, Amélie Mauresmo, Maria Sharapova, Ana Ivanovic o Petra Kvitova. Evidentemente en un circuito femenino donde las apuestas por los torneos exclusivamente femeninos son escasas y suelen tener poco éxito, la celebración de eventos como el austriaco en el que se vuelca una ciudad austriaca entera del centro de Europa de apenas 200.000 habitantes les deja en un muy buen lugar. Desde el año '91 se lleva celebrando el torneo y desde 1999 con la categoria actual, WTA International. Sin embargo, su fama y su probada experiencia en una magnífica organización hacen que sea uno de los torneos más valorados de su categoría y que se haya rumoreado (sin efectos, de momento) que en un futuro elevará su categoría. Quizás eso les restaría más que les sumaría.
Pero no es solo su historia lo que hace especial al torneo de Linz, también lo son sus organizadores y directores. Ya unos auténticos expertos que paso a paso se están convirtiendo en terratenientes del circuito, los hermanos Reichel a través de varias empresas de organización de eventos, publicidad y de imagen, e incluso directamente con su nombre son los dueños del torneo de Linz, así como del también torneo austriaco sobre tierra batida al aire libre con vistas a los Alpes de Bad Gastein. En este 2012 tras salir a la venta el torneo WTA de Barcelona por la principal accionista Arantxa Sánchez-Vicario fueron también los Reichel los principales candidatos a hacerse con no sólo esa licencia sino con todo el torneo en su conjunto. Por ello, a día de hoy los hermanos Reichel son propietarios de los torneos WTA de Linz, Bad Gastein y Barcelona. Tres bonitas ciudades, con tres WTA International de nivel medio que buscan diferenciarse en un circuito por momentos monótono. Tres torneos hermanados, que crecerán juntos y que si la unión hace la fuerza quién sabe hacia dónde pueden llegar. ¿Se imaginan una nueva gira europea bajo techo a finales de año? ¿se imaginan que evolucionan en torneos WTA Premier? ¿Podria utilizarse la licencia de Barcelona para crear una gira WTA austriaca con tres torneos? Todo son opciones y comentarios que están cantendentes por el aire.
El torneo de Linz ha entrado en sus últimas ediciones en una búsqueda de la excelencia. Tanto en lo que se refiere a captación de público, como de medios de comunicación, como de cartel de jugadoras, como de patrocinadores. Consigue un equilibrio muy difícil para el resto de los torneos, y cada año crece un poco más. En esta edición de 2012, el torneo de Linz contará con la presencia (¡en un WTA International!) de la número 1 del mundo Victoria Azarenka. Huelga decir que hablamos de la mejor tenista del momento, viene de ganar en Beijing y de hacer final en el US Open, y que ha elegido a Linz como su único torneo de dicha categoría en todo el año. Además de su única preparación para el torneo de maestras que se disputa en Estambul apenas una semana después de que finalice el torneo austriaco en una superficie similar.
Para aclarar la idea, en este 2012 Victoria Azarenka, Maria Sharapova, Serena Williams y Agnieszka Radwanska, big4 indiscutible este año, sólo han hecho acto de presencia entre las 4 en 1 WTA International en todo el año: y fue Radwanska en el WTA de Kuala Lumpur. Por lo que imagínense lo que supone para el torneo de Linz acoger a la número 1 en sus pistas, y el prestigio que ha debido alcanzar para que Vika se planteara acudir.
En lo que se refiere a los patrocinadores, cuenta con uno de los más fieles como es la compañía de seguros Generali. Que además aporta muchos recursos y regularidad, lo que les permite seguir creciendo pues al ser un WTA International no tiene por qué gastar más en premios o en dotación de pistas etcétera pero sí mejorar lo ya existente como deseen. Pero no sólo se quedan en un gran patrocinio sino que tienen importantes empresas detrás, fieles año a años, como bet-at-home, voestalpine, Raiffeisen Bankegruppe, LivaSport u Oriflame (hoy también uno de los principales patrocinadores de todo el circuito WTA). Además la colaboración de Austria y sus instituciones públicas con el torneo es muy destacable. Visto lo visto, hablar de un torneo al que le sobran los recursos para seguir buscando en qué mejorar, significa claramente que se están haciendo las cosas muy bien.
A pesar de la existencia de los torneos WTA Premier de Moscú y París (en febrero), creo poder afirmar que el torneo de Linz es el trofeo más prestigioso del circuito femenino bajo techo. Sin contar evidentemente un torneo con las especiales características del WTA Championships. Con un ambiente entre las jugadoras fantasticos, un mimo constante y una ciudad con un encanto especial, el torneo de Linz es de esos torneos WTA que vienen a la mente cuando llega el momento de cerrar la temporada. De los que enriquecen y ponen en valor a todo el circuito WTA. Gran embajador del circuito femenino en lo que se refiere a la dimensión organizadora. Un buen resultado en Linz, e incluso un título aquí, te coloca junto a nombres como Pierce, Mauresmo, Henin o Davenport, auténticas fueras de serie.
La magia del torneo de Linz es que la que gana aquí es una auténtica campeona. Encerrona por aquello de central bajo techo, Ivanovic ganó aquí dos años a lo que después le permitió hacerse con el título de campeona en Bali, y en el 2011 Linz fue testigo de la arroyadora racha de Petra Kvitova (que aún se mantiene) en pistas indoor, conquistándo después el WTA Championships sin dejar escapar un sólo encuentro.
Pista para los ataques certeros y premiadora de la agresividad, la central de Linz tiene cabida para 6.000 espectadores, que aumentan en bastantes cuando se ofrece el clásico concierto de apertura del torneo, con una riqueza de actividades paralelas y complementarias al tenis alucinante. Ademas su fiesta de jugadoras es de las más famosas del circuito precisamente por su innovación y es que han sido ya muchas las veces en que hemos visto a las tenistas vestidas de tirolesas o jugando entre espuma.
Es un torneo centrado en todos, desde el espectador de pie de pista hasta el medio de comunicación, sin olvidar claro a las tenistas, auténticas protagonistas. Un torneo exclusivo de tenis femenino, sin comparación y muy particular, que siempre permanece en su lugar año tras año cerrando las temporadas de manera excelente. Un embajador de la excelencia y magia del circuito femenino WTA.