Pocos se acordaron de Anabel Medina (Valencia, 1982) cuando hace semanas llegó a la final de dobles en Charleston. Solo algunos más lo hicieron cuando un año atrás logró la corona en Estoril. Muy pocos conocen que es la tenista en activo con más victorias sobre tierra batida. Todos, sin embargo, están informados de las polémicas declaraciones de Arantxa Sánchez Vicario, capitana de Copa Federación, que optó por no convocar a la valencia señalándola como problemática. Tras un día atípico, conversamos con la mejor jugadora española de Arantxa, los Juegos Olímpicos, el circuito femenino y diversas historias más.
Rafael Plaza. ¿Esperabas estar en la eliminatoria contra Eslovaquia?
Anabel Medina. Sí. En principio, pensaba que iba a estar convocada.
RP. ¿Alguna vez te habían definido como problemática?
AM. No, la verdad es que nunca me habían dicho un calificativo así. Tengo carácter; soy alegre y extrovertida, pero jamás me habían catalogado como una persona problemática.
RP. Explica tu relación con Arantxa antes de llegar a ser capitana.
AM. No tuve mucho contacto con ella. Es cierto que jugamos los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 y compartí con ella una temporada antes porque estuvimos preparando algún partido de dobles. A partir de ahí, ella dejó de competir y no he vuelto a coincidir con ella.
RP. ¿Te duelen sus declaraciones?
AM. Me duele por las dos partes. Yo he estado jugando todos estos años la Copa Federación y es algo que me he tomado bastante en serio. Duele no poder intentar ayudar al equipo. Obviamente, hay que respetarlo porque la convocatoria ya está decidida, por mucho que me duela no poder estar jugando para ayudar a España, pero lo que realmente duele es que Arantxa diga lo que ha dicho.
RP. ¿Aceptas la rectificación posterior como una disculpa?
AM. Claro. Un comunicado público en el que pide disculpas se acepta.
RP. ¿Te ha llamado?
AM. No, no he recibido ninguna llamada suya.
RP. ¿Y alguien de la Federación Española?
AM. Sí, me llamó José Luis Escañuela, presidente de la Federación Española, para decirme que me agradecía todo lo que había hecho por España en estos años, al margen de la decisión de la capitana.
RP. ¿Por qué piensas que no vas convocada?
AM. No puedo decirlo porque no tengo ni idea. Según Arantxa, porque no me encuentra a un buen nivel.
RP. No parece que la polémica sea beneficiosa en vísperas de una eliminatoria tan importante.
AM. Me imagino que cuando ella hizo esas declaraciones no esperaba todo lo que iba a suceder después. Ahora hay que pasar página. Ellas tienen que centrarse en intentar salvar la categoría porque es una eliminatoria complicada. Eslovaquia tiene jugadoras muy difíciles.
RP. ¿Es difícil tener amigos en el circuito?
AM. El tenis es como un trabajo. Hay gente que no se lleva del bien del todo con las otras personas de su trabajo, simplemente son compañeros y no amigos. Es complicado porque es un deporte individual y hay mucha rivalidad, pero tienes que tomarlo como parte de tu trabajo y nada más.
RP. Llegaste a la élite en el ocaso de dos carreras brillantes. ¿Te ha pesado la losa de ser la heredera de Arantxa y Conchita?
AM. No creo que me haya pesado. Lo que hicieron Arantxa y Conchita fue algo muy complicado. Toda la gente tiene mucha ilusión porque aparezca una sucesora, pero no todo el mundo está capacitado para lograr lo que ellas hicieron. Cuando haces un buen resultado la gente se ilusiona enseguida. Luego, según pasa tu carrera, se ve un poco si has podido estar o no a la altura de ellas con tus resultados y el ránking.
RP. ¿Es un problema todo lo consiguió en aquella época? Parece que ahora nada es suficiente.
