
Novak Djokovic y Rafael Nadal se han citado en Monte Carlo con un montón de cuentas pendientes. La final del domingo que viene no parece tener obstáculos suficientes o cualificados para evitar el desenlace, otra vez, entre el número 1 y el 2 del mundo. Mientras Novak vuelve a competir en la localidad donde reside, Nadal lo hace para buscar su octavo entorchado consecutivo en un Principado que más bien parece su reino. Nadie le gana desde que jugara por primera vez en su carrera, con 17 años, ante Guillermo Coria. Desde entonces no conoce otra cosa que el título de este Masters 1000 que es el único que la ATP no obliga a jugar a sus mejores hombres. Las ausencias de Federer, Isner y Del Potro, limpian mucho las oposiciones a ambos. Analizamos el cuadro final donde Nole ha tenido muy mala suerte, mientras que a Nadal le han caído jugadores más habituados a jugar en pistas rápidas, al serbio le ha tocado todo lo peor que le podía venir, con el proyecto de David Ferrer en cuartos de final y Murray en semifinales. Pase lo que pase, Nole saldrá beneficiado de Monte Carlo en puntos, dado que su ausencia el año pasado le permiten sólo sumar, haga lo que haga. Sin embargo, moralmente, puede ser un punto de inflexión para la temporada, apasionante, que se viene de tierra batida.
Parte alta del cuadro: Un campo de minas para Nole
Djokovic parte como número 1 del cuadro y esto le confiere, a priori, una situación de privilegio para ganar el torneo. Sin embargo, la suerte le ha dado la espalda y al serbio le va a costar mucho llegar a la final y allí tiene la bonita misión de hacer algo que no parece al alcance de ningún humano en los últimos años, derrotar a Nadal en la Pista Central del Monte Carlo Country Club.
El debut, (probablemente el miércoles), será contra el italiano Seppi, un jugador bastante acostumbrado a jugar en la tierra batida. Pelotero y jugador de fondo. El serbio va a tener que jugar bien desde el primer día.
Al cruce, para segunda ronda le espera el ganador del sector que ocupan Bernard Tomic, Denis Istomin, Juan Ignacio Chela y Alexandr Dolgopolov. El australiano y el uzbeco, que no son jugadores específicos de tierra batida partirán como víctimas propicias del ganador del Dolgopolov vs Chela. Bajo mi perspectiva, el gran problema es Dolgo. “The Dog”, como también se le conoce en el circuito, es un auténtico espectáculo y su juego, muy variado con golpes cortados y ataques planos de fondo de pista, ha sido muy efectivo en esta superficie. Sin embargo, su irregularidad es una constante en el circuito y es capaz de perder en primera ronda contra cualquiera, o de dar un susto al más pintado.
El año pasado, en su periplo por Latinoamérica, sólo Almagro, campeón de todo excepto Acapulco, donde jugó la final contra David Ferrer, obtuvo mejores resultados que el ucraniano. Es una auténtica amenaza y un jugador que es muy peligroso.
Por debajo de ellos, Juan Mónaco, un especialista de la superficie que está arrasando en Houston, después de haber estado preparando la Copa Davis con Argentina en Buenos Aires también es un gran jugador y muy peligroso al cruce. Sin embargo, todo lo que no fuera la presencia de David Ferrer en cuartos de final sería una gran sorpresa. El español, invicto en tierra batida este año, campeón de Buenos Aires y Acapulco y un súper especialista. No son buenas noticias para Nole tener que cruzar con David en cuartos. El español defiende la final del año pasado y sólo Nadal, el propio Novak y por coherencia, Roger Federer, han conseguido mejores resultados que él los últimos años en tierra batida. Djokovic al 100% es mejor y debería ganar a Ferru. Nole al 80%... peligro.
