
¡Ellas también dan espectáculo! Así se resume el largo e intenso día de ayer en Wimbledon. La disputa de los cuartos de final, con el suspense de si al final podrían disputarse todos y la incertidumbre de ser partidos igualados hasta el final de cada uno de ellos.
Pareciera que Simon hubiera tenido la mala suerte de elegir un Grand Slam para declararse en contra de la igualdad de premios y le hubiera tocado éste en el que hemos podido ver un auténtico espectáculo de nivel, calidad e igualdad en todos los encuentros.
Han sido cuatro los partidazos disputados hoy. El primero de ellos daba el acceso a las semifinales a Serena Williams que derrotaba a Petra Kvitova por 6/3 7/5 en el que, por nombre, era el partido más duro de esta antepenúltima ronda. Una Serena magnífica al servicio que daba toda una lección magistral de dominio y potencia eliminando a la otra única campeona de Wimbledon, junto a ella, que seguía con vida en el cuadro. Un partido intenso donde los juegos al servicio han sido claves y que ha llenado la central del All England Tennis Club.
Tras ellas, mientras Radwanska y Kirilenko ya empezaban su partido-locura en la pista 1, saltaban a la central otras dos mujeres. Comparten nacionalidad (alemana) pero también orígenes (polacos), son Angelique Kerber (semifinalista en el US Open 2011) y Sabine Lisicki (semifinalista en Wimbledon 2011), que buscaban en ambos casos su segundo billete a unas semifinales de Grand Slam, con grandes victorias a sus espaldas. El marcador se cerró en 6/3 6/7(7-9) y 7/5 tras 2 horas y 30 minutos de dura batalla. Con una Angelique que tuvo el partido totalmente de cara hasta el 6/3 3/0, y que dispuso de varias bolas de partido en el segundo set que finalmente acabó cayendo del lado de Lisicki, que arrancó el tercer set muy enchufada. En esa última manga los arreones y las rachas fueron la tónica general y cuando Sabine parecía tenerlo todo a favor con 5*/3 para ganar, Kerber dejó a un lado su lenguaje corporal quejicoso en busca de una liberación de su tenis a la desesperada que le dio un resultado que ni ella misma esperaba, haciéndose con los 4 últimos juegos para sorpresa de la central que asistía atónita a los bruscos cambios de rumbo que tomó el partido. Tras presenciar 73 ganador entre ambas jugadoras, el público aplaudió unánime el espectáculo mientras Kerber, sonriente hasta el último diente, celebraba la victoria con un puño cerrado y brazos al viento consciente de lo logrado.
Intercalado con este partido en la pista número 1 seguían jugando Radwanska y Kirilenko cuyo partido igualado y perjudicado por la lluvia no paraba de interrumpirse y alargarse en el tiempo. Por esto los organizadores optaron por desplazar el siguiente partido previsto para esa pista que era el Azarenka-Paszek. Finalmente ambas jugadoras entraron en la central y allí se dejaron la piel ante unos espectadores que daban ya su entrada por amortizada cuando de pronto e inesperadamente veían calentar a la ex número 1 y candidata a tal distinción: Vika, ante la mayor sorpresa de las últimas semanas y campeona en Eastbourne: Paszek. El partido trepidante, con algunos intercambios espectaculares, siempre se mantuvo en el ámbito de control de Azarenka, que se asustó cuando tuvo que cerrar; circunstancia que fomentó y aprovechó a la perfección una austriaca como Paszek que se dejó el alma en la pista, y cuyo carácter cuajó muy bien con la esencia de Wimbledon. Todo acabó 6/3 7/6(4), pero los peloteos y lo difícil del partido fueron mucho más allá de lo que refleja el marcador.
Ahí parecía que terminaba la tarde de tenis, al haberse parado de nuevo el eterno Radwanska-Kirilenko, primeras en empezar a jugar y últimas en terminar. Pero ambas tenistas consiguieron ponerse de acuerdo y persuadir a los jueces-árbitros y organizadores de que lo más justo y la mejor opción sería terminar el partido bajo techo en la central. Lo consiguieron y tras una oportunidad con su servicio de cerrar el partido para Kirilenko, fue Radwanska quien puso una marcha más y con ella firmó las que serán sus primeras semifinales de Grand Slam en su 25º intento. Durísimo encuentro y de una calidad exquisita en algunos de sus tramos, de no ser por la lluvia puede que estuviéramos hablando de uno de los mejores partidos de la temporada en mi opinión con ambas jugadoras muy enchufadas y concentradas, con la rusa colocando grandes golpes y tirando de derecha además del toque, inteligencia y solidez de la polaca; terminó 7/5 4/6 7/5 y con Agnieszka Radwanska en lágrimas.
Oda al tenis femenino
Tras una jornada intensa y apasionante como la de hoy, de esas que crean afición, en las que los winners brillan sobre los errores y donde cuatro tenistas siguen vivas en busca del cetro final tras duros encuentros ante magníficas rivales, sólo cabe rendirse ante la calidad, el nivel y la emoción que desprende también el tenis femenino en días como hoy. En un torneo como éste de Wimbledon 2012 donde durante la primera semana hemos asistido a cruces de declaraciones sobre el valor del tenis femenino, la paridad del tenis y la igualdad en las cuantías de los premios, poder ver las pistas de Wimbledon a rebosar y la gente mojándose en las pantallas de fuera del estadio para seguir el devenir de los partidos femeninos suponen un soplo de aire fresco para el tenis femenino, para su circuito, para sus jugadoras y para todos aquellos que lo amamos.
El tenis femenino sí vende y en él hay calidad y competición, como hoy ha quedado sobradamente probado, sencillamente se ha de crear una atmósfera que permita disfrutar del mismo exactamente igual que se hace con el masculino. “La atmósfera fue increíble, quiero volver a jugar en esta pista ya mismo”, confesó Kerber. “O subes el nivel y te pones seria o te mandan a casa sin problemas”, dijo Serena. “Qué duro día, creo que llevo 25 horas jugando; pero al fin estoy en unas semifinales”, lloró Radwanska. “Ahora llegan las semis y será más difícil, pero ¿qué vas a hacerle? Nadie regala nada en un torneo como Wimbledon”, cerró una motivada Azarenka. Su nivel de hoy ha sido sencillamente soberbio ante rivales dignas y durísimas que hicieron de estos encuentros auténticas lecciones para las academias de tenis.
Gracias Sabine, gracias Petra, gracias Maria, gracias Tamira, gracias Serena, gracias Angelique, gracias Victoria y gracias Agnieszka por este gran día de tenis femenino. ¡Que no pare la fiesta!