Un Super Saturday espectacular con 5 de los 6 protagonistas esperados

La Arthur Ashe, la pista más grande del mundo, espera 24000 espectadores presenciales y millones por TV

Xus Garrido | 8 Sep 2012 | 11.58
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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El Super Saturday 2012 va a ser todo un éxito del US Open con 5 de las seis figuras que se esperaban en la gran cida, ya que sólo Roger Federer, el número 1 mundial de la ATP, ha fallado al evento en el día mundial del tenis y los intereses comerciales: Djokovic, Murray, Ferrer, Berdych, Azarenka y Serena Williams protagonistas.

Los contendientes son todo un espectáculo: El actual campeón masculino, número 2 del mundo, ganador de las Emirates Airline US Open Series y candidato a batir dos récords entre hoy y mañana; ser el primer hombre en conquistar el US Open sin ceder set alguno y ser el jugador profesional que acumula un mayor premio en un torneo; 2.900.000 $ tras acumular el premio destinado al ganador del US Open y la prima por conquistar las Series, Novak Djokovic.

Novak Djokovic, actual campeón del US Open. Foto:usopen.org

El campeón Olímpico, cabeza de serie número 3 y principal aspirante y finalista en Wimbledon, Andy Murray.

El número 4 de los preclasificados, David Ferrer, el hombre más fuerte y que tiene un mejor cartel de los que transitaban por la parte media baja del cuadro. Líder de este cuadrante, campeón en todo tipo de superficies este año: Auckland (pista rápida), Acapulco, Buenos Aires y Bastad (tierra batida) y s-Hertogenbosch (hierba). Un animal competitivo. Un superviviente. Un seguro de vida al que sólo el nivel “marciano” de sus cuatro predecesores le han privado de glorias mayores.

David Ferrer

Junto a ellos, el intruso acreditado Tomas Berdych. Un tenista fabuloso con un carácter complicado que aparece en la más glamurosa fiesta mundial del tenis, el día más importante y en el epicentro mundial, en la pista más grande, con todos los focos sobre él, sin presión y tras haber derrocado al Rey. No es el tipo más simpático del lugar, pero viene armado a la fiesta y su arsenal no es muy inferior al del resto del contingente. El asesino silencioso. El verdugo de “La Leyenda” Federer.

Y para completar, la número 1 del circuito femenino, Azarenka, que llega después de una exhibición sublime ante Maria Sharapova y planteando muchas dudas, tras este partido de si el #equalprizemoney va con ella o es con otras. La bielorrusa está dando una verdadera demostración de talento, combatividad, potencia, elegancia y belleza… todo lo que el circuito WTA pretende de su líder. Y a poco que evolucione en el circuito acabará como número 1 este año 2012. Ella es la aspirante, la mujer que encabeza el nuevo poder de las juventudes de esta nueva WTA, la máxima expresión de la amenaza europea del Este y una mujer de armas tomar.

Para culminar la fina, el partido más grande y el más importante del día, (pese a quien le pese), está Serena Williams. La número 1 estadounidense y el último bastión de la potencia norteamericana del tenis mundial. La tenista local. Amada y odiada a puntos iguales. Con un carácter complicado y una potencia sobrenatural. Actual subcampeona y protagonista de la mayúscula sorpresa del año pasado en su derrota contra Sam Stosur. Ha vuelto para reconquistar su territorio. Para mandar un mensaje a todas las niñas del Este, tan rubitas, tan insurrectas… “El ranking dirá lo que quiera, pero yo soy la mejor”, parece clamar Serena, incapaz de competir 10 meses consecutivos a lo largo y ancho del mapamundi, pero insostenible en las citas que se fija en rojo en el calendario. Disfrutémosla, porque esta supernova del tenis no tiene mucho más recorrido, quizá un par de años.

