La ATP prohíbe la tierra batida azul para 2013

El fracaso de Ion Tiriac no fue la idea, fue la puesta en marcha 

Xus Garrido | 24 Jun 2012 | 22.16
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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La junta directiva de la ATP ha anunciado oficialmente que no se volverá a jugar en una superficie de tierra batida azul en 2013 a través de su Presidente y Director Ejecutivo Brad Drewett que fue el principal responsable de que se autorizara su empleo en el ATP Masters 1000 Mutua Madrileña Madrid Open.

Drewett quiso apostar por la innovación que había propuesto en su momento Ion Tiriac, que ha sido el gran derrotado con esta decisión. En PuntodeBreak hicimos un amplio estudio y desarrollo de cómo la idea principal se fue forjando y se acabó llevando a cabo. En última instancia la decisión pertenecía a la ATP dado que los jugadores habían mostrado su descontento y desaprobación con la idea. Finalmente, entre las posiciones encontradas Drewett tomó la polémica decisión que ha acabado por ser una decepción.

El Mutua Madrid Open 2012 pasará a la historia como el único torneo que se ha disputado sobre esta superficie o, al menos, eso parece indicar la notificación con la que la ATP ha hecho oficial la prohibición de la tierra batida azul para cualquier torneo ATP World Tour.

Así se manifestaba Drewett a través de la página oficial de la ATP: "Después de considerarlo cuidadosamente, he decidido que la arcilla azul no será permitida el próximo año. Yo creo en innovación y en explorar nuevas maneras de mejorar nuestro deporte. Aunque la arcilla azul haya ofrecido mejor visibilidad en televisión, es claro que ha habido varios problemas con la calidad de las pistas en Madrid este año, las cuales no son aceptables en un torneo ATP World Tour Masters 1000, uno de nuestros mejores eventos a nivel mundial. Independientemente del color, debemos primero asegurar que las pistas son justas y seguras para todos los jugadores”.

“Sé que Ion Tiriac está decepcionado con la calidad de las pistas este año. Ion ha sido un gran aliado del tenis por muchos años y continuaré apoyándolo en sus ideas, incluyendo el probar la arcilla azul en otros eventos que no sean parte del ATP World Tour. Sin embargo, en este momento, está claro que mas desarrollo es necesario antes de que pueda ser considerado su uso en torneos de nivel ATP World Tour”.

Con este comunicado, Drewett pone punto final a un proyecto, el de la tierra batida azul del que se tienen que extraer muchas conclusiones.

Una buena idea

A pesar del rechazo de algunos de los principales jugadores de la ATP, (principalmente Rafael Nadal), la idea de jugar sobre tierra batida azul, en el fondo, es una gran idea. La propuesta de Tiriac era mejorar la visibilidad de la pelota y, en consecuencia, favorecer, sobre todo, a los telespectadores. Un deporte como el tenis, que vive de su imagen, si puede mejorarla, al menos intentarlo, debe hacerlo. Las sensaciones visuales fueron mucho mejores y, en efecto, para los millones de espectadores que siguieron el evento a través de la televisión o de “livestreams”, la bola se veía mejor. El problema no fue la idea. Fue la forma de aplicarla. Rechazar porque sí la idea no es de recibo.

Mala ejecución

Sin embargo, lo que ha hundido el proyecto de Tiriac, años de trabajo de mucha gente y las ilusiones de muchos empresarios que habían hecho un buen trabajo en investigación y desarrollo fue su chapucera forma de ponerla en marcha.

En PuntodeBreak les descubrimos cómo se llevó a cabo todo el proceso desde la idea hasta el proceso de investigación y pruebas hasta llegar a conseguir una superficie idónea. Sin embargo, a la hora de ponerla en práctica y por pequeños detalles (sobre todo económicos), acabó por rehacer sobre la marcha los planes y cambiar algunas cosas, como, por ejemplo, la empresa asignada para llevar a cabo el montaje definitivo de las pistas de la Caja Mágica.

El resultado ya lo conocen. Una superficie injugable, resbaladiza y que incluso ponía en riesgo la integridad física de los jugadores. Una chapuza. El torneo fue un caos y un fracaso a nivel de juego. Las críticas de los jugadores más importantes y representativos cogieron el relevo de aquellos que habían jugado las previas. Ataques feroces, pero con fundamento. Y como dice Drewett en su nota en al web de la ATP, (http://es.atpworldtour.com/News/Tennis/2012/06/Otros/ATP-Decide-Que-No-Usara-Arcilla-Azul-en-2013.aspx), no se puede poner en riesgo a los jugadores y no se puede jugar en estas condiciones un torneo de la ATP World Tour.

Perjudicados

El principal perjudicado de la decisión de que la tierra batida azul no haya tenido luz verde, el fracaso del proyecto, es, sin duda Ion Tiriac. El empresario y dueño del Mutua Madrileña Madrid Open, ha invertido mucho esfuerzo, horas, sacrificio y dinero y no lo ha podido amortizar e una sola edición de la tierra batida azul. Ha perdido crédito y dinero. Pero hay más perdedores en esta historia.

Rafael Nadal, después de ver cómo ha rendido este año en tierra batida normal, ha perdido una bonita ocasión para recortar más puntos con Novak Djokovic o ampliar su ventaja con Federer. Evidentemente, podría haber perdido también en tercera ronda en polvo de ladrillo normal y corriente y sus números en Madrid nunca han sido tan buenos como en Roma, Monte Carlo o Roland Garros, pero también es verdad que este año, ha hecho su mejor temporada en esta superficie y podría haber ganado. En cualquier caso y por no hacer elucubraciones que ahora no nos llevarían a ningún lugar, lo que sí está claro es que Nadal ha tenido un Masters 1000 menos en tierra batida en esta temporada, porque, en efecto, la tierra batida azul era, sencillamente, otra superficie con otras características y sí, perdía parte de su ventaja.

Conclusión

La idea de la tierra batida azul ha muerto con un año de prueba, como había planteado en su momento la ATP en el crédito que le dio a Tiriac. En principio debería de ser una idea que no quedara sólo en esto. Quizá se debería de demostrar, para empezar y en otros torneos menores, que la superficie es viable y se puede conseguir con garantías de jugabilidad y seguridad. De momento, y lo que es cierto es que Nadal, que fue la cabeza visible de la oposición se ha salido con la suya. También es una lección para la ATP, que no puede vivir de espaldas a los jugadores.

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