
El japonés Kei Nishikori tiene un dilema ante sí el próximo Masters 1000 de Shanghái. El incidente que mantienen su país y China por la soberanía de las Islas Senkaku (Diaoyu para los chinos) puede hacerle sentir en una situación realmente incómoda si decide acudir a la cita china.
En los últimos días, las relaciones entre ambos estados se han tensado más de la cuenta y ello está perjudicando a deportistas chinos y japoneses. Hasta tal punto ha llegado el tema, que la jugadora nipona de tenis mesa Kasumi Ishikawa no ha podido acudir a disputar un evento de la Copa del Mundo en la ciudad china de Huanghshi, donde este deporte es poco menos que una religión.
A Ishikawa, reciente medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres, la organización no podía asegurarle toda la seguridad debida, a causa de las múltiples protestas anti-japonesas que se viven en el país. Este tipo de incidentes también están afectando a otro tipo de competiciones como el badminton o la competición ciclista del Tour de China.
Todo este barullo de conflictos esta afectando seriamente a Nishikori, que sin embargo prefiere seguir centrándose exclusivamente en la pista de tenis. “Mi trabajo es jugar al tenis y hacerlo lo mejor que pueda, el resto me importa poco, aunque lógicamente estoy un poco triste y espero que todo se resuelva pronto de forma positiva” ha señalado recientemente el jugador a la agencia de noticias Reuters.
Y es que para Nishikori, un torneo como el Masters Rolex de Shanghái es fundamental. El año pasado logró en la ciudad china su mejor resultado del año al alcanzar las semifinales, donde sólo el a la postre campeón Andy Murray podría tumbarlo. En el camino dejó a grandes nombres como Jo-Wilfried Tsonga o Alexandr Dolgopolov. Es por ello que su presencia en Shanghái se antoja importante si no quiere perder unos puntos preciosos que le releguen de su 17º puesto actual.
El propio tenista nipón ha confesado que uno de sus sueños es conquistar precisamente el Masters 1000 asiático, ya que afirma sentirse como en casa y sentir el apoyo del público. Y es que si en algún sitio es querido Nishikori, es en Asia.
El cuartofinalista del Open de Australia de este año es una de las imágenes de la gira asiática. Su carisma y sus buenos resultados le hacen ser un tenista respetado y querido allá donde va. Además, las condiciones de las pista de Shanghái le van como anillo al dedo a sus características, lo que hace que sus enteros suban mucho. Y es que en una pista rápida como la de la ciudad china, su velocidad de movimientos y su facilidad para golpear a la pelota de forma limpia le otorgan mucha ventaja.
Nishikori, la imagen del tenis de Japón
Nishikori no es un caso aislado en el tenis nipón. En los últimos años han aparecido toda una serie de tenistas japoneses que empiezan a ganar protagonismo. Tatsuma Ito, es un ejemplo de ello. Con 24 años, se encuentra situado en el puesto 67 del ranking. Mejor aún le va a Go Soeda, que a sus 27 años está en 52º del mundo.
Y es que Japón siempre ha sido una buena cuna de tenistas. En los años 30, Jiri Sato logró alcanzar varias veces las semifinales de los tres primeros grandes de la temporada. La propia Kimiko Date repetiría esa misma hazaña en los años 90. En cuartos de final de Wimbledon se quedaría otro gran nombre de la escuela nipona, como Shuzo Matsuoka.
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