
El tenis alemán está viviendo una etapa de ilusión y floreciente en su vertiente femenina con una generación realmente insólita por cuanto al número de grandes jugadoras y por el enorme talento de todas ellas, pero de rescisión y precariedad en el masculino, donde las viejas glorias son las que tienen que seguir manteniendo el pabellón bien alto y donde Kohlschreiber (20) y Tommy Haas (22) es jugador con un ranking más alto.
El crecimiento del tenis alemán femenino
La Federación Alemana está de enhorabuena con una generación que podría ser una de las más brillantes que se recuerden en la Era Open de un mismo país. Es verdad que Rusia ha aportado muchas jugadoras con capacidad para estar entre las 20 primeras, pero la hornada que va a coincidir en la WTA de Alemania es sencillamente fabulosa.
Pedro Gutiérrez nos ilustró con este artículo sobre la cantidad y sobre la calidad de las tenistas que están condenadas a disputar los escalones más altos de la WTA con las tenistas del Este de Europa, ahora mismo, la zona del mapa geográfico que copa la cima de la clasificación oficial de mujeres.
La Federación Alemana ha hecho un trabajo soberbio con sus niñas que, además, y como suele ser habitual, tenían una referencia donde fijarse para poder conseguir una hornada tan abundante y de tanta calidad. Son las herederas de Steffi Graf. Tener una jugadora como referente que durante muchos años es uno de los estandartes del deporte patrio hace que muchas familias quieran tener en casa su siguiente Steffi y que muchas niñas crezcan con los éxitos de esta fabulosa figura del tenis femenino y acaban cogiendo una raqueta antes que decidirse por cualquier otro deporte.
En este sentido, Graf ha sido una jugadora modelo para sus compatriotas y, aunque ya antes el tenis alemán había tenido muchos federados y había sido una potencia a nivel mundial, no se había producido este boom que va a reportar un montón de beneficios mediáticos y va a hacer que crezca exponencialmente el tenis germano y el capital de las empresas alemanas para patrocinios de la WTA.
La cara opuesta… los hombres
Sin embargo, y mirando al sexo opuesto, las cosas no son iguales ni parecidas en Alemania. El último gran referente alemán fue Boris Becker, pero su dualidad con Michael Stich no cuajó del mismo modo en los jóvenes alemanes. Desde Becker, Alemania ha tenido un parón impresionante en la progresión de sus figuras y sobre todo, parece que no hay grandes alternativas a corto plazo que puedan avalar el crecimiento del tenis germano.
Benjan Becker parecía llegar al circuito con bríos cuando hizo su irrupción, pero se quedó en mucho menos de lo que aparentaba con sus primeros pasos. Su actual número 1 es Philipp Kohlschreiber, un jugador con muy buenos golpes y muy polifacético capaz de jugar bien en cualquier superficie. En realidad es un brillante jugador de hierba, pero también ha conseguido títulos sobre tierra batida y buenos resultados en pistas rápidas, pero Kohli no ha llegado a despuntar como se esperaba de él.
El soprendente caso de Tommy Haas
El caso más sorprendente del tenis alemán lo está protagonizando Tommy Haas. Después de la salida de Kiefer, que tampoco llegó a ser una gran estrella, Haas sí que llegó a romper y a ser considerado uno de los mejores tenistas del mundo. Es más, durante mayo de 2002 alcanzó su cima en la clasificación mundial cuando hoyó el segundo puesto del ranking ATP, donde sólo le precedía Lleyton Hewitt. Haas aprovechó esta época de vacío de un verdadero talento que marcara una época donde el australiano se mantuvo durante más de un año como líder de la clasificación pero no había una tiranía como la que durante los últimos años están ejerciendo Djokovic, Federer o Nadal.
Sin embargo, Haas, ha tenido muy mala suerte con las lesiones. La última, una lesión de cadera realmente molesta y que pudo haberle retirado de las pistas de tenis. Sin embargo, Haas ha vuelto con fuerza y está protagonizando una de estas historias que merecen un capítulo al margen. (Así lo tendrá). Después de estar muchísimo tiempo fuera de las pistas ha vuelto con sus 34 años con la ilusión de un juvenil y con toda la calidad que ya se le conocía.
De Florian Mayer queda la duda de hacia dónde va a ir su carrera porque lo cierto es que, después de haber hecho un buen año en 2011, parece haber frenado mucho su progresión.
Los jóvenes que vienen
La mayor esperanza de los alemanes es Cedrik -Marcel Stebe. El joven zurdo pertenece a una generación de jóvenes talentos que viene dominada por Milos Raonic, (el mejor de su año en este 2012), Bernard Tomic, David Goffin, Ryan Harrison o Grigor Dimitrov, después de haber demostrado como júnior una gran proyección. De momento, Cedrik-Marcel Stebe no ha podido demostrar un crecimiento como sus compañeros de generación, pero sigue siendo la esperanza más fundada de los alemanes a corto plazo.
Más allá parece un horizonte desierto.