La parte media baja del cuadro, el segundo cuadrante lo lidera el indescifrable Murray. Andy hizo en Monte Carlo su mejor torneo de tierra batida de su vida, justo antes de mejorarlo todavía más en Roma. Murray tiene un juego que se podría adaptar a la tierra batida mucho más de lo que él mismo se ha creído años atrás. Sin embargo, en sus últimas declaraciones, donde parece convencido de sus opciones: “Puedo ser número 1 del mundo a final de temporada”, hace ver que podemos encontrarnos, por fin, a un Murray convencido y superior. Murray debería llegar a octavos de final sin muchas dificultades, Troicki en primera ronda y Melzer, (que estará más aclimatado a la tierra después de su paso por España en Copa Davis, y que defiende las semifinales de este torneo), son los más destacados rivales hasta allí.
Por su parte, Tomas Berdych aparece en el horizonte de los cuartos de final, aunque, sinceramente, y en vista de la enorme temporada que está haciendo Albert Ramos, todo lo que no sea la presencia del catalán en cuartos de final, a quien escribe le supondría una notable ausencia.
Parte baja: Nadal llega para arrasarla
Nadal se presenta en Monte Carlo con muchas cosas que demostrar. No hace falta que haga nada notable para ser considerado el mejor jugador de tierra batida de la historia, discusión la cual sólo soporta Bjorn Borg. Sin embargo, si está o no capacitado para discutirle el número 1 del mundo al serbio pasa por quitarse el fantasma de las 7 derrotas consecutivas contra el hombre que le ha eclipsado, apartado de la cima del tenis mundial y lo ha hecho, siempre en una final.
Nadal llegará a la final. Apuesten por ello. Y es posible que lo haga mucho más descansado que Nole. Su calendario invita a que Rafa, como ha hecho los últimos años, se presente en semifinales sin ceder un set. No creo ni que ningún rival le haga más de 4 juegos en ninguna manga. Su hambre es voraz y sabe que tiene que mandar un mensaje al mundo. Si no es en esta superficie… ¿dónde va a ganarle Nadal a Nole? ¿Con qué armas?
Su camino arrancará contra el ganador del Stepanek vs Nieminen. Presas fáciles en esta superficie. Más adelante le esperaría Volandri, un gran especialista, algún “qualy” que diera la sorpresa o Florian Mayer. El alemán le derrotó en su único enfrentamiento, el año pasado en Shanghai. Suele vengar Nadal este tipo de derrotas con algún rosco incluido. En Monte Carlo no se le rechista.
Para los cuartos de final se perfila Nicolás Almagro. El murciano, un especialista consumadísimo en esta superficie llega con ganas de sumar muchos puntos, después de no haber brillado el año pasado en una de las catedrales de la tierra batida y es uno de los jugadores que más títulos ha conseguido sobre esta superficie los últimos años. En su camino aparecerán algunos especialistas como Berlocq, Starace o Pablo Andújar, (brillante finalista de Casablanca). Y también por allí estará Feliciano López que está jugando muy bien sobre polvo de ladrillo en Houston. Esto, sin contar con el peligrosísimo Wawrinka. Pero el murciano es la única amenaza real para Nadal.
Sin embargo, da la sensación que el balear no va a hacer prisioneros.
Para semifinales, la opción más lógica apunta al cabeza de serie más alto que queda en el cuadro. Jo-Wilfried Tsonga, que sufrió en sus carnes y en estas mismas pistas, la dolorosa derrota contra Isner en la Copa Davis.
Tipsarevic, su cabeza de serie más alto por aquella parte, es muy corajudo pero no es un súper clase en tierra batida. Podría caer en cualquier parada antes de llegar a los cuartos.
Por esta parte llega también Ljubicic, el veteranísimo croata, también residente en Monte Carlo que pondrá, en su casa, punto final a su trayectoria deportiva. Verdasco podría ser la amenaza más seria para los favoritos por esta parte del cuadro. Descansado, concentrado y motivado, el madrileño llega muy fuerte.