AM. La gente se mal acostumbró, por decirlo de alguna manera, a los resultados que conseguían Aranxta y Conchita ganando títulos de Grand Slam y estando entre las diez mejores tenistas del mundo. Yo, por ejemplo, estoy en la posición número veinticinco del mundo y quizás el público no lo vea para tanto. Hay gente que no ha vivido lo que es el mundo del deporte y desconoce lo que es el tenis. Todo lo que supone estar en la clasificación que estamos algunas de las españolas. Somos cuatro o cinco entre las cien mejores del planeta y eso es algo muy complicado.
RP. Volvamos a un punto de inflexión en tu vida: la lesión de Australia 2002. ¿Temiste por tu carrera?
AM. Sin duda. Hoy he leído unas declaraciones de Ricky Rubio en las que decía tener dudas porque no sabe si volverá a ser el que era antes de lesionarse. Él y yo tuvimos la misma lesión, y esas dudas pasan por tu cabeza inevitablemente. Te has roto un cruzado y desconoces si volverás a competir al mismo nivel, si podrás estar bien, si no te molestará la rodilla… son dudas lógicas que se crean con la lesión.
RP. ¿Son los Juegos Olímpicos el objetivo prioritario de 2012?
AM. A unos Juegos Olímpicos siempre le das un poco más de importancia. Sobre todo, porque las olimpiadas son cada cuatro años. Yo pasé una experiencia muy bonita en Pekín, y me hace muchísima ilusión estar en Londres e intentar conseguir una medalla.
RP. ¿Qué recuerdas de Pekín?
AM. Tengo una satisfacción increíble. Ha sido el momento más bonito de mi carrera deportiva. Me acuerdo perfectamente del último tiebreak en el segundo set contra las jugadoras chinas. Fue durísimo. Recuerdo perfectamente cómo botó la última pelota que se marchó fuera y que nos aseguraba una medalla. Es algo que nunca voy a olvidar.
RP. Algo que no vas a olvidar en la vida.
AM. En la vida. Es algo muy bonito que se te queda marcado a fuego. Nunca se me olvidará porque no quiero que eso pase.
RP. ¿Qué esperas de Londres?
AM. Es una superficie que no favorece mucho. Jugar unos Juegos Olímpicos cada cuatro años y que escojan una superficie en la que se juegan dos torneos al año no es una buena noticia. No es una alegría jugar en hierba. Lo importante es que clasificar para unas olimpiadas no es algo fácil. Si consiguiera estar en Londres, serían mis terceros juegos. La experiencia de vivir otra olimpiada en la Villa Olímpica con el resto de atletas es una alegría muy grande.
RP. Nadal dijo que en la Villa Olímpica se aprenden los verdaderos valores del deporte.
AM. Era un ambiente muy bueno. Yo hice muchísimas fotografías. Tengo una en casa que es muy graciosa porque salimos en una mesa con algunos jugadores de baloncesto de la selección masculina, las chicas de natación sincronizada y alguna tenista. Un día, repasando las fotos, me quedo mirando y digo: “¡Todos los que salen en esa foto han conseguido una medalla en Pekín!”. El 90% de los deportes son de equipo y allí puedes ver cómo funcionan esos equipos. El tenis es un deporte individual y es un poco más sufrido porque juegas tú solo. Siempre le digo a Virginia Ruano que haber conseguido dos torneos de Roland Garros con ella ha sido más ilusionante a la hora de celebrarlo que a nivel individual, por ejemplo. Aunque tu grupo está fuera de la pista, alzas los brazos y lo estás celebrando con ellos, pero no es lo mismo tener una persona al tú lado con la que pegarte un abrazo en ese mismo momento. En la Villa Olímpica, aprendes un poco lo que es un deporte de equipo y supongo que ellos a nivel individual también. Recuerdo que se quedaban muy sorprendidos de los horarios de los tenistas. “¿Cuándo juegas?”, me decían. “Tercer partido de las doce”, respondía. “¿Pero eso qué significa?”, “¿No tienes una hora fija?”, “¿Cómo te lo preparas?”, “tendrás que comer, ¿no?”, “¿Y si llueve?”. No entendían nada porque ellos lo tenían todo muy programado: a las doce comían pasta, a la una salían hacia el estadio, a las dos calentaban y a las cuatro jugaban. No entendían que un tenista puede estar todo el día esperando para disputar su partido.
