Francia y sus esperanzas en Roland Garros
Gilles Simon es quien más títulos ha ganado en tierra y domina a sus compatriotas en arcilla


Francia tiene a 10 jugadores en el Top 100 y es una de las grandes potencias del tenis mundial, además de por la mera presencia de un 10% de la élite masculina, por su estructura, su pasión por este deporte, por tradición y por seguidores, pero lleva sin ganar un Grand Slam desde 1983, cuando Yannick Noah consiguió ganar en París en su torneo, Roland Garros y la necesidad de un heredero y un hombre con opciones de conquistar un “major” comienzan a ser agobiantes; Estos son sus candidatos.
La tierra batida no ayuda
Uno de los principales problemas que tienen los franceses con Roland Garros, precisamente, es que, a pesar de ser muchos de ellos jugadores “criados” en clubes donde las pistas de tierra batida eran las predominantes, su adaptación al juego se ha hecho a través de la potencia y de los golpes planos, así que ninguno de ellos, quitando a Gilles Simon, se puede considerar un especialista de la superficie.
Francia es un país con una gran riqueza y una cultura tenística exquisita, así que tan pronto son capaces de dominar el tenis en pistas rápidas como la tierra batida; normalmente, la cuna de sus figuras. Sin embargo, lo que se impone en los últimos años en Francia es la potencia, el juego rápido y los golpes planos. Pero para un Grand Slam, hace falta mucho más. Analizamos a los principales favoritos franceses para la Philippe Chatrier.
1.- Jo-Wilfried Tsonga
El número 1 francés en el ranking mundial es Jo-Wilfried Tsonga, pero lo cierto es que su juego no se adapta muy bien a las superficies más lentas. La tierra batida no es su fuerte y tiene muchos problemas cuando se mide a un especialista. No ha ganado nunca en su carrera un título en tierra batida, de hecho, no ha jugado ninguna final sobre esta superficie. Donde realmente se maneja mejor es en pistas duras indoors. Allí presenta un balance espectacular y compite contra los mejores del mundo cara a cara. Ha ganado 7 títulos en este tipo de pistas y sólo en 2012, y justo al inicio de temporada, consiguió su primer título en una superficie distinta, en pista rápida outdoor, en Doha. Sí que ha sido finalista en hierba, superficies rápidas indoor y superficies rápidas outdoor, pero no se puede considerara que Tsonga sea un gran jugador de tierra batida. En su carrera presenta un discreto 30-20 en partidos sobre esta superficie.
Tsonga no ha pasado nunca de octavos de final en Roland Garros, donde ha caído contra Wawrinka en 2010, contra Youzhny en 2009 y contra Juan Martín Del Potro en 2008. Sinceramente, el de Le Mans, que puede ser competitivo en muchos torneos, no parece estar cualificado para ganar un Grand Slam como Roland Garros.
2.- Gilles Simon
Simon es el jugador francés con más opciones y más peligroso en tierra batida. Su aval pasa, principalmente, por sus propias estadísticas contra jugadores franceses en esta superficie. Ha perdido alguna vez en París en esta superficie como contra Mathieu, pero domina al resto de sus compatriotas en arcilla, donde se desenvuelve como una auténtica estrella de la superficie. Además, y como referente más cercano, nos queda su imponente actuación en Monte Carlo.
Simon sí conoce lo que es ganar títulos en tierra batida; sin ir más lejos lo consiguió la semana pasada al imponerse en Bucarest, aunque también lo ha hecho en torneos más importantes como Hamburgo. En la capital rumana ha triunfado 3 años, y también en Casablanca ha ganado un torneo ATP 250. También ha conseguido buenos resultados en otro tipo de superficie, como por ejemplo en Sydney, Metz, Bangkok, Indianápolis o Marsella, en pistas duras tanto cubiertas como descubiertas, porque es un tenista muy completo, pero le falta un gran paso adelante en un gran torneo y a cinco sets.
Tiene calidad para ser una amenaza para cualquiera. Defiende de maravilla y sobre todo, es capaz de cambiar el ritmo y acelerar su juego lento y cansino hasta desequilibrar a cualquier rival. Un jugador realmente competitivo que minimiza sus errores y muy competitivo. Sin embargo, hablar de un Simon campeón de Roland Garros parece un reto demasiado ambicioso.
