
Los dobles mixtos, que se disputan por primera vez en unos Juegos Olímpicos desde 1924 en París, arrancan mañana miércoles marcados por un reducido cuadro de 16 jugadores que pelearán por las medallas en las entrañas de Wimbledon durante los próximos cinco días. Una batalla en la que participarán rostros de primera línea del cuadro individual masculino (Murray, Del Potro, Youznhy o Hewitt), de dobles (los hermanos Bryan, Mirnyi, Zimonjic o Paes), del individual femenino (Azarenka, Stosur, Radwanska o Ivanovic) y de dobles (Huber, Raymond, Errani o Vinci) con la única meta de alcanzar de la mano de un compañero del mismo país la gloria que ofrece un evento celebrado cada cuatro años.
En 1986, durante los primeros Juegos Olímpicos de la historia en Atenas, el tenis forma parte de las nueve disciplinas que componen la competición más importante del mundo del deporte. Lo hace, sin embargo, solo en categoría masculina. Cuatro años después, en la cita de París, hombres y mujeres comparten protagonismo y se introducen los dobles mixtos, que se disputan en Atenas, Estocolmo, Antwerp y de nuevo París antes de desaparecer durante 88 años, el tiempo transcurrido desde aquellos Juegos Olímpicos hasta los que se están celebrando actualmente en Londres. La modalidad, que está de estreno, es una incógnita.
¿Cuáles son los secretos para triunfar en los dobles mixtos? “Es importante que el juego del chico marque la diferencia, por un tema de fuerza y de potencia principalmente”, reflexiona Marc López, que ha jugado alguna vez junto a Aranxta Parra y Anabel Medina. “El servicio es muy importante: si un chico saca fuerte y bien es complicado que la chica reste. Es clave que el hombre saque muy bien. No soy muy buen jugador de mixtos. He jugado con Zimonjic y con otra chica, y las chicas me restan. Un buen jugador de mixtos es un chico que marque las diferencias con el saque”, cierra el jugador catalán, eliminado en la jornada inaugural de sus primeros Juegos Olímpicos y preparando en Barcelona la gira de pista rápida que arrancará en Toronto el 6 de agosto como antesala del US Open.
“Nunca he jugado dobles mixtos”, explica Marcel Granollers, que forma parte de la primera pareja reserva junto a María José Martínez tras ser rechazada la wild card que la Federación Española había pedido para que ambos participasen en el torneo. “No sabría decir muy bien cuál es la clave, pero entre nosotros nos conocemos mucho. Coincidimos con las chicas españolas en bastantes torneos y eso es importante. Cuando juegue podré explicar lo más importante de los mixtos, porque aún no he debutado en esa modalidad”.
La valenciana Anabel Medina, que aún sigue viva en el cuadro de dobles junto a Arantxa Parra, tiene experiencia en la modalidad. Por ejemplo, jugó con Verdasco la Hopman Cup este misma temporada o con Tommy Robredo en Australia 2009, alcanzando las semifinales del primer Grand Slam del curso. “Tiene muchísima importancia el chico porque es el que debe llevar el peso del juego”, cuenta la española con mejor clasificación WTA. “Tiene que ser un buen sacador y ocupar tres cuartas partes de la pista. Recuerdo que jugando con Tommy Robredo tenía un remate claro delante de la red que podía ganar y me gritaba: “¡Mía!”. Yo me tenía que quitar, él venía por detrás y terminaba rematando”, cuenta entre risas.”El chico tiene que ser el verdadero protagonista y la mujer debe acompañarle. La fuerza es muy diferente y no puedes competir contra un chico. Es como si yo intentase hacerle un golpe ganador a David Ferrer. Me podría tirar toda la vida intentándolo sin conseguirlo”. En Londres, en mitad de los Juegos Olímpicos, aparece una competición rodeada de preguntas, pero que recompensa el triunfo final con el objetivo perseguido persistentemente por todos los jugadores: los metales preciosos que abren la puerta de la eternidad.
Campeones de los dobles mixtos
París 1924: Richard Norris Williams y Hazel Wigthman
Antwerp 1920: Maxime Decugis y Suzanne Lenglen
Estocolmo 1912 (indoor): Charles Dixon y Edith Hannam
Estocolmo 1912 (outdoor): Heinrich Schomburgk y Dorothea Koring
Atenas 1906: Maxime Decugis y Marie Decugis
París 1900: Reggie Doherty y Charlotte Sterry