RP. ¿Vas a jugar dobles mixtos?
AM. Es algo bastante complicado. El dobles mixtos se va a decidir en Londres dependiendo de cómo vaya todo. Hay que ver los chicos que están dispuestos a jugarlo, si se entra por clasificación, las parejas que entran y las que no lo hacen, los jugadores que juegan individual y dobles o los que solo compiten en una modalidad… es difícil. Pero mi ilusión es poder jugar el mixto y todo lo que me dejen.
RP. ¿Con quién te gustaría formar pareja?
AM. He jugado alguna vez con Verdasco, en Wimbledon y en la Copa Hopman. Con Nico Almagro lo hice en Australia. Todos los jugadores que pueden jugarlo están cerca de los diez primeros del mundo y sería un lujo hacerlo con cualquiera de ellos, pero es algo que no depende de mí. Con David Ferrer formaría una pareja valenciana completamente. Con Rafa Nadal, un chico que ha hecho tanta historia en el mundo del tenis, supondría una ilusión poder compartir pista. Con Nico Almagro sería una gran alegría. Podría compartir tantas cosas con diferentes jugadores que todos me hacen especial ilusión.
RP. Marc López nos comentó que es muy importante el saque y la fuerza del hombre.
AM. Tiene muchísima importancia el chico porque es el que debe llevar el peso del juego. Tiene que ser un buen sacador y ocupar tres cuartas partes de la pista. Recuerdo que jugando con Tommy Robredo tenía un remate claro delante de la red que podía ganar y me gritaba: “¡Mía!”. Yo me tenía que quitar, él venía por detrás y terminaba rematando (risas). El chico tiene que ser el verdadero protagonista y la mujer debe acompañarle. La fuerza es muy diferente y no puedes competir contra un chico. Es como si yo intentase hacerle un golpe ganador a David Ferrer. Me podría tirar toda la vida intentándolo sin conseguirlo.
RP. En individuales no has pasado de cuarta ronda en un Grand Slam y en dobles has llegado a semifinales en tres eventos y a la final en Roland Garros. Tienes más títulos y has alcanzado un ránking superior en la modalidad por parejas. ¿Por qué has logrado mejores resultados?
AM. En ese momento tuve una compañera muy buena. No hace falta nombrarla porque todo el mundo sabe el palmarés que tiene Virginia Ruano. El otro día me decía un entrenador: “Anabel, es muy sencillo. Para jugar dobles tienes que tener una buena compañera”. Tener una persona a tu lado que sea compatible con tu juego es muy importante. Luego, a nivel individual, el circuito está muy complicado. Mi mejor ránking ha sido estar dieciséis del mundo. El dobles me ha dado muchas alegrías, pero a nivel individual también tengo grandes recuerdos.
RP. ¿Pesa más la satisfacción de ganar algo en solitario o de hacerlo en equipo?
AM. Lo bonito es poder compartirlo con tu gente, en este caso los entrenadores, o con tu compañera. Un tenista le da prioridad a la modalidad individual, a no ser que se dedique exclusivamente a jugar dobles. Como las satisfacciones a nivel individual son un poco más prioritarias, quizás son mucho mayores que las de dobles. Pero es cierto que celebrar una victoria como un Grand Slam o una medalla en los Juegos Olímpicos teniendo a tu compañera al lado es una alegría muy grande. Un momento muy bonito. Me quedaría con las dos cosas.
RP. Hablemos del circuito femenino. ¿Qué necesita para recuperar el interés de tiempos pasados?
AM. En estos momentos hay una número uno bastante carismática. Azarenka tiene un carácter muy fuerte y está bien colocada arriba. Será bueno porque es una tenista que despierta el interés de la gente por verla jugar. Ahora, con los Juegos Olímpicos, las hermanas Williams aparecen de nuevo en el circuito porque quieren volver a estar ahí. Todo se va a mover un poco.
RP. Las hermanas Williams juegan cuando quieren.
AM. No es nada nuevo. Las hermanas Williams siempre han funcionado así. Van a su aire, con sus mundos y sus grupos. Son jugadoras que por condición física y talento personal han sido de las mejores de la historia. No se les puede decir nada porque vuelven y ganan. ¿Qué les vas a decir? Que hagan lo que quieran.
RP. Valora la situación actual del tenis femenino en España.
AM. Partimos de la base de que el deporte femenino ha tenido bastantes problemillas para darse a conocer y para que se le diese importancia a todo lo que hacemos nosotras. En tenis, no me puedo quejar porque es uno de los deportes más reconocidos del mundo a nivel femenino. Veo otras compañeras, como jugadoras de fútbol, baloncesto o balonmano, que hacen logros increíbles y la gente ni lo sabe. Ya digo que no puedo quejarme en tenis. Quizás se le podía haber dado más repercusión a ciertos resultados de jugadoras, pero todavía queda algo de la mentalidad española de ser un poco machista en este sentido. Falta un poco de apoyo.
RP. ¿Es suficiente el apoyo de la Federación Española al tenis femenino?
AM. Siempre se puede hacer un poco más por todos. El tenis es individual y las federaciones puedan dar ayuda a nivel de base, pero al ser tan individual es más de uno mismo. Yo tuve una ayuda de la Federación Valenciana en su momento. Si no hubiese sido por ella no habría sido tenista y se agradece mucho, pero una vez que ya eres tenista profesional te vales por ti misma y no dependes tanto de la Federación. Es cierto que se podría poner más ilusión en la base. En el circuito masculino no pasa eso porque chicos salen de debajo de las piedras. Por ejemplo, Albert Ramos que ha saltado por ahí ahora. Lo piensas y hace un año no estaba en el circuito y aparece de repente. Eso en las chicas no sucede. Quizás hay que fijarse un poco más en la base y preparar más técnicos para entrenar a mujeres porque ambos circuitos son diferentes. La clave es dar importancia a la base, más que a la etapa en la que una jugadora está formada.
RP. ¿Conoces a Garbiñe Muguruza y a Lara Arruabarrena?
AM. A Muguruza la pude ver en el torneo de París este año y en Miami de pasada, pero no tengo mucha relación con ella. Con Lara Arruabarrena, sí. Son dos jugadoras jóvenes y han demostrado con sus resultados que tiene intención de estar arriba. Habrá que seguirlas.
RP. En diciembre de 2011 apareció un proyecto para relanzar el tenis femenino en España. ¿Te propusieron formar parte de Elitia?
AM. No.
RP. ¿Te habrías marchado?
AM. No, en absoluto. Yo tengo mi grupo montado desde hace once años. Está compuesto por mi entrenador, Gonzalo López, y mi preparador físico, Miguel Maeso. No habrían existido dudas porque jamás me he movido de Valencia y creo que la persona que mejor me conoce es Gonzalo. Nunca he pensado en abandonar Valencia.
RP. Cambiamos de rumbo. ¿Forman los tenistas del circuito masculino la mejor generación de la historia?
AM. (risas) Es la mejor generación que estamos viviendo nosotros.
RP. Toni Nadal dijo hace poco que por números lo era.
AM. Toni sacaría números. En la época, de Borg, McEnroe y Lendl yo era muy pequeña. Sé que Borg fue un fenómeno y que ganó muchas veces Wimbledon, pero soy más de la época de Sampras y Agassi. Cuando miras los números de Federer ves que es el mejor de la historia porque es el que más torneos de Grand Slam y más Masters ha ganado. Rafa está muy cerca de esos números. Cada época tuvo su momento marcada por una rivalidad diferente. Puedo hablar de la que he vivido ahora, la de Federer y Nadal, y ha sido una etapa espectacular del tenis. Es bueno que Djokovic esté dando guerra ahora. Quizás hubo un momento en el que faltaba un poco de novedad, que se metiese alguien por ahí y que no fuesen siempre Roger y Rafa los protagonistas de todas las finales porque podía terminar resultando monótono.
RP. ¿Has visto a alguien en el circuito femenino con la capacidad congénita de Federer para jugar a tenis?
AM. Justin Henin era el Roger Federer del tenis femenino. Nadie más.