3.- Gael Monfils
Monfils es el hombre que ha estado más cerca en los últimos años y que realmente puede ser una amenaza para cualquiera. Es un buen jugador de tierra batida, aunque no un súper especialista. Como buen defensor, uno de los mejores del mundo, es muy difícil ganarle cualquier punto y como uno de los jugadores más físicos del circuito, impone su fuerza y resistencia para ganar otros encuentros que se ponen feos. Además, tiene el plus de ser un jugador local, parisino, aunque esto le ha ayudado poco cuando se ha tratado de jugar una semifinal contra uno de los grandes favoritos.
A Monfils le falta un puntito, un poco para llegar al nivel exigido para ganar en Roland Garros, pero es cierto que dentro de la amalgama de jugadores que podemos encontrar en Francia capaces de ganar el título, es el único que realmente puede competir las dos semanas en las pistas de tierra batida del Bosque de Bolonia contra los grandes especialistas de la superficie.
Monfils, de hecho, es el abanderado de los franceses, el favorito para que se corone como campeón en su país y en su ciudad, pero, con el gran nivel que se exige hoy en día no parece estar en disposición de ganar a dos de los jugadores del Top 4, nivel exigido hoy en día para conseguir un Grand Slam y más, después de una temporada en la que las lesiones están lastrando muchísimo al joven francés.
4.- Richard Gasquet
La última gran baza gala para hacerse con Roland Garros es Richard Gasquet. Cuando Gasquet era júnior competía cara a cara y de verdad con Rafael Nadal. En el mundo del tenis ya se hablaba con propiedad de dos colosos que estaban designados para reinar en el circuito profesional. La técnica de Gasquet es exquisita y sus golpes se adaptan a la maravilla a la tierra batida. Sin duda tiene el talento para competir, pero: ¿Tiene el físico? Y sobre todo, albergamos la duda de si tiene la mentalidad.
Hablar de Gasquet es hacerlo de una amenaza real, en potencia, para cualquiera de los tenistas del circuito. Buen sacador y con golpes de fondo realmente espectaculares, con su fuerte, el revés a una mano, que pasa por ser uno de los más elegantes y mortíferos del circuito.
Sin embargo, Gasquet no es un tenista regular. Para ganar un Grand Slam no necesitas una gran regularidad, necesitas dos semanas de tu mejor tenis y un poco de suerte. En este sentido, Gasquet afrontaría un cuadro muy abierto con partidos durísimos, su ranking le impide tener un cruce sencillo de octavos de final, por ejemplo. Esto alarga la exigencia y el estado de gracia que necesitaría, pero negarle a Gasquet opciones que le concedemos a Monfils o Simon sería cerrarle las puertas al talento.
Las otras opciones
Por su parte, Francia presenta un cuadro de jugadores muy interesante y que podrían ser competitivos a un solo partido, pero que parece muy difícil que puedan tener opciones a ganar 7 partidos en Roland Garros. Michael Llodra sería su siguiente jugador en el ranking y a fe que tiene opciones de ganar el Grand Slam, pero, en todo caso en la modalidad de dobles. Llodra es un clásico jugador de saque y volea y su juego se adapta muy mal a la tierra batida de París. Es un jugador incómodo para cualquiera, pero parece muy improbable que pudiera ganar 7 partidos y con jugadores tan competitivos como los que tendría por delante. Prácticamente imposible.
Julien Benneteau también es un jugador muy bueno y muy correcto, con un tenis que se le puede indigestar a cualquiera en tierra batida. Sin embargo, su nivel hace casi imposible pensar en un título de Grand Slam.
De ahí para atrás, son todo jugadores buenos, pero con opciones nulas de conseguir imponerse en París. Jeremy Chardy, es un buen jugador sobre esta superficie y que podría dar alguna sorpresa, pero evidentemente no está para ganar Roland Garros. Roger-Vasseline, todavía menos y Mahut, es un sacador especialista en pistas rápidas muy vulnerable en pistas lentas y de arcilla. El Top 100 lo cierra Benoit Paire, que es un jugador con talento y desparpajo, pero con una mentalidad demasiado débil y una fortaleza mental inadecuada para poderlo considerar un ganador de este torneo.
Si nadie lo remedia, Francia tendrá que seguir esperando.