Semifinales masculinas

Las semifinales masculinas presentan a dos hombres que vienen marcados por su destino, el triunfador, (Djokovic) y el “loser” que lucha contra su suerte y su sino (Andy Murray). Novak juega abriendo pista contra el veterano español David Ferrer. El serbio es el ejemplo de la nueva hornada, la nueva generación que llama a las puertas de la gloria y que no se pone más límites que los que le marque el destino. Djokovic ha mirado a la cara y ha derrotado a Federer. Ha llegado como un ciclón y ha batido récords en la ATP. Hizo en 2011 un arranque histórico y que, a corto plazo no parece estar al alcance de otro que no sea él mismo… o el siempre “tapado” Murray. Djokovic es el serbio de toda la vida. El hombre del talento inmenso y de la preparación minuciosa. Un fenómeno. Está arrasando en este tipo de superficies y es el auténtico jerarca de las pistas rápidas outdoor. Está llamado a liderar el circuito mundial siempre y cuando Federer lo tolere… o incluso contra la voluntad de quien fuera todopoderoso rey helvético. La empresa es mayúscula porque las cosas se ponen peludas en la tierra batida donde un coloso inmortal en esta superficie ejerce una tiranía que se marca como una meta a corto plazo: “Quiero ganar Roland Garros”, argumenta Nole, con la sangre en el ojo de sus últimos trompazos sobre arcilla. Pero lo más inmediato es recuperar el número 1 arrebatado por Federer. Curioso. El suizo lleva peor balance en su cara a cara con Nole este año. Ha ganado sólo un Grand Slam y el serbio podría ganar dos. Desde luego, en estos torneos ha sumado más que el suizo. También ha sido mejor que él en los Masters 1000, lo tumbó en Roma, no se ha bajado de una semifinal más que en Madrid, donde resbaló más de lo normal, pero sus dos derrotas, en Wimbledon y Cincinnati lo han mandado a la lona. Es el favorito y lo sabe. Le esperan grandes emociones y un hombre de hierro, “Ferru”, al otro lado de la pista.

Ferrer es el hombre que vive en la sombra. No es grande ni potente. No volea mejor que el 80% de los jugadores top 20. Pero es quien mejor se desplaza y quien mejor resta del circuito. Un muro. Su derecha está siendo un martirio en Flushing Meadows y su regularidad está fuera de toda duda, pero a la hora de dar el último paso le faltan pies. Nuevamente en semifinales, alturas que ya conoce en Melborune, París y Nueva York, todavía no ha jugado una final de Grand Slam. El tiempo pasa inexorable, pero habrá que ver cuántas oportunidades más tiene este magnífico tenista de brillar en ATP como lo hace en Copa Davis, donde pasa por ser uno de los hombres con mejor balance de la historia, pero eso será cuestión de estudio a partir de la semana que viene. El panorama no es halagüeño para el de Jávea. De sus 8 duelos previos con Djokovic sobre una superficie similar los perdió todos y no sumó ningún set. 19-0 en parciales. Así que cabe mirar con perspectiva la posibilidad de que el serbio le endose otro 3-0.

Su carrera y trayectoria merece una sorpresa, pero la historia la escriben los ganadores.

Por su parte, Murray afronta su enésima semifinal de Grand Slam con la ilusión de saber que esta vez, como en Australia 2011 cuando jugó contra Ferrer o como en Wimbledon 2012, cuando cruzó contra Tsonga, tiene una nueva gran oportunidad para jugar otra final de Grand Slam. De momento ha jugado 3 y no ha ganado ninguna. Su estigma de perdedor queda difuminado por el brillo del oro de su medalla en Londres. A ella debe agarrarse para saberse con el gen de campeón. Desde 2009 no hay jugador alguno capaz de ganar un Grand Slam, mérito reservado para Nadal, Djokovic y Federer los últimos años. Entonces, Juan Martín Del Potro tumbó las barreras. Este año, puede y debe ser el suyo. 3 Grand Slams disputados y tres campeones diferentes… ¿por qué no? Pues a esta pregunta tiene algo que objetar Berdych, más contestón e irreverente que nunca y verdugo de Roger en cuartos.

Si el checo es capaz de jugar al mismo nivel que los cuartos de final, Andy va a tener que jugar muy bien… y que la suerte y la fuerza le acompañen.

Así se presenta este Súper Sábado, que no es un sábado cualquiera. Porque de la final femenina no hay nada que pueda sumar a lo que ya conocemos: Azarenka vs Serena. Mucho más que la última sesión de una noche de película.