Davydenko apura su carrera

El tenista ruso busca en el tramo final de temporada unos puntos que le permitan mantenerse entre los 50 primeros y seguir un año más

Nicolay Davydenko se juega mucho en este tramo de final de temporada si quiere seguir disfrutando del tenis un año más. Consciente de ello, el ruso se está poniendo las pilas en el torneo de Metz y está tratando de cuajar una buena actuación con el fin de mejorar puestos en el ranking.

Después de una temporada bastante pobre en resultados, donde los más destacado han sido las semifinales del ATP 500 de Rotterdam, el ruso sabe que debe escalar posiciones rápidamente si no quiere verse fuera de los 50 primeros del mundo. Y ello pasa por realizar buenas actuaciones en los torneos próximos.

El ruso se ha marcado esa posición como el límite a no traspasar. La frontera que separa a los 50 mejores del mundo del resto es la misma que obliga a los tenistas situados detrás de ella a jugar fases previas de torneos importantes y acudir a Challengers, y eso es, precisamente, lo que el tenista ruso pretende evitar a toda costa.

Como ya anunció en una entrevista concedida a Jorge Viale en ESPNdeportes.com, el tenis ya no es su prioridad, sino su mujer Irina y su hija Ekaterina ( nacida el pasado mes de abril) por lo que hacer el sacrificio de retornar a la élite desde abajo ya no es motivación suficiente para seguir jugando.

El caso de Davydenko es raro dentro del circuito. Dotado de una técnica exquisita, cuando su revés y derecha estaban sincronizados, el ruso ha sido una máquina perfecta capaz de mandar en la pista a todo aquel que se pusiera enfrente, ya fuera Nadal o Federer.

Y es que en la ATP pocas cosas han dado más miedo que enfrentarse a un Davydenko entonado. Sus continuos tiros a las líneas y su forma de montarse a la pelota con el revés eran el temor de todos los jugadores.

Fruto de ello, fueron sus títulos conquistados cuando estaba en racha. Un ejemplo de ello, la Copa Masters de Londres en 2009, su título más importante y donde fue capaz de vencer a Del Potro en la final tras dejar en el camino a Roger Federer, Robin Soderling o Rafa Nadal.

Davydenko ha sido capaz de ganar a los mejores

Precisamente, el balear ha sido una de las victimas preferidas del ruso. Lo ha derrotado en seis ocasiones, cuatro de ellas consecutivas y ante él, logró dos de sus tres Masters 1000 (Miami 2008 y Shanghái 2009) conseguidos a lo largo de su carrera. El otro sería en Paris-Bercy 2006 ante el eslovaco Hrbaty.

Todo lo contrario que con Roger Federer, al que tardó 13 duelos en ganarle y con el que ha perdido en 17 de sus 19 enfrentamientos. El juego del suizo y su variedad de golpes le han ocasionado siempre muchas complicaciones.

De Davydenko nunca se pudo decir que fuera especialista en alguna superficie en concreto. Más bien se trataba de rachas, de saber si estaba en gracia o no. Si la tenía, no importaba el tipo de pista. Así lo demuestra su palmarés. De sus 21 títulos, diez llegaron en tierra batida, cinco en moqueta y los otros seis en pista dura. Sólo la hierba, con la que nunca ha sentido especial devoción, se le resistió.

A ellos habría que sumar la Copa Davis de 2006 conquistada en Moscú, donde Nicolay sumó el primer punto de su equipo al derrotar al argentino Juan Ignacio Chela en el primer encuentro de la serie.

En los Grand Slam, el ruso fue capaz de llegar a dos semifinales de Roland Garros y otras dos del US Open, pero Federer en tres ocasiones y el argentino Puerta le frenaron las puertas de acceso a las finales.

Sin embargo, detrás de todas esas luces que iluminan su carrera, Davydenko tiene una cara B, algo más oscura, su irregularidad, que le hacía en ocasiones perder de forma inexplicablemente en primera ronda torneo tras torneo. Fue así, precisamente como se vio implicado en un supuesto caso de trama de apuestas en el verano de 2007 en Sopot.

Tras perder en los tres torneos previos a las primeras de cambio, Davydenko se enfrentaba al argentino Martín Vasallo Argüello, entonces 87 del mundo, y tras ganar el primer set, la casa de apuestas Betfair denunció apuestas en contra de su victoria por un total de 7 millones de dolares.

Algo sorprendente, como también lo fue la llamada de atención que sufrió del juez de silla Jean-Philippe Derc, por no esforzarse lo suficiente en su partido de segunda ronda de San Petersburgo contra Marian Cilic que acabó con derrota del ruso por 1-6, 7-5 y 6-1 después de cometer hasta diez dobles faltas.

Todo ello le propició un cierto halo de misterio a su alrededor que confirmaba con su actitud reservada. Sin patrocinadores en su camiseta o raquetas durante mucho tiempo a pesar de ser uno de los cinco mejores jugadores, su carácter e imagen no vendía en un circuito cada vez más comercial. Tanto es así que apenas era requerido para realizar entrevistas o firmar autógrafos.

El ruso no es un jugador muy buscado por las marcas publicitarias

Conclusión

A pesar de las sombras que pudo transmitir en algunas fases de su carrera, lo cierto es que el ruso ha sido un tenista relevante en el panorama tenístico de estos últimos años. Su espectacularidad en su golpeo de pelota, jugando en muchas ocasiones a bote pronto, o su manera de distribuir juego han pasado a la retina de los amantes del tenis.

Ahora, en la cuesta final de su carrera deportiva, Nicolay busca mantenerse entre los mejores. De lo contrario, cogerá la maleta y se